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Alejandro Bullón
Alejandro Bullón
I - INTRODUCCIÓN
El texto presenta uno de los mensajes maravillosos que se encuentran en el corazón del gran Sermón de la Montaña.
Tiene que ver con las prioridades de nuestra vida. El modo como los hombres que no aman a Jesús encaran las cosas y la manera diferente como el pueblo de Dios debería hacerlo.
Este mensaje es la receta de Dios para librar a la humanidad de la ansiedad enfermiza que genera conflicto, angustia y desesperación. El mensaje explica que a pesar de que existen cosas necesarias como el alimento, el crecimiento y el vestido, Dios debe estar en primer lugar.
Analicemos un poco la estructura del texto bíblico que leemos (Mateo cap. 6):
• En el versículo 25 Cristo da inicio a la idea de que existe algo mucho más importante que la ropa, el alimento o el crecimiento. “¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?”
• Los versos 26-28 presentan tres figuras para ilustrar que Dios provee las cosas que son necesarias para el sustento de la vida.
• Los versos 30-34 repiten y enfatizan el pensamiento iniciado en el verso 25 concluyendo que lo mejor es “busca[r] primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.
Dios merece toda nuestra honra y alabanza por ser el Soberano Creador de los cielos y de la tierra. La gloria y honra le pertenecen por derecho propio. No las necesita. Somos nosotros los que necesitamos adorarlo y rendirle honra.
Esto nos proporciona seguridad y confianza ante las dificultades de la vida.
Al reconocerlo como Dios soberano y eterno, tendremos conciencia de que no estamos solos en esta vida. “Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre”
II - DIOS PROVEE LAS COSAS QUE SON NECESARIAS PARA SUSTENTAR LA VIDA
Esta verdad es ilustrada por Cristo con tres figuras de la naturaleza.
1. Las aves del cielo – versículo 26.
a) Las aves se duermen cantando y se levantan cantando. No viven preocupadas, ansiosas “no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros”.
b) Dios proveyó leyes naturales para ellas. “¿Quién prepara al cuervo su alimento, cuando sus polluelos claman a Dios, y andan errantes por falta de comida?” Job 38:41.
c) Pero esto no es una apología de la pereza, de la indolencia o de la presunción. No podemos hacer como cierto hermano que abandonó el trabajo para dedicarse “a la obra de Dios”, descuidando el sustento de la familia con la excusa de que “Dios cuidará de ellos”.
d) Jesús, al mencionar la ilustración de las aves, no estaba liberando al ser humano de la responsabilidad del trabajo.
e) ¿Usted vio cómo las aves se levantan temprano y salen a buscar el alimento?
Muchas veces tienen que volar largas distancias para conseguir un grano de comida. Es un trabajo constante y arduo, especialmente si tienen un nido con crías.
f) Lo que Dios está diciendo a usted y a mí es: “Hijo, tienes que ser diligente, tienes que trabajar bastante como los pajaritos lo hacen; muchas veces tienes que caminar largas distancias, levantarte a las 5 de la mañana, tomar el ómnibus y llegar a tiempo al trabajo a fin de traer el pan para los hijos. Lo que tú no puedes hacer es desesperarte o pensar que el pan es lo primero y lo último de la vida. Tú tienes que dormir y levantarte alabando mi nombre, cantando, como las aves del cielo porque yo
siempre tendré un grano de mostaza para ti”.
“Debido a la bondad de Dios hemos sido rodeados por innumerables bendiciones. Por doquiera hay pruebas de su amor. La naturaleza parece regocijarse delante de nosotros. Las bellas cosas del cielo y de la tierra expresan el amor y el favor del Señor de los ejércitos hacia los habitantes del mundo. La luz del sol y la lluvia caen sobre buenos y malos.
Las colinas, mares y planicies hablan elocuentemente al alma del hombre del amor del Creador. Es Dios quien hace florecer el capullo, quien convierte la flor en fruto, y es él quien suple todas nuestras necesidades diarias. No cae un gorrión sin que deje de advertirlo el Padre. Nuestra mente debiera elevarse en gratitud y adoración al Dador de toda dádiva y todo don perfecto”. AFC 145.
2. El Crecimiento Humano
Esta ilustración muestra la inutilidad de la preocupación humana. “¿Y quién de vosotros, por ansioso que esté, puede añadir una hora al curso de su vida?” – versículo 27 (BA).
La palabra griega traducida como “curso de su vida” es helekia que puede ser “estatura o edad”. Me gusta más la segunda aplicación. Si traducimos por “estatura” la idea no sería perfecta. ¿Puede alguien hacer alguna cosa para mejorar su estatura? Es bien posible que sí, especialmente si se es bien joven.
Pero, ¿puede alguien convertir 30 años en menos tiempo? Eso es imposible. ¿Percibió lo que Dios está diciendo?
Hay cosas en esta vida que no se pueden cambiar. ¿Por qué estar ansioso por ellas?
Pero esto tampoco es una defensa del fatalismo o del conformismo. Lo que Cristo está queriendo enfatizar es el hecho de que hay cosas en la vida que tienen que ser aceptadas y que la ansiedad respecto de ellas es una tontería.
3. Los Lirios del Campo – versículo 28.
¿Ya anduvo usted paseando por el campo y vio en la época de la primavera los campos floridos y perfumados? ¿Se agachó para sentir en su mano la belleza de una flor del campo? ¿Quedó extasiado pensando cómo puede Dios crear tanta belleza?
“Ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos”, afirma Cristo.
Ah, mi hermano, qué contraste entre Salomón y las flores del campo. 1 Reyes 10:1-10 muestra un poquito de esa gloria. Pero ni aun así se puede comparar con las flores del campo, bellas en la belleza de la naturaleza, bellas porque Dios las hizo así, bellas sin ansiedades, ni gimnasios, ni dietas, ni cosméticos, ni joyas o vestidos ostentosos.
El consejo divino es: “Hijo, no andes muy preocupado por la ropa o la apariencia o la comida o la edad en primer lugar. Recuerda las flores del campo, las aves del cielo, el proceso del crecimiento humano”.
III – PRIMERO DIOS
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia” – versículo 33.
¿Cómo podemos relacionar este consejo con la ilustración de las aves, de las flores y del crecimiento?
En primer lugar notemos que los tres presentan los tipos de necesidades humanas.
• La comida de las aves – necesidades vitales, indispensables.
• El vestido de las flores – necesidades “necesarias”.
• La edad – necesidad imaginaria. ¿Vale la pena que me preocupe por retroceder o avanzar en el tiempo?
Pero veamos en qué sentido es que Dios debe ser lo primero:
1. Las aves del campo, al nacer un nuevo día, la primera cosa que hacen es cantar, alabar a Dios, mirar el cielo azul, contemplar el sol con su resplandor matinal.
¿Usted ya vio un pajarito saltando en el agua de mañanita, con los primeros rayos de sol matinal?
Las aves no se levantan y salen a buscar comida como locas. Ellas buscan primeramente “el reino de Dios y su justicia”.
2. La persona que crece no crece en estatura ni en edad porque se preocupa o vive ansiosa.
a) Crece porque come. El crecimiento es una consecuencia. Ella se alimenta, el tiempo corre, los años vienen automáticamente.
b) ¿Usted percibe lo que Dios nos está queriendo enseñar? El bebé no nace e intenta correr y crecer. El bebé nace y lo primero que mueve es la boca en busca de alimento.
c) Cristo es la leche, el pan, la vida. “Buscad primeramente el Reino de Dios”. Esto es básico. El resto es consecuencia, “serán añadidas”.
3. Las flores del campo, ¿qué es lo primero que crece en una flor? ¿Son los pétalos, las hojas o el tallo?
a) No, todo eso es consecuencia. Lo primero es la raíz que va para abajo, profundo en la tierra a buscar la humildad, el agua vital.
b) Cristo es el agua. La flor no tendría la belleza mayor que “Salomón con toda su gloria” si primero no buscara el agua vital y salvadora.
Y esto es lo que Cristo nos está diciendo: “Buscad primero el Reino de Dios y su justicia”, la belleza, la apariencia, todo será añadido como una consecuencia.
IV – EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA
1. ¿Qué es el Reino de Dios?
Mateo usa la expresión “Reino de Dios” 31 veces. No expresa el “Reino de la Gloria”, sino el reino que Cristo vino a establecer entre los hombres, en los corazones, en las vidas, en la experiencia. El Reino de Dios en este contexto
es una forma de vida; pone a Cristo y su justicia por encima de todo.
2. Dios en primer lugar no es simplemente una expresión más.
En la administración de nuestro tiempo, él debe ocupar el primer lugar. Antes de pensar en el tiempo para nosotros, tenemos que pensar en el tiempo de Dios: el sábado.
En la alimentación de nuestro cuerpo; antes de pensar en nuestros gustos y apetitos, tenemos que pensar en él y en la manera como él quiere que cuidemos el templo del Espíritu Santo.
En la administración de nuestros talentos, antes de usarlos para nosotros, tenemos que pensar en cómo usarlos para Dios.
Igualmente debe ser con los tesoros. Dios primero, después yo.
3. El ser humano será feliz en la medida en que “busque el reino de Dios y su justicia”.
De otra manera su vida será siempre ansiosa y desesperada.
Correrá como loco buscando cosas que se ven; comida, vestimenta, posesiones y cuanto más tenga más buscará.
Es así como viven los hombres que no conocen a Dios. “Porque los gentiles buscan todas estas cosas”
Dios está hablando aquí de formas de vida diferentes. Los gentiles corren atrás de su tiempo, atrás de su dinero, atrás de sus apetitos y si sobra tiempo, piensan en Dios.
El pueblo de Dios es diferente: busca primero el Reino de Dios, las cosas de Dios. Trata de dar a Dios el primer lugar en su vida. Todo lo que necesita para vivir, Dios le da como una consecuencia de la relación de amor que existe entre ambos.
V - CONCLUSIÓN
Mi hermano, ¿Le gustaría decirle al Señor Jesús:
“Ayúdame a poner tu justicia en primer lugar, enséñame a vivir para ti, ayúdame a hacer de la cruz de Cristo el motivo de mi vida; toma mi tiempo, mis talentos, mi cuerpo y mis tesoros; en fin, Señor, toma toda mi vida”?.
(Llamado final...)
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