INTRODUCCIÓN
En 1997 se publicó una investigación hecha por un pastor evangélico sobre la condición moral del joven en esa época. Los datos son impactantes.
Todos los días en
los Estados Unidos:
- 1000 adolescentes solteras se transforman en madres.
- 4219 contraen enfermedades de transmisión sexual.
- 500 comienzan a usar drogas.
La investigación se extendió para evaluar a los jóvenes cristianos. Pero, los resultados no fueron muy animadores.
- El 66% (de 11 a 18 años) tenía la costumbre de mentir
y engañar constantemente a sus padres, profesores
y adultos.
- El 36% admitió que siempre copiaban en las pruebas.
- El 55% antes de cumplir 18 años ya había realizado
caricias íntimas y hasta algún tipo de acto sexual.
La gran pregunta es: ¿Será que la condición moral de
los jóvenes, incluso los criados en hogares cristianos, refleja una realidad mejor o diferente de las estadísticas?
Junto a este escenario caótico se vive una crisis en la educación secular, doméstica y especialmente religiosa. Pregunto, ¿cómo prevenir estas enfermedades moderas en nuestros hogares? ¿Cómo proteger a nuestros hijos y a nuestras relaciones contra la furia del enemigo de Dios, que desea ardientemente destruir nuestras familias?
TEXTO BASE: GÉNESIS 12:8
¿Cuál es la experiencia cristiana de nuestra infancia que nuestros padres nos enseñaron y que recordamos mejor?
Con seguridad vamos a recordar los cultos de familia que realizábamos en la presencia de nuestros familiares. Allí cantábamos, orábamos, recitábamos nuestros versículos preferidos; estudiábamos la Biblia y compartíamos momentos inolvidables. A esta experiencia la llamamos el altar de la familia. Pero, ¿qué significa altar de la familia? Para entender ampliamente ese maravilloso asunto, veamos un poco la historia bíblica.
I. ¿QUÉ ES UN ALTAR?
Son varias piedras, unas sobre otras, que forman una plataforma cuadrada sobre la cual se ofrecían sacrificios como parte del culto de adoración a Dios. El altar era el símbolo de la criatura adorando a su Creador.
II. ALGUNOS CONSTRUCTORES DE ALTARES MENCIONADOS EN LA BIBLIA
El sistema de ofrecer sacrificios sobre un altar fue introducido por Dios como culto y adoración a él, después que el hombre fue expulsado del Edén.
1. Abel y Caín construyeron sus altares (Génesis 4:4, 5). Son los primeros que menciona la Biblia que construyeron un altar con el fin de adorar a Dios.
2. Noé, después del diluvio, construyó un altar (Génesis 8:20). A fin de adorar y expresar su gratitud a Dios por su protección, al salir del arca, Noé y su familia construyeron un altar al Señor.
3. Job construyó altares para interceder diariamente por sus hijos (Job 1:5).
4. Elías construyó un altar para adorar y mostrar quién era el verdadero Dios (1º Reyes 18:30-32).
5. Abraham y su familia adoraron al Señor en altares (Génesis 12 y 13). Abraham es el patriarca que presenta la Biblia como el que más altares construyó en adoración a Dios. En cada lugar donde llegaba construía un altar. Siendo que la Biblia menciona tantas veces la construcción de altares al Señor Dios Todopoderoso, ¿existe algún propósito para edificar el altar de la familia hoy?
III. LOS TRES PROPÓSITOS ESPIRITUALES DEL ALTAR DE LA FAMILIA
1. Que la familia pueda rendir culto y adoración a su Creador. a) Expresa reverencia para con el Dios creador. b) Afirma nuestro compromiso con él. c) Nos acerca a Dios al punto de ser llamados sus amigos. 2 Crónicas 20:7 y Santiago 2:23.
2. Para que la familia reciba instrucción de la Palabra de Dios.
3. Para que los padres intercedan por sus hijos y los hijos intercedan por sus padres. ¿Será que Dios dice algo sobre el momento del día en el cual debemos celebrar el altar de familia?
IV. DIOS ESTABLECIÓ DOS MOMENTOS DEL DÍA PARA CELEBRAR EL ALTAR DE LA FAMILIA Deuteronomio 6:6, 7.
a) Culto vespertino. Este se realizaba antes de acostarse. El padre llamaba a todos los miembros de la familia, allí cantaban, oraban, después el padre leía textos de la Palabra de Dios y daba oportunidad para que los miembros expresen su gratitud al Señor por los cuidados del día.
b) Culto Matutino. Se realizaba en la primera hora del día, cuando las fuerzas estaban renovadas. La familia se reunía para cantar, orar, estudiar la Biblia, y pedir las bendiciones y el cuidado de sus vidas durante el día de trabajo. La orientación de Dios para su pueblo es que por la mañana y por la tarde se interrumpan las actividades para tener en familia un momento de comunión con Dios. Y por medio del sabio uso del culto familiar será fortalecido el amor y el estudio de la Biblia. “Las horas del culto matutino y del vespertino deberían ser las más dulces y útiles del día” (CN, 494).
ILUSTRACIÓN:
Dos minutos: Permítame expresarle un desafío. Dios nos da cada día 24 horas para administrar, entonces tenemos 1440 minutos a nuestra disposición. Si dividimos esos minutos por 15 tendremos 96 períodos de 15 minutos en un día. Quiero desafiarlo a quedar con 94 períodos para sus tareas diarias, y utilizar sólo dos para edificar y encender el altar de la familia en su casa. Debemos hacer de nuestros hogares pequeñas iglesias y rodear a nuestros hijos de la atmósfera que reina en el cielo. No hay tiempo que perder. O preparamos nuestro hogar para el breve encuentro con Jesús, o Satanás habitará en él. En los días actuales es un gran desafío separar tiempo para preparar y realizar el culto familiar. “Sin duda, se requerirá esfuerzo, reflexión y algún sacrificio para llevar a cabo esto, pero el esfuerzo será ricamente recompensado” (Ed., 186).
V. EXTENSIÓN DE LA INFLUENCIA DEL CULTO FAMILIAR
Sólo en la eternidad se podrá evaluar la influencia que las enseñanzas espirituales impartidas en nuestro hogar ejercieron sobre nuestros hijos. Creemos que la práctica del culto familiar será de gran ayuda en el desafío de fortalecer la religión de los miembros de la familia y de la iglesia, en la preparación para los embates de la vida cristiana. Pero debemos decir que después de que los hijos crecieron y adquirieron la condición y el derecho de ir y venir, cuando vayan solos a la escuela, a sus programas sociales o a la iglesia, perdemos la condición de conductores, fase que llega en toda familia. En ese momento entendemos que nos quedan tres actitudes muy importantes en la educación de nuestros hijos:
a) Exhortar, aconsejar, apelar, disciplinar de forma adecuada a la edad, etc.
b) Ejemplo. La fuerza del ejemplo siempre ejercerá la mayor influencia en la vida de cualquier persona, sea un hijo o un cónyuge apartado.
c) . Interceder siempre por ellos, colocándolos en las manos de Dios y bajo su influencia. Los que religiosamente hacen el culto familiar, pueden tener la seguridad de que Dios tiene un plan de rescatar a todos los hijos que un día aprendieron las verdades eternas:
“La última obra intercesora de Cristo antes de quitarse los vestidos sacerdotales es presentar las oraciones de los padres por los hijos. Vi que un ángel poderoso fue enviado y miles de hijos recordaron las enseñanzas de la infancia y volvieron, justo antes que de cerrarse la puerta de la gracia” (R&H, 1902).
“La última obra intercesora de Cristo antes de quitarse los vestidos sacerdotales es presentar las oraciones de los padres por los hijos. Vi que un ángel poderoso fue enviado y miles de hijos recordaron las enseñanzas de la infancia y volvieron, justo antes que de cerrarse la puerta de la gracia” (R&H, 1902).
CONCLUSIÓN
¿Cómo están nuestros cultos familiares?
¿Estamos enseñándoles a nuestros hijos a amar al Señor con todas las fuerzas, con todo el entendimiento y por sobre de todas las cosas? ¿Cuánto tiempo dedicamos a enseñarles los sólidos e importantes principios de la Palabra de Dios?
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