INTRODUCCIÓN
a. Feliz sábado a todos los queridos hermanos y hermanas.
b. Hoy estamos concluyendo nuestro proyecto 10 DIAS DE ORACIÓN Y 10 HORAS DE AYUNO.
c. Recuerden que mañana comienzan los 30 días de oración y estudio de la Biblia. En la segunda parte de nuestra revista, hay una guía práctica para estudiar un capítulo por día, como hemos hecho hasta aquí.
d. Reúnan a su familia cada mañana para ese momento especial de estudio, meditación y oración.
e. Recuerden orar también por cinco amigos y, por la gracia de Dios, busquen por lo menos a una persona para llevarla al bautismo este año.
f. Vamos a la lectura de nuestro texto bíblico.
g. Leer Apocalipsis 18:1-2.
I. UN PUEBLO (18:1)
a. Juan estaba en la isla de Patmos y recibió varias visiones de Dios. En la visión del capítulo 18, Juan vio a un poderoso ángel que descendía del cielo e iluminó toda la tierra con su gloria. ¿Quién es ese ángel?
b. Juan sabía que se trataba de otro ángel, o sea un ángel diferente del capítulo 17. Él vino del cielo; descendió de la presencia de Dios con una misión especial. Ese ángel se unió al tercer ángel del capítulo 14 en la proclamación del mensaje final de Dios al mundo, y sus palabras son una repetición de lo que pronunció el segundo ángel del capítulo 14:8.
c. “La tierra fue iluminada con su gloria…” A pesar de los esfuerzos de Satanás de cubrir la tierra con tinieblas y oscuridad, Dios la ilumina con la luz gloriosa de la verdad salvadora.
d. Elena de White escribió: “Pronto se cumplirán las profecías del capítulo décimo octavo del Apocalipsis. Durante la proclamación del mensaje del tercer ángel “otro ángel” descenderá “del cielo con gran poder; y la tierra” será “alumbrada con su gloria”. El espíritu del Señor bendecirá tan abundantemente a los instrumentos humanos consagrados, que hombres, mujeres y niños abrirán sus labios en alabanza y acción de gracias, llenando la tierra con el conocimiento de Dios y con su insuperable gloria como las aguas cubren el mar” (Maranata: El Señor viene, p. 224).
e. El texto deja claro que la obra del Espíritu Santo en la vida de los hijos fieles de Dios será lo que traerá luz (conocimiento) a este planeta en tinieblas.
f. Cumplimiento de la profecía: la lluvia temprana y la lluvia tardía.
g. Las lluvias temprana y tardía eran lluvias que caían en Palestina en los tiempos bíblicos. El profeta Joel escribió: “Vosotros también, oh hijos de Sion, alegraos y regocijaos en Jehová vuestro Dios, porque os ha dado la lluvia primera en su justa medida. También hará descender sobre vosotros la lluvia temprana y la tardía, como antes” (Joel 2:23).
h. Las lluvias desempeñaban un papel importante en la sociedad agraria israelita. Las primeras o tempranas lluvias (del hebreo moréh – Joel 2:23 y Sal. 84:7) caían entre el fin de octubre e inicio de diciembre. Esta lluvia preparaba el suelo y facilitaba la germinación de la semilla. La última lluvia, “tardía” (del hebreo malqosh – Job 29:23; Jer. 3:3; Amós 4:7), caía poco antes de la cosecha, en los meses de marzo y abril.
i. La imagen de las lluvias temprana y tardía se aplica a la poderosa obra del Espíritu dentro de la iglesia en dos ocasiones diferentes: una relacionada a la experiencia del Pentecostés, y otra a los eventos finales antes del regreso de Cristo. La obra escatológica del Espíritu anunciada por Joel se cumplió parcialmente durante el derramamiento del Espíritu en el día del Pentecostés (Hech. 2:18). A eso se lo puede llamar “lluvia temprana”. Pero esa misma profecía que se refiere al “día grande y glorioso del Señor”, sugiere que había que esperar una manifestación más grande y completa del Espíritu (Hechos 2:19, 20).
j. Elena de White escribió: “El derramamiento del Espíritu en los días de los apóstoles fue el comienzo de la lluvia temprana, y gloriosos fueron los resultados […] Pero acerca del fin de la siega de la tierra, se promete una concesión especial de gracia espiritual” (Los hechos de los apóstoles, p. 41). Ella también afirmó: “La gran obra de evangelización no terminará con menor manifestación del poder divino que la que señaló el principio de ella. Las profecías que se cumplieron en tiempo de la efusión de la lluvia temprana, al principio del ministerio evangélico, deben volverse a cumplirse en tiempo de la lluvia tardía, al fin de dicho ministerio” (El conflicto de los siglos, p. 596).
II. UN MENSAJE (Apocalipsis 18:2, 4)
a. El último llamado de Dios a la humanidad aparece en esos versículos mencionados. Dios todavía tiene un pueblo en Babilonia, y esos fieles deben recibir el llamado de salir para que no sean participantes de sus pecados y no reciban sus plagas. El llamado: “Salid de ella, pueblo mío”, constituyen la advertencia final a los habitantes de la tierra.
b. Así como los discípulos, llenos del Espíritu Santo en el día de Pentecostés, el remanente de Dios, lleno del mismo Espíritu, tendrá que anunciar un mensaje claro:
c. “Ha caído, ha caído Babilonia, la grande” porque “ha dado de beber a todas las naciones del vino de la furia de su fornicación”. Este es el mismo mensaje dado por el segundo ángel (Apocalipsis 14:8). ¿Qué es Babilonia? Se trata de la unión de todas las organizaciones religiosas apóstatas de la tierra. ¿Y qué es el vino? Sus falsas doctrinas. Ha dado al mundo un sábado falso en lugar del sábado del cuarto mandamiento, y ha repetido la mentira que Satanás expresó primero a Eva en el Edén, la inmortalidad del alma.
d. Sobre estos dos grandes engaños, Elena de White escribió: “Merced a los dos errores capitales, el de la inmortalidad del alma y el de la santidad del domingo, Satanás prenderá a los hombres en sus redes. Mientras aquel forma la base del espiritismo, este crea un lazo de simpatía con Roma. Los protestantes de los Estados Unidos serán los primeros en tender las manos a través de un doble abismo al espiritismo y al poder romano; y bajo la influencia de esta triple alianza ese país marchará en las huellas de Roma, pisoteando los derechos de la conciencia” (CS, 574).
e. Basándose en esas dos doctrinas falsas se llevará a cabo el ecumenismo. Pero los fieles no estarán en tinieblas en cuanto a esos engaños: “Durante el fuerte clamor, la iglesia, ayudada por las disposiciones providenciales de su exaltado Señor, difundirá el conocimiento de la salvación tan abundantemente que la luz será comunicada a toda ciudad y pueblo. La tierra será llena del conocimiento de la salvación. Tan abundantemente habrá coronado de éxito el Espíritu renovador de Dios a los agentes intensamente activos, que la luz de la verdad presente brillará por todas partes” (Ev, 502, 503).
CONCLUSIÓN
1 Tiempo de anunciar
a. Este es el tiempo de anunciar las verdades de la Palabra de Dios en contraste con el vino de Babilonia.
b. Elena White nos advierte: “Cada día termina el tiempo de gracia para algunos. Cada hora, algunos pasan más allá del alcance de la misericordia. ¿Y dónde están las voces de amonestación y súplica que induzcan a los pecadores a huir de esta pavorosa condenación? ¿Dónde están las manos extendidas para sacar a los pecadores de la muerte? ¿Dónde están los que con humildad y perseverante fe ruegan a Dios por ellos? (PP, 119).
2 Tiempo de interceder
a. “En visiones de la noche pasó delante de mí un gran movimiento de reforma en el seno del pueblo de Dios. Muchos alababan a Dios. Los enfermos eran sanados y se efectuaban otros milagros. Se advertía un espíritu de oración como lo hubo antes del gran día de Pentecostés” (3 JT, 345).
b. Ese espíritu de intercesión nos desafía hoy a orar por cinco amigos en especial. Ustedes ¿han orado por esos amigos? Si no, ¿por qué no lo hacemos ahora?
c. Dios tiene todavía muchos fieles en Babilonia. Jesús mismo está conduciendo a esos sinceros a su redil (Juan 10:16). Pero Dios desea usarnos a todos nosotros para esa gran obra. Hay un mensaje que debemos anunciar para que la verdad llegue a muchos corazones.
d. Elena White escribió: “Pero nadie sufrirá la ira de Dios antes que la verdad haya sido presentada a su espíritu y a su conciencia, y que la haya rechazado. Hay muchas personas que no han tenido jamás oportunidad de oír las verdades especiales para nuestros tiempos. La obligación de observar el cuarto mandamiento no les ha sido jamás presentada bajo su verdadera luz. Aquel que lee en todos los corazones y prueba todos los móviles no dejará que nadie que desee conocer la verdad sea engañado en cuanto al resultado final de la controversia. El decreto no será impuesto estando el pueblo a ciegas. Cada cual tendrá la luz necesaria para tomar una resolución consciente” (CS, 591).
LLAMADO
a. Dios nos hace una exhortación: “Llamo hoy por testigos contra vosotros a los cielos y a la tierra, de que he puesto delante de vosotros la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tus descendientes” (Deuteronomio 30:19).
b. ¿Cuál será su decisión?
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