Hetty aprendió a amar el dinero desde su infancia. Cuando su padre murió le dejó un millón de dólares en efectivo y cuatro millones en propiedades e inversiones. Llegó a preocuparse tanto por el dinero, que se convirtió en su esclava. Hetty tenía miedo de los ladrones, asaltantes, y tomaba siempre extremas precauciones.
Tendía la cama y dormía debajo de su catre por si alguien intentaba asesinarla. En viajes cortos usaba un coche construido de madera, en viajes largos usaba el tren, viajaba de pie, porque le costaba más barato.
Hetty comía la avena remojada en agua fría porque no quería gastar en combustible. Cuando su hijo se hirió una pierna pasó tanto tiempo buscando atención médica gratuita, que tuvieron que amputarle la pierna.
Cuando Hetty murió dejó una fortuna de 100 millones de dólares que la heredó a su hija, que era tan avarienta como ella. Fue una de las mujeres más ricas del mundo, que nunca aprendió a compartir, ni a administrar su dinero.
Cuando el dinero llega a ser lo más importante en la vida, no podemos ser felices y si no buscamos la sabiduría de Dios, tampoco podemos administrar adecuadamente los recursos.
La bendición de Dios, y una sabia administración, nos permiten disfrutar y compartir sabiamente en forma inteligente, mediante un presupuesto, todo aquello que hemos recibido.
I. Qué es y cómo se hace un presupuesto
“Porque ¿cuál de vosotros, queriendo edificar una torre, no cuenta primero sentado los gastos,...?” Lucas 14:28.
“Con sabiduría se edificará la casa... y con ciencia se henchirán las cámaras...” Proverbios 24:3, 4.
El presupuesto es el análisis e identificación de las fuentes de ingresos, haciéndolos coincidir con la elaboración de una lista de gastos del mes.
Con un presupuesto, sabes qué puedes hacer, a dónde quieres llegar; se evitan deudas y gastos innecesarios. Vive un programa más seguro.
Sin un presupuesto no puedes planear, actúas con suposiciones e inseguridad, son más frecuentes las sorpresas desagradables y no puedes hacer planes a largo plazo.
II. Identificando las fuentes de ingresos
Nota: Por supuesto, lo que vamos a hacer enseguida es algo imaginario; solo para fines de ejemplificar lo que estamos diciendo. Cada hogar/familia tiene que elaborar su propio presupuesto. Cada caso tiene sus propias entradas, y también sus propios gastos.
Las necesidades de uno y otro, las preferencias también son distintas... pero notemos el ejemplo.
(En este caso suponemos que trabajan el papá, la mamá y un hijo, con salarios mensuales. Además, en este caso tienen una pequeña casa de renta).
III. Identificando los gastos mensuales
(Vamos a incluir los diezmos y ofrendas, aquí, para fines de ejemplo; y los vamos a poner en primer lugar, a fin de recordar que siempre Dios es primero).
1. Diezmos.
2. Ofrendas (Esta familia decide dar el 8% de sus ingresos como ofrenda a Dios.).
3. Renta.
4. Colegiatura
5. Gastos públicos
6. Alimentación
7. Auto (gas/mantenimiento)
8. Ropa, zapatos
9. Imprevistos/salud
10. Ahorros
11. Otros
Total de gastos
- Nótese que el total, tanto de ingresos como de los gastos, son iguales.
- Así como hay entradas fijas, también hay ingresos variables. Por ejemplo: los ingresos de un comerciante, a menos que se asigne un salario, los ingresos del negocio siguen siendo variables. De la misma manera los gastos, algunos son fijos y otros variables. Por ejemplo: el gasto mensual de ropa y calzado. Aquí la sugerencia es que se haga la provisión mensual, y en base a la disponibilidad del fondo se va haciendo uso del mismo.
- No se olvide, el presupuesto es como los zapatos, “a la medida”. Cada familia debe elaborar su propio presupuesto.
- No se puede seguir un presupuesto de un mes a otro, sin haber tenido experiencia. Poco a poco se va identificando el tamaño del presupuesto, hasta que lo adoptamos como una guía segura para la administración de nuestro dinero.
- Una vez que el presupuesto está hecho, no es garantía de seguridad financiera. Es como el camino, ya lo encontraste, ahora hay que seguirlo hasta llegar al destino. Una vez hecho el presupuesto, se requiere de mucha fuerza de voluntad (puede haber excepciones) para seguirlo. Se deben evitar antojos, y cada concepto debe circunscribirse a su propia provisión.
CONCLUSIÓN
“La Palabra de Dios denuncia el amor al dinero como la raíz de todos los males. El dinero en sí mismo es el don de Dios al hombre, para que éste lo utilice con fidelidad en su servicio...Las Escrituras enseñan que la riqueza es una posesión peligrosa únicamente cuando se la hace competir con el tesoro inmortal... Las Escrituras declaran que Dios es el que da el poder para conseguir riquezas. Esta habilidad es un talento precioso si se lo consagra a Dios y se lo emplea para promover su causa” (CMSC, 144, 145).
MI DECISIÓN
Recordemos que después de devolver a Dios lo que es suyo, debemos esperar la bendición que él ha prometido y añadir una sabia administración de nuestra parte.
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