Madre: Sí, recuerdo esa locura, ¡pobre Zebedeo!
Hijo: No fue locura, mamá. Yo los vi y descubrí que ese extraño ¡era Jesús!
Hija: ¿Quién es ese Jesús? Por tu entusiasmo parece ser alguien importante. Cuéntame que estoy curiosa.
Hijo: Sí, mamá, ese es Jesús (enseguida, demuestra estar pensativo y triste).
Hija: ¿Por qué te pones así? Pareces estar triste. Ya sé, tú querías recibir la invitación de ser uno de los discípulos, ¿es así?
(Puede usar el micrófono o presentar un PowerPoint del tiempo de Jesús o presentar hablando directo al auditorio como si predicara a la iglesia).
Cuando JESÚS estuvo aquí, llamó a doce hombres para que sean sus discípulos. Quería enseñarles a ser “Pescadores de hombres”, y también, a orar y hablar del reino de los cielos. Muchas de sus enseñanzas fueron por ejemplo y con palabras sencillas que todos comprendían.
Imaginen el privilegio de estar cerca de Jesús y disfrutar de su compañía. Jesús era dife- rente, atraía a todos, hasta a los niños les gustaba escucharlo y estar cerca de él. Ellos se sentían importantes cuando estaban cerca de Jesús, porque él veía en los niños algo que muchas veces faltaba en los adultos: amor verdadero y confianza, que son puntos importantes para ser un discípulo.
La Biblia dice: “Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos”. Mateo 18:2, 3.
Siempre que un niño se acercaba a Jesús, él le enseñaba algo que era una oportunidad para que ese niño fuera en el futuro un verdadero discípulo.
En cierta ocasión, usó cinco panes y dos peces de un niño para hacer un milagro. Ese niño aprendió muchas lecciones, especialmente sobre generosidad (ver Juan 6:9-11).
En la Biblia tenemos muchos otros ejemplos de niños que desde pequeños aprendieron y eligieron servir como discípulos; demostrando fe y confianza en el Dios Creador.
Esto muestra que no existe edad para ser un discípulo, pues las actitudes positivas adquiridas en la infancia, reflejan el carácter durante toda la vida.
Escuchen a algunos pequeños discípulos de la Biblia:
JOSÉ: (Entra vestido como en los tiempos antiguos y dice): Soy de una familia grande de 12 hijos. Mis hermanos me rechazaban. Un día, me arrancaron mi túnica, la rompieron y me echaron en un pozo. Después, me vendieron como esclavo. Aún así decidí ser fiel donde quiera que fuera. Pasé por muchas dificultades y vencí. Con la ayuda de mi Señor, llegué a ser gobernador de Egipto.
PRESENTADOR O NARRADOR: Escuchen lo que dijo faraón sobre José en Génesis 41:40, 41 y 42. La historia de José nos enseña que hacer lo que es correcto y esperar por el Señor es la mejor elección de nuestra vida. Dios tiene planes perfectos y maravillosos para cada niño que confía en él y decide obedecerlo. Espera que seamos leales a su Palabra.
Escuchemos las próximas historias con lecciones importantes.
MOISÉS: (Entra vestido como Moisés adulto) Siempre tuve una gran amistad con mi Dios. Cuando era bebé me colocaron en un cesto dentro del río Nilo. La princesa de Egipto me encontró, pero mi propia madre me crió. Ella me contaba las lindas historias del amor de Dios. Yo sabía que en poco tiempo estaría lejos de casa, viviría como príncipe de Egipto, pero en mi corazón serviría a Dios.
PRESENTADOR O NARRADOR: Veamos lo que nos dice Éxodo 2:9 y 10. Es verdad que son pocos los detalles que la Biblia nos da al respecto, pero nos deja una lección profunda de ese pequeño discípulo, de que las enseñanzas recibidas en la infancia pueden dar frutos para toda la vida.
SAMUEL: (Entra con ropa de la época). Cuando era pequeñito, oí la voz de Dios porque mi fe era muy grande. Yo estaba lejos de mis padres, pero me sentía feliz por servir al Señor. Aprendí mucho al lado del sacerdote Elí; Dios siempre estaba conmigo.
PRESENTADOR O NARRADOR: Qué lecciones maravillosas podemos extraer de la historia de ese “pequeño discípulo” quien, aunque lejos de casa, sin el privilegio de estar en compañía de su familia, era obediente y muy fiel a Dios. Samuel podría haberse puesto rebelde por estar lejos de casa, por no poder elegir su profesión y su futuro, pero, al contrario, él se sentía feliz por servir en la casa de Dios y obedecer todo lo que Elí le pedía. Debemos ser como Samuel, siempre obedientes a Dios y vivir en comunión con él. Así podremos oír su voz. Leamos lo que dice la Biblia:
“Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye”. 1 Samuel 3:10.
NIÑA CAUTIVA: (Entra vestida como niña cautiva). Estuve en una situación muy difícil, estaba
PRESENTADOR O NARRADOR: La niña cautiva nos da un gran ejemplo de cómo debe actuar un “pequeño discípulo” (ver 2 Reyes 5:2). La pequeña tenía motivos de sobra para no gustar de su señor Naamán. Ella testificó acerca de Dios, le manifestó amor a aquél que la consideraba esclava. La niña le contó a su señora que había esperanza y que su Dios tenía suficiente poder para curar a su patrón. No sabemos el nombre de esa niña, pero el mundo conoció su actitud hacia Naamán y nos dio a todos una lección inolvidable de fe y amor.
DANIEL: (Entra vestido con ropa de la época). No fue fácil para mí tener que testificar bajo las órdenes de reyes y mantenerme firme ante la tentación de las comidas de la mesa real. Pero decidí permanecer fiel a la orden del Señor.
PRESENTADOR O NARRADOR: Ahora abramos nuestra Biblia en Daniel 1:8. Ese versículo menciona el momento cuando el “pequeño discípulo” Daniel resolvió ser diferente y hacer lo que era la voluntad divina. Pero, él y sus amigos probaron que los alimentos que Dios nos ofrece son siempre los mejores. Debemos seguir su ejemplo porque nuestro cuerpo pertenece por completo al Señor y él pagó un precio enorme por nuestra vida. Así, ser fiel como Daniel debe ser nuestro propósito cada día.
CONCLUSIÓN DEL PRESENTADOR O NARRADOR:
Por lo que observamos, los personajes citados realizaron maravillas por el poder de Dios y por una fuerte base espiritual en su infancia.
“Cuando los padres vean la importancia de la obra de educar a sus hijos, cuando vean que implica intereses eternos, sentirán que deben dedicar su mejor tiempo y pensamiento a esta obra” (Conducción del niño, 170).
Los próximos personajes somos nosotros: tú y yo.
Seguimos construyendo nuestra historia, cada uno tiene la oportunidad diaria de elegir ser un discípulo. La invitación que Jesús hizo a los doce se extiende a nosotros también. La Biblia da muchos ejemplos de niños que en circunstancias difíciles fueron fieles y honraron el nombre del Señor.
Buscar la comunión diaria con nuestro Padre celestial debe ser la prioridad en nuestra vida. Y esa comunión constante nos permitirá tener relaciones saludables con los semejantes y abrirá las puertas para hablar del amor de Jesús, y cumplir la misión que él confió a sus pequeños discípulos.
Hoy Jesús te hace una invitación especial para ser un discípulo. Acéptalo y prepárate para el banquete que él está preparando.
SUGERENCIA DE ALABANZA: (un niño del equipo de alabanza dice lo siguiente): Hagamos nuestra decisión y cantemos con alegría el himno 603 “Yo temprano busco a Cristo”.
ORACIÓN FINAL: Pastor o anciano (motivo de oración: Para que cada niño y aventurero sea un discípulo de Jesús, y que cada padre y madre motiven, apoyen y capaciten a sus hijos a ser pequeños discípulos hoy y grandes misioneros en el futuro).
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