LECTURA BÍBLICA: Génesis 37:3, 4, 23-27, 36
¡Hola, amigo! ¡Hola, amiga! Es un placer estar aquí para iniciar una semana especial. Los mensajes fueron preparados pensando en usted y creo que estos temas cambiarán su vida para mejor. Estoy seguro de que el tema de hoy será una bendición para usted, para mí y para nuestra familia. Quiero que usted me escuche, no solo con sus oídos, sino también, y principalmente, con su corazón.
José era un joven hebreo que vivió aproximadamente dos mil años antes de Cristo. Nació en una buena familia y, rápidamente, demostró inteligencia y visión. Movidos por la envidia irracional, sus hermanos lo vendieron como esclavo a habitantes de otro país.
En su nuevo destino, tuvo que sufrir en silencio y adaptarse a las condiciones totalmente opuestas a las que estaba acostumbrado. José pasó por experiencias traumáticas, de intenso estrés. Sin embargo, salió con honor de esa dura prueba y llegó a conquistar objetivos más elevados.
¿Cómo logró José preservar la salud mental delante de tanta adversidad?
Él ejerció una fe auténtica en Dios durante décadas de pruebas; le suplicó al Creador el poder sobre- humano que necesitaba para salir de tanta opresión; oró diariamente y mantuvo contacto con Dios en los momentos de angústia. Por encima de todo, José mantuvo viva la esperanza de que algún día el dolor pasaría y de que su Dios tenía un final feliz para su vida. José decidió actuar como una figura de transición. Tenía todo para no perdonar, para reclamar y para asumir intereses emocionales impagables, pero decidió pagarles a todos de una manera completamente diferente a lo que había recibido. El relato completo se encuentra en Génesis, capítulos 37 y 39 al 50.
LOS TRAUMAS DEL PASADO PUEDEN PRODUCIR:
Complejo de inferioridad: el yo recibe gran parte del impacto traumatizante, y la persona pierde seguridad en sí misma y manifiesta complejo de inferioridad e inseguridad.
Dificultad para realizar actividades normales: la persona afectada se siente incapaz de alcanzar objetivos simples. Por ejemplo: las personas que han sido víctimas de abuso sexual acostumbran a tener dificultad para relacionarse íntimamente; las personas que fueron atacadas por animales, o fueron asaltadas, o sufrieron algún accidente grave, pueden desarrollar fobias o tener ataques de pánico.
Tendencias paranoicas: la persona traumatizada demuestra desconfianza en el ambiente y puede interpretar las actitudes neutras de las otras personas como una emboscada en su contra y considerarse víctima de agresión o persecución.
Depresión: el acontecimiento traumatizante puede ser percibido como una pérdida (pérdida del honor, pérdida de un ser querido), y toda pérdida trae consigo el riesgo de los síntomas depresivos.
Anorexia y bulimia: hay también una clara correlación entre ser víctima de abuso sexual y trastornos alimenticios, en especial la anorexia y la bulimia.
CÓMO SUPERAR LOS TRAUMAS
Asuma el pasado y enfóquese en el futuro: no se puede cambiar el pasado. Es inútil culpar a los hechos o las personas que ejercieron esa influencia negativa en usted. Si se estanca en el pasado, no podrá mirar al futuro con la confianza necesaria. Además, es bueno recordar que nuestra mente no posee un recurso perfecto de grabación de datos. Nuestras memorias reconstruyen eventos pasados, y esas memorias son afectadas por nuestros sentimientos y por la comprensión que tenemos de ellas en el tiempo presente.
Hable sobre el acontecimiento traumático: hablar o escribir sobre el acontecimiento que causó en trauma, en un ambiente seguro y tranquilo, es un paso importantísimo. Busque una persona de confianza y cuéntele lo que sucedió. Si usted no procesa los pensamientos que lo lastiman, estos se repetirán. Y lo que no se puede decir no se podrá olvidar.
Intente perdonar: el dolor y el rencor nos hacen rehenes del pasado y mantienen en el recuerdo algo que sucedió hace mucho tiempo. De esta manera, los mayores perjudicados con esos sentimientos son ellos mismos. El perdón, sin embargo, no siempre es espontáneo, ya que nuestra capacidad de amar (amar y perdonar) es limitada. Busque a la Fuente de perdón, el Dios de amor, quien, de acuerdo con el evangelio, desea que seamos sus amigos y puede facilitar la superación del pasado que nos acecha. Recuerde lo que dice la oración que el mismo Jesús enseñó: “...perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores” (Mateo 6:12).
En ese contexto, un excelente consejo bíblico es:
“Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta” (Filipenses 3:13, 14).
En este mundo, es imposible eliminar (por lo menos por ahora) todas las situaciones traumáticas.
Por más resiliente que sea la persona, el sufrimiento algún día toca a la puerta y le trae el dolor. ¿Por qué las cosas tienen que ser así?
EL MUNDO ES UN CAMPO DE BATALLA
La Biblia deja claro que este mundo es el campo de una batalla que sucedió lejos de aquí, en el cielo.
En Ezequiel 28:13 al 19 e Isaías 14:12 al 14, se describe el encendedor de este conflicto: el orgullo y la vanidad.
Lucifer era un ángel perfecto creado por Dios. En realidad, era una especie de jefe de los ángeles, amado y respetado por todos. Lo que ocurrió es que, en algún momento, de manera misteriosa, la envidia comenzó a nacer en su corazón y él deseó la posición que le pertenecía únicamente a Creador. Él tenía todo, pero quería ir más allá. Hasta que decidió no prestarle más reverencia al eterno y comenzó a cuestionar el gobierno divino y la ley sobre la cual se asienta ese gobierno.
En Apocalipsis 5:11 se menciona que existen millones de ángeles. Muchos de ellos también comenzaron a dudar y otros tantos decidieron unirse al rebelde.
¿Era Dios real- mente un tirano como Satanás decía que era? El hecho de tener leyes que sus criaturas debían obedecer ¿no era una prueba de su arbitrariedad? Para el ángel opositor, era como si los principios divinos y sus leyes fundamentadas en el amor fueran una obligación injusta.
Hay otros que van más allá y cuestionan:
¿Podría Dios haber creado un universo en el que no exista el mal? Vamos a intentar responder con otra pregunta: ¿Dios puede crear una rueda cuadrada? Eso no tiene sentido dado que el Creador no viola sus propias leyes y no trabaja con posibilidades ilógicas.
¿Podría Dios haber creado un Universo sin potencial para el mal? Sí, pero no este universo. Por lo tanto, de manera diferente a lo que algunos afirman, el mal no prueba que el Creador no existe, sino que prueba justamente lo contrario: que Dios existe y que nos dotó de libertad de elección.
Desgraciadamente, la tercera parte de los ángeles del cielo se unió a Lucifer (llamado después “Satanás”, que en hebreo significa, “enemigo”), fueron expulsados del cielo (Apocalipsis 12:3, 4, 7, 9), y vinieron a parar a nuestro planeta. Aquí Satanás utilizó en engaño para involucrar al primer matrimonio en su rebelión (Génesis 3:1-6).
Con mucha astucia e inteligencia demoníacas, el enemigo logró inocular en Eva el virus de su propia rebelión. Él sugirió que, si ella desobedeciera a Dios, sería una criatura superior y sería igual al Creador. Lucifer quería eso y logró convencer a la mujer para que quisiera eso también.
A causa de esto, podemos decir que este planeta es un campo de batalla. Continuamente, los ángeles buenos y los malos se disputan la influencia sobre nosotros.
Siempre debemos recordar que:
“... No tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:12).
Siempre existen situaciones traumáticas en una guerra. Si tiene dudas, pregúntele a un excombatiente.
A pesar de todo, nuestro general está personalmente empeñado en nuestra salvación, aunque tengamos que cargar con alguna que otra herida de guerra. Además, el General ya anunció el final de esta guerra, cuando él vuelva a buscarnos.
Cuando Satanás logró involucrar a Adán y Eva en la rebelión, pensó que le había hecho jaque mate al Creador. Después de todo, la pareja sabía que “la paga del pecado es la muerte” (Romanos 6:23). Como habían pecado por elección propia, los dos merecían morir para siempre.
Si Dios los destruía, el enemigo le diría algo así a todos los seres creador: “¿Lo ven? ¿No les dije que él es tirano y malo?”. Sin embargo, como conocía la misericordia divina, el ángel caído esperaba que Dios pasase por alto la actitud desobediente de los transgresores.
En ese caso, Satanás acusaría al Creador de ser incoherente e infiel a su propia palabra. Y, si podía ignorar la culpa de los dos humanos, ¿Por qué no podría ignorar también la de él?
Sin embargo, el rebelde no contaba con algo sorprendente que lo hizo callarse. Sí, la paga del pecado es la muerte, y alguien tenía que pasar por la muerte eterna por eso, pero no serían Adán y Eva. Dios, en la persona de Jesús, moriría en lugar del pecador, asumiendo toda la culpa y rebelando de manera grandiosa hasta qué punto el General estuvo y está dispuesto a ir por amor a sus hijos.
Es por eso que él tiene autoridad moral para decir: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descan- sar” (Mateo 11:28).
La persona que confía en las promesas divinas sabe que “... A los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien” (Romanos 8:28).
Entonces, entienda y acepte que no es Dios quien origina el mal, pero él usa todo lo posible para que esas experiencias en el campo de batalla contribuyan para su crecimiento y salvación eterna.
LLAMADO
¿Desea confiar más en el Padre? ¿Desea experimentar la paz que él puede conceder a todo aquel que cree en él?
No importa el peso que usted esté cargando, sepa que usted pueda liberarse de todo eso y comenzar de nuevo, sin peso, curado y feliz. Póngase de pie y, junto a sus amigos, oremos para pedirle a Dios esa bendición sobre nuestra vida.
Permítame decirle: Usted es muy especial para Jesús pues, delante de él, todos somos iguales. Dios tiene un lindo plan para su vida. Mientras yo hablo con usted, Jesús está aquí a nuestro lado, tomando su mano. Él quiere conducir sus pasos a partir de ahora; por eso, no ten- ga miedo de tomar una decisión, Dios le dará fuerzas. Hoy es el día de comenzar una nueva etapa en la vida; es hora de comenzar a escribir su nueva historia. Ponga a los pies de Jesús todas sus angustias, comience hoy una nueva vida, sepulte todo lo pasado y comience ahora una caminata de victorias. ¿Quiere eso para su vida? ¿Quiere que ore por usted?
Entonces escuche esta bella alabanza y voy a orar por usted.
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