By Karl Haffner
"Condene la falta, y no al autor de ella." - William Shakespeare
Algunos años atrás, después que hablé en una conferencia religiosa, un caballero me pasó un papelito, al salir del auditorio.
- Muchas gracias- le dije.
Él hizo una mueca de disgusto. Su rostro estaba tán ácido que parecía que habia chupado un limón. Entonces, refunfuño:
- Mi joven, deberias leer esa carta antes de decir gracias.
- Ah, entendi. Es una de aquellas cartas...-Sonreí maliciosamente.
Entonces, cuando pasó el tiempo, en aquel año (no estaba realmente ansioso para leerla), yo la abrí. Con toda seguridad, no era un misíl alegre. Por no poder acordarme exactamente lo que el misíl decía (¿Por qué mantener una carta de odio?), me acuerdo que una de sus criticas tenia que ver con las ilustraciones que usaba en mis sermones. Él pensaba que los pastores nunca deberían exponer sus propias luchas y defectos. Él estaba ofendido porque yo conté que una vez, mi esposa Cherie, y yo tuvimos una discusión, y que, en otra ocasión, perdí la paciencia en una discusión en el tránsito. Él se expresó mas o menos así: "¡Yo no quiero ver los espinos del pastor!"
Él estaba insinuando, con toda seguridad, que los pastores deben usar bastante maquillaje para no parecer reales. Razonaba que lo mejor es ser deshonesto y parecer santo que ser honesto sobre nuestra santidad imperfecta.
Pues bien, razone conmigo: Los peregrinos también tienen problemas. Hasta incluso, los santos luchan con el pecado. Presete atención: los pastores no siempre están libres de eso. Somos maestros en posicionarnos como los más inmaculados. Preste mucha atención y usted notará, con frecuencia, que los pastores cuentan historias que os dejan en destaque.
Por ejemplo, ya oyó a un pastor referirse a un programa de televisión diciendo: "El otro día, yo solo estaba cambiando de canales y coincidió que vi..." El retrato es sutil, pero es hecho con la intención de ser notado: "Yo no miro mucha televisión. Eso solo sucedió porque tenia apenas unos segundos entre 17 estudios bíblicos y 13 bautismos, cuando prendí la televisión y vi..."
Bien, a diferencia de este pastor, es que a veces me siento y miro televisión. Compro paquetes de saladitos, Chetos en mi mano izquierda, un pote de helado en la mano derecha y, no estoy pasando por los canales, ni asistiendo el canal adventista 3ABN. A veces, permanezco en el canal FOX.
Tan reciente como ayer en la noche, yo estaba pasando por los canales (¡realmente!) y oí un predicador de TV contar una historia sobre comer una pizza con su hijo. Él comenzó la historia con esta declaración: "No he comido pizza por 2 años, mas para estar con mi hijo, viole mis padrones de salud y..."
¿Qué necesidad tenía de explicar cuánto tiempo había pasado desde la última tajada de placer?
Como la mayoría de los peregrinos, él quiso preservar una apariencia de perfección. Pero es claro que, todos nosotros sabemos eso, es una tontería. La verdad es que nadie es perfecto.
Si usted pudiese aceptar esa verdad, entonces estará listo para tomar parte en esta jornada por las páginas de la Biblia, que nos informan al respecto del triunfo sobre las dificultades como soledad, resentimiento, orgullo y culpa.
Los muertos más honrados de Dios
Nuestro primer paso en esta jornada, comienza con una excursión a la "Abadía de Westminster de Dios". En Londres, hay una gigantesca catedral de mil años llamada Abadía de Westminster, construída en forma de cruz. ha sido el local de coronaciones, desde 1066, y de otras numerosas ocasiones reales. Todavía funciona como una iglesia dedicada a la adoración regular y para celebraciones de grandes eventos en la vida de la nación. También es donde Inglaterra sepulta a sus súbditos más honrados: reyes, estadistas, soldados, científicos, poetas, músicos y eruditos. La élite es sepultada en la Abadía.
De cierto modo, Dios también tiene su Abadía de Westminster. Queda situada en Hebreos 11. Es donde usted encuentra los santos, los cuales Dios más honra. ¿Quién tiene el privilegio de tener un lugar especial en ella? ¿Usted supone que es solamente para peregrinos sin problemas? Vamos a dar una mirada.
"Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella." Hebreos 11:1-4.
Ninguna sorpresa todavía. Abel es el primer peregrino que hace parte del rol de honra de Dios. Al final de cuentas, él fue el primer mártir. Prosigamos la lectura:
"Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan." Hebreos 11:5,6.
Nuevamente, no hay ninguna sorpresa para encontrar entre los muertos más honrados por Dios. Recuerde que Enoc caminó con Dios.
Pero ahora nuestra excursión da un extraño giro.
"Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe." Hebreos 11:7
Con permiso, pero ¿Escuche que Noé está incluido entre los muertos más honrados por Dios? ¿No es aquel mismo sujeto que celebró el fin del diluvio embriagándose?
¿Cuánta confianza usted tendría en un evangelista que conmemora una próspera serie de conferencias, embriagándose? Pero incluso así, Dios lo considera especial. Al final de cuentas, él está sepultado entre los muertos más honrados.
Ahora note este próximo sujeto:
"Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido. Por lo cual también, de uno, y ése ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar." Hebreos 11:8-12
Por qué Abraham tendría que tener un medalla con cinco estrellas puesta en su frente, si él fue un fracaso espiritual! Pues mintió al gobierno en cuanto a la situación de su esposa y fue deportado del país! Eso es peor que ser deshonesto en el informe anual de impuestos!
Y el próximo nombre es peor todavía:
"Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey. Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón. Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible. Por la fe celebró la pascua y la aspersión de la sangre, para que el que destruía a los primogénitos no los tocase a ellos. Por la fe pasaron el Mar Rojo como por tierra seca; e intentando los egipcios hacer lo mismo, fueron ahogados."
Toda esa lisonja para un asesino. Por favor, discúlpenme!
Y podríamos proseguir. Después vino Rahab, la prostituta. Entonces vino Sansón, el sujeto a quien le hace falta la Dra Laura, el Dr Phil, la Dra Ruth - cualquier doctor! Y no nos olvidemos de David; él está incluido entre los más honrados por Dios. Él no fue tan sólo un adúltero, sino un asesino (Y pensar que él hizo todo eso en cuanto era el presidente de la Asociación General!)
APRENDIENDO DEL PEREGRINAJE
Tú puedes aprender mucho en museos, y esa no es ninguna excepción. De las muchas lecciones que podemos extraer de este capítulo, déjenme realzar 3:
1. En nuestras flaquezas, Dios nos hace fuertes
Hebreos 11:34 nos informa que la línea que costura todas las historias sórdidas de los santos es: SACARON FUERZAS DE DEBILIDAD.
James Gordon decía: "Tenemos ojos de murciélago para nuestras propias faltas y de águila para las faltas de otros"
Ciertamente no nos gusta ver nuestras faltas y hasta tenemos temor de ser ridicularizados por ellas, pero quizás, puedan ser, nuestras mayores fortalezas.
Recientemente, oí la historia de un muchacho de 10 años de edad que comenzó a practicar judo, a pesar de haber perdido el brazo izquierdo en un accidente automovilísitico. El muchacho se inscribió para entrenar con un viejo maestro japonés. Aunque estaba teniendo un gran progreso, él se sentía muy frustrado porque, luego de tres meses de entrenamiento, el maestro le había enseñado solo un movimiento.
- ¡Maestro!- protestó respetuosamente el muchacho- por qué no puedo aprender otros movimientos?
- Continúa perfeccionando ese movimiento. Eso es lo importante - respondió el maestro.
Sin entender nada, pero confiando completamente en el profesor continuó con el entrenamiento. Después de varios meses, estaba listo para su primera competición.
Sorprendiendo a todos, inclusive a sí mismo, el muchacho venció con facilidad las primeras dos luchas y avanzó a las semifinales. La siguiente lucha fue más difícil, pero después de algún tiempo, su contrincante se puso nervioso por no poder vencer rapidamente al muchacho que tenía un solo brazo. El muchacho de forma muy ágil, usó su movimiento y tuvo la victoria.
Impresionado con su inesperado éxito, él ahora estaba en las finales. Esta vez, su rival era más rápido, más fuerte y tenía más experiencia. En la mayor parte del tiempo que duró la lucha, el muchacho parecía estar fuera de combate. Preocupado con la seguridad del muchacho, el árbitro intentó para la lucha.
- ¡NO!- insistió el maestro- Deje que la lucha continúe. Mi muchacho aún esta de pie.
Poco después, el rival bajo la guardia. Inmediatamente, el muchacho usó su único movimiento y le dio un Nockaut. Entonces el muchacho recibió el trofeo de primer lugar en aquella competición.
Volviendo a casa, él y su maestro discutían cada movimiento de cada lucha. Entonces el muchacho le hizo una pregunta intrigante:
- ¿Maestro, como gané el torneo, si tan solo sabía un movimiento?
- Tú venciste por dos razones: Primero: Tú casi perfeccionaste uno de los golpes más desafiantes del judo. y Segundo: La única defensa conocida para ese movimiento es que tu rival agarre tu brazo izquierdo.
La mayor debilidad del muchacho se habia convertido en su mayor fuerza.
¿Recuerdas la historia de querer castigarte por tus propias faltas? La verdad es que eres una combinación perfecta de fuerzas y debilidades. Abraza ambas; porque Dios puede obrar hasta incluso cuando no te sientes apto o cuando te sientes inadecuado.
El apóstol Pablo una vez escribió así:
"Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte." 2 Corintios 12:9, 10.
2. En nuestras pruebas somos llamados a tener fe
En Hebreos 11:39 encontramos otro elogio, común a todos los peregrinos imperfectos. Después de una descripción gráfica, en los versos 34-38 de las horrendas pruebas que estos santos soportaron, el autor nos dice: “Ahora bien, todos estos obtuvieron buen testimonio por su fe"
Ahora bien, ¿por qué todas esas personas reposan en la abadía de Westminster de Dios? Porque en las pruebas ellos demostraron grande fe.
Una de mis historias favoritas de fe es la de Josh Howell. Él es el hombre que sujeto la manzana para el medallista de oro olímpico, Darrel Pace. Fue una exhibición de arco y flecha con el reportero de ABC en el Central Park, Nueva York. Lanzando flechas de acero, Pace dio en el blanco sin fallar.
Entonces él pidió un voluntario.
- Todo lo que tienes que hacer e sujetar esta manzana a la altura de la cintura - Dijo Pace. Josh Howell dio un paso al frente. Él permaneció de pie allí con una pequeña manzana en la mano (y una mayor en la garganta...rsrsrsrs), Pace miró a 27 metros de distancia, mientras el público lo admiraba.
Entonces, ¡Tchum! Pace lanzó un golpe certero que explotó la manzana antes de golpear el blanco que estaba atrás. Todos aplaudieron a Howell que estaba muy emocionado, hasta que el operador de cámaras se aproximó con una ojitos de perro sin dueño:
- Lo siento mucho Howell - dijo él camarógrafo - No grabé eso. Tuve un problema con mi focalizador. ¿Tú podrías repetir la escena?
3. En nuestra fe, somos hechos perfectos
Note cómo ese capítulo termina: "Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros."
Note que, Dios asume la responsabilidad de hacernos perfectos. El plan de Dios para su pueblo es que sea hecho perfecto. Frecuentemente, cerramos los dientes y procuramos hacer lo mejor para ser perfectos. Pero es muy frustrante. Dios dice:
- Ese es mi trabajo. Yo asumiré la responsabilidad de transformarte.
¿Cuál es entonces nuestra responsabilidad?
Tenemos que ejercer fe. Tenemos que creer que Dios nos transforma. La batalla no está en intentar parar de pecar. La batalla está en continuar confiando. Dios hace el cambio, si nosotros confiamos.
El libro infantil Little Lord Fauntleroy cuenta la historia de un niño de siete años de edad, que fue a vivir un tiempo con su abuelo. Aunque el hombre tenía la reputación de ser extremamente malo y egoista, el pequeño lo trató con cariño. En una y otra ocasión, el niño lo elogió, buscando sólo cosas positivas para decirle.
- ¡Oh abuelo! - decía con admiración - ¡cómo te deben amar las personas. Tú eres tan bueno y amable en todo lo que haces! Y sin importar cuán desagradable era el anciano, el nieto veía lo mejor en todo lo que él hacia.
Finalmente, el amor incondicional del niño ablandó el corazón del viejo hombre insoportable. El abuelo no podía resistir la confianza incondicional que el niño tenía en su bondad. Como resultado el comenzó gradualmente a cambiar sus modos y, con el tiempo, él se convirtió en una persona abnegada y feliz, como el nieto creía que él era.
Aunque es apenas un cuento de un niño y un abuelo ficticios, él capta la verdadera historia de todos nosotros. Al igual que el abuelo, usted y yo podemos cambiar. Podemos tornarnos abnegados y amables - así como Jesús. Pero permítame decirle una cosa: Ese cambio no ocurre intentando cambiar. Eso es tan infructífero y frustrante como intentar quedar bronceado en un cuarto oscuro, apretando los dientes y los puños cantando: Yo quedaré bronceado por el sol, Yo quedaré bronceado por el sol.
Normalmente, intentamos cambiar, y realmente luchamos al máximo con la tentación de procurar el método para ser perfectos!
- Yo no voy a beber, no voy a chismear, no voy a comer aquella torta, etc, etc.
Es muy simple, para broncearse usted debe exponerse al sol.
De igual manera, para superar el pecado es necesario ir a Jesús. No desperdicies tu tiempo intentando ser santo. En vez de eso, vive en su presencia santa. Entonces, al vivir con Jesús, tú cambiarás. Él te perfeccionará en su rectitud.
Elena White habla sobre eso de esta forma: "Cristo murió por nosotros, haciendo plena y abundante provisión para nuestra redención.. Aunque por nuestra desobediencia mereciamos el dolor y la condenación. Él no nos abandonó, no nos dejó luchar con el poder del enemigo con nuestra fuerza finita. Ángeles celestiales batallan por nosotros; y cooperando con ellos, podemos ser victoriosos sobre las fuerzas del mal. Confiando en Cristo como nuestro Salvador personal, podemos ser más que vencedores, por medio de aquel que nos amó." Romanos 8:37 HD, 55
Realmente, es posible superar nuestros problemas, pero eso no sucede por nuestro propio poder. Somos vencedores porque confiamos en Cristo.
Ahora, vamos a ampliar ese concepto de fe en la vida real. En 1930 en una isla en Filipinas, un hombre llamado Frank Laubach escaló hasta la cima del monte Signal Hill. Él se sentía dolido por un sentimiento de decepción en la vida. Su carrera era un fracaso a sus propios ojos, él esperaba ser el rector de una Universidad. Y tuvo la oportunidad, pero mostrando caballerosidad, votó en su oponente y perdió el cargo por un voto. Tres de sus hijos murieron de malaria. Por problemas de salud, su esposa y su único hijo vivían a 900 millas de distancia. Las personas a quienes estaba intentando ayudar lo rechazaban. Dios parecía estar muy lejos. Aunque había tenido una buena educación teológica, Laubach imaginaba a Jesús como un buen hombre, que vivió mucho tiempo atrás y nada más.
Desesperado, se sentó en la cima de la montaña e intentó hablar con Dios. Fue cuando algo misterioso le sucedió. Él cree - y tu puedes creer si quieres - que Dios comenzó a hablar con él.
A veces, sentimos dolor e importencia por que quisimos lograr y no conseguimos y pensamos que, con seguridad fue algún error del pasado que vino a impedir nuestra alegria presente. Como decía Tomas Grey: "Si las faltas del mejor hombre fuesen escritas en su frente, él se cubriría los ojos con el sombrero".
Pero Dios siempre tiene nuevas sorpresas y oportunidades.
Así que, Dios lo invitó a hacer algo por el resto de su vida: Dedicarse a caminar con él. El objetivo era hacer de cada hora una conversación initerrumpida, interna con Dios y estar sometido a su voluntad.
Durante los 40 años siguientes Frank Laubach se dedicó a vivir y caminar con Dios. Frank escribió esto:
"El descubrimiento más maravilloso que ya sucedió conmigo es que no tengo que esperar al futuro por aquella hora gloriosa. No necesito cantar: Oh eso sería la gloria para mí.- y esperar por la vida eterna. Ahora puede ser el cielo. Cualquier hora y cualquier persona puede ser tan rica como Dios! Hoy, Dios está transformando vidas humanas. Es por eso que hay tantas. En este momento hay millones de personas experimentándolo alrededor del mundo. Y su pregunta es: Hasta cuándo este hombre o aquella mujer me permitirá proseguir con mi obra en su vida?"
¿Hasta cuándo?
Frank Laubach dedicó su vida a esa cuestión. Él se tornó muy práctico, usando imágenes, anotaciones, Biblia, cuadros, sonidos y cualquier cosa que lo ayudase a recordar vivir en la presencia de Dios. En sus libros, él esbozó varias maneras de ayudar a su mente, minuto a minuto, a percibir que Dios estaba con él todo el día.
Lejos de convertirse en un ermitaño, esa sociedad con Dios colocó a Laubach de vuelta al mundo y lo transformó en una bendición increíble para otros. Él creyó que la prueba de la verdadera vida espiritual es llevar alimento al necesitado, visitar al enfermo, donar donde hay pobreza, servir donde hay precariedad.
Fue eso lo que sucedió con Laubach. Él se convirtió en el líder del movimiento de alfabetización mundial. La frase: "Cada uno enseñando a uno" se originó con él. Se convirtió en consejero de presidentes norteamericanos. También fue uno de los primeros formuladores de la política externa de EEUU después de la segunda guerra mundial, especialmente en el plan de reconstruir las ciudades arrasadas por la guerra.
El secreto de Laubach era simple: Él aprendió a caminar con Dios. Él se colocó los zapatos de la fe, de modo que todo momento era una experiencia de confianza en Jesús. Él vivió de forma simple, profunda y continua, un dia a la vez, en comunión con Cristo. Así como Enoc, él caminó con Dios.
Si Dios estuviese introduciendo a los santos de los días modernos en su "Abadía de Westminster", no queda duda de que Frank Laubach tendría una placa de honra allí.
Por su debilidad, él fue hecho fuerte. En sus pruebas, el fue llamado a creer. Por su fe en Dios fue hecho perfecto. Frank Laubach descubrió la perfección de Jesús - y meditó en él a cada momento.
"Cuando Satanás quiera llenar vuestra mente de abatimiento, lobreguez y duda, resistid sus sugestiones. Habladle de la sangre de Jesús, que limpia de todo pecado. No podéis salvaros del poder del tentador; pero él tiembla y huye cuando se insiste en los méritos de aquella preciosa sangre. ¿No aceptaréis, pues, agradecidos, las bendiciones que Jesús concede? ¿No tomaréis la copa de la salvación que él ofrece, e invocaréis el nombre del Señor?… Si la bondad amante de Dios provocase más agradecimiento y alabanza, tendríamos más poder en la oración. Abundaríamos más y más en el amor de Dios, y él nos proporcionaría más dádivas por las cuales alabarle". (5TI, 296, 297)
Tú también puedes entrar en esa aventura. ¿Cómo? Por la fe.
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