INTRODUCCIÓN
Como vimos en los mensajes anteriores, Daniel tenía atributos incomparables, que hicieron de este exiliado judío un gran estadista y por algunos momentos un profeta de los últimos días. Su vida puede, por la gracia de Dios, ser resumida en una palabra: victoria.
En la última parte de este libro fantástico tenemos el deslumbramiento de los últimos días donde la victoria definitiva es alcanzada por Dios para sus hijos.
Cuando Cristo acabe su obra de intercesión en el santuario celestial, el Espíritu Santo será retirado de la tierra.
En ese momento habrá una gran angustia del pueblo de Dios, pues los poderes del mal se juntarán con la intención de destruirlos. Pero Dios dará la victoria a los fieles. Este es el tema principal del capítulo doce del libro de Daniel: la gran victoria de Dios contra el mal, la muerte y el engañador.
Este capítulo desvela muchos acontecimientos importantes de los últimos días antes del regreso de Jesús. Además del tiempo de angustia que acomete al pueblo de Dios, las resurrecciones y aún algunas profecías donde algunas fechas y períodos de tiempo se revelan.
Este es un capítulo rico en profecías temporales, donde las fechas se establecen o se refuerzan y algunos parámetros en la línea de tiempo profético se marcan.
I. TIEMPO DE ANGUSTIA
Poco tiempo antes de la vuelta de Jesús, cuando su mediación en el santuario celestial cese y el Espíritu Santo sea retirado de los hombres, los poderes del mal, hasta entonces contenidos, caer con indescriptible furia sobre el mundo.
Satanás y sus ángeles tienen, en ese tiempo, dominio completo sobre los impenitentes. "Desamparados de la gracia divina, no tienen protección contra el maligno. Satanás entonces sumergirá a los habitantes de la Tierra en una gran angustia final. Al cesar los ángeles de Dios de contener los vientos impetuosos de las pasiones humanas, todos los elementos de contención se desencadenarán. El mundo entero se involucrará en ruina más terrible que la que sobrevino a Jerusalén en la antigüedad" CS, 600).
Para los impíos ese tiempo será en vez de angustia o castigo por sus maldades a través de las plagas del Apocalipsis (ver Apocalipsis 16), ellos sufrirán por todas las maldades cometidas y que pasaron aparentemente impunes.
Esta angustia que vendrá sobre las naciones, revela cómo el pecado es destructor y que, sin la intercesión de Cristo, somos merecedores de la muerte eterna. Pero para el pueblo de Dios, la gracia y misericordia divina es lo que le da esperanza, y esa angustia pronto se convertirá en victoria.
Hoy vivimos algunos momentos de desánimo y tristeza.
Algunas veces por las consecuencias de los pecados ajenos, pero la mayoría como fruto de nuestras propias decisiones y pecados. En momentos así, debemos apegarnos en oración a Dios, clamar por perdón y nunca desistir de luchar, usando nuestro libre albedrío, contra el pecado.
II. RESURRECCIONES
En el segundo verso de este capítulo Daniel describe algunas resurrecciones especiales, de "unos para la vida eterna" y de "otros para vergüenza y horror eterno".
No se trata de la primera resurrección, que se dará con ocasión de la segunda venida de Cristo (1Tesalonicenses 4:16), en la que participan sólo los justos (Apocalipsis 20: 6); ni tampoco la segunda, al final del milenio, en la que participan sólo los impíos (Apocalipsis 20:5).
Se trata, por tanto, de una resurrección parcial y especial, a ocurrir después del "tiempo de angustia, que nunca hubo" (Daniel 12: ), un poco antes del final y de la segunda venida de Cristo. En esta resurrección especial, justos e impíos son resucitados al mismo tiempo, "unos para la vida eterna, y otros para vergüenza y horror eterno".
El primer grupo son los que mataron a Jesús. "He aquí que viene con las nubes, y todo ojo lo verá, incluso aquellos que lo traspasaron; y todos los pueblos de la tierra se lamentarán por causa de él. Apocalipsis 1:7.
"Tú mismo lo has dicho", respondió Jesús. "Pero yo digo a todos vosotros: llegará el día en que veréis al Hijo del hombre sentado a la derecha del Poderoso viniendo sobre las nubes del cielo". Mateo 26:64
Todos aquellos que participaron activamente de la muerte de Cristo resucitarán antes del regreso de Jesús. Después morirán nuevamente y resucitarán después del milenio. Curioso es que estos morirán en ocasiones diferentes hasta el juicio final y definitivo.
El otro grupo son los que resucitan para la vida eterna.
Daniel 12:2 menciona a otro grupo que participará en la resurrección especial, los que resucitar en la misma ocasión de los que mataron a Jesús, pero no para ser avergonzados, sino para testimoniar el regreso de Jesús como premio de su fidelidad. Son los justos que morir en la esperanza de la inminente vuelta de Cristo, y fueron obedientes como fue descrito por el tercer ángel de Apocalipsis 14:12:
"Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y tiene la fe de Jesús".
Sobre este tema tenemos un mensaje inspirado:
"Los sepulcros se abren y “muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua”. Daniel 12:2. Todos los que murieron en la fe del mensaje del tercer ángel, salen glorificados de la tumba, para oír el pacto de paz que Dios hace con los que guardaron su ley. “Los que le traspasaron” (Apocalipsis 1:7), los que se mofaron y se rieron de la agonía de Cristo y los enemigos más acérrimos de su verdad y de su pueblo, son resucitados para mirarle en su gloria y para ver el honor con que serán recompensados los fieles y obedientes." CS, 621
Más importante que saber con detalle quiénes son los que van a resucitar de forma especial antes de la vuelta de Cristo, es estar preparados para esa ocasión.
La segunda venida del Salvador también significa victoria. Victoria sobre el pecado y la maldad, victoria contra los enemigos de Dios y su gran acusador.
Hoy es tiempo de predicar esta gran verdad a nuestros vecinos, amigos y compañeros de trabajo y escuela: el glorioso regreso de Cristo en las nubes del cielo, de forma literal para traer la victoria.
III. PROFECIAS ESPECIALES
Este capítulo contiene dos profecías con períodos de tiempo inéditos y exclusivos en toda la Biblia:
"A partir del momento en que se suprima el contínuo sacrificio y se ponga la abominación desoladora, habrá 1290 días. Feliz aquel que espera y alcanza el fin de los 1335 días." Daniel 12:11, 12.
Los 1290 días y 1335 días comenzaron en el año 508, cuando hubo la derrota de los Visigodos (pueblo resistente a la Iglesia Romana). Esta fecha marca el inicio del poder de la Iglesia Romana en el aspecto doctrinario.
La primera profecía termina en 1798 con la prisión del Papa Pío VI. El poder doctrinal de la Iglesia Romana que comenzó en el 508 se rompe.
Siguiendo un poco más de tiempo, terminando el recuento de la segunda profecía, llegamos al año 1844, que marca el inicio de la purificación del Santuario Celestial, es decir, el perdón de Jesús a los fieles es consumado.
Estas profecías especiales enfatizan una vez más la victoria de los fieles, ahora con algunas fechas establecidas como marcadores históricos que confirman que Dios está guiando la historia de ese mundo hacia el gran clímax, donde el plan de la redención será consumado.
CONCLUSIÓN
El libro de Daniel es la clave para entender el Apocalipsis.
Aprendemos a través del libro de Daniel que Dios es soberano en la historia y conduce naciones, reinos y poderes, y que pronto Jesús volverá a establecer su reino eterno.
¿Estás preparado para encontrarte con Jesús?
Si usted muriera hoy, ¿estaría seguro que cuando Jesús volviese resucitaría para vida eterna?
Eclesiastés 12:13 y 14 tiene una declaración importantísima:
"El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala."
Daniel fue un portavoz de Dios para anunciar la victoria del bien contra el mal en el gran conflicto cósmico.
Usted también ha sido llamado en esta hora crucial de la historia para ser fiel al Rey de reyes y Señor de señores
¿Se compromete a ser un heraldo de la victoria, alguien que vive, espera y anuncia el regreso de Jesús?
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