Cuando la multitud la rodeó ella estaba a punto de quitarse la vida, después de estar tanto tiempo enferma, había hecho lo que sería su última oración, no daba más.
Es que en su tiempo una mujer con un desorden menstrual severo y crónico era una situación difícil, era literalmente una enfermedad que afectaba todas las áreas de su vida, ninguna se escapaba. No tenía esperanza en nada ni en nadie.
Texto base: Marcos 5:24-34
Hoy aprenderemos que la fe tiene sus recompensas en la vida eterna y aquí en esta tierra, y sus bendiciones se reciben en todas las áreas de la vida, especialmente la física y la espiritual.
LA MUJER DE ESTA HISTORIA ESTABA AFECTADA EN TODA SU VIDA:
Sexualmente... Maternalmente... Como ama de casa...
Espiritualmente...
No podía tocar a su marido.
No podía tener hijos.
No podía lavar, cocinar barrer, etc. fatigada y debilitada por su grave estado anémico
No podía participar en el templo (Impureza).
1. Físicamente estaba agotada y socialmente estaba desterrada
a. Marcos 5:26. La mujer había sufrido mucho a manos de muchos médicos, todos los especialistas la habían atendido y es posible que haya intentado todas las recetas inclusive, las caseras.
En los días de Jesús los médicos recomendaban 11 curas para esa dolencia, algunas eran supersticiosas y otras descabelladas, como aplicarse una cataplasma de cenizas y huevos de avestruz.
b. La señora había gastado todo para curarse. Y esto es terrible, añadir el problema financiero al problema de salud, complica las cosas y amarga más. Es como poner sal en la herida abierta. Las cobranzas de la clínica agravan todo.
c. Ella estaba peor, no había solución para su enfermedad, ahora era una desahuciada. Se despertaba a diario con un cuerpo que no deseaba. Ese día se le habían acabado las oraciones. Y el día que se encontró con Jesús entre la multitud estaba a punto, quizás de elevar la última oración pidiendo sanidad.
d. ¿No ha estado usted en esa situación, o lo está ahora? No hay remedio para su problema de salud, espiritual, personal, etc. Y usted, ya no sabe qué hacer, ni orar desea, pero sabe ¡Dios es el único que puede ayudarla! Amigo de la fe tiene sus recompensas.
Veamos la experiencia de esta mujer.
2. Tuvo un presentimiento de que Jesús podía ayudarla
a. Marcos 5:28. Y allí la multitud, se motiva con la presencia de Jesús. Y tiene un presentimiento loco de que Jesús puede ayudarla y una esperanza sublime que lo hará.
b. Amigos, uno no toma decisiones a veces a sola, o en la calle o en la casa, a veces tomamos maravillosas decisiones motivados por la presencia de Jesús, y aquí y ahora, Usted y yo podemos sentir su presencia invitándolos a tomar decisiones por Él.
c. Ella decidió arriesgarse, tocar a Jesús era también tocar a la gente, pero no le importó.
d. Es que ella no tenía que dar, solo ofrecer su dolor y su tragedia.
e. Esto es fe, tener un presentimiento loco de que Jesús puede ayudarnos y una esperanza sublime de que lo hará sin lugar a dudas. (Hebreos 11:1)
f. Hebreos 11:6. Hay que creer que Aquel que lo hizo todo, no nos abandonará y que aún envía luz a las sombras y que responde a los gestos de fe.
g. La fe es creer que Dios hará lo correcto. La fe no consiste en creer que
3. Dios hará todo lo que uno quiere.
a. Jesús la sanó y la salvó
b. Cuanto más sean sus aflicciones, más genuinas serán sus oraciones. La mujer estaba enferma, cuando su dilema se encontró con su decisión, ocurrió un milagro.
c. Extendió su brazo, pequeña participación. Se negó a aceptar su enfermedad un día más, y decidió ponerse en movimiento.
d. Un padre encargó a su hijo suplir de comida a la casa porque ya estaba viejo y cansado, el hijo salió al día siguiente a cazar y cosa increíble regresó pronto. Y trajo un conejo para el almuerzo. Al día siguiente salió otra vez de cacería, pero pasaron 8 horas y nada pasaba. El padre preocupado salió a buscarlo y sorpresa, lo encontró sentado y descansando junto a un árbol. El padre le preguntó qué hacía y el hijo le respondió, estoy esperando que otro conejo como ayer se golpee contra este árbol y muera para llevar la comida a casa.
e. Amigos y amigas la mujer enferma no se sentó a esperar, salió a buscar la solución, la curación, la esperanza. Algo que la sanara.
f. Usted tiene que hacer algo que demuestre su fe, así ocurrió con muchos otros.
Por ejemplo:
• Construyeron un arca y salvaron vidas.
• Soldados marchan y cae Jericó.
• Una vara en las manos, y los mares se dividen.
• Un almuerzo que un niño comparte y miles comen con un milagro.
Tenemos que decirle al mundo y a Dios de qué lado estamos.
En una ocasión un joven cristiano se disfrazó de diablo para una fiesta de disfraces, al salir de casa la lluvia lo alcanzó y corriendo fue a asegurarse en una iglesia cercana que estaba en pleno culto. Apenas entró se armó el alboroto, la gente huía, los ujieres, el muchacho quería que alguien le prestara dinero para irse en taxi a la fiesta. Así que caminó hasta el mismo púlpito con la mano extendida. El predicador que era un anciano de iglesia, le dijo no diablito, no me lleves, tú sabes que yo siempre he estado de tu lado.
Tienes que decirle a Dios que estás dispuesto a ponerse de su lado, no para que te salve, sino porque es tu última esperanza y no tienes temor de decirlo, de hacérselo saber.
Sí, yo vengo a escuchar estas conferencias porque sé que Dios me habla aquí, está solucionando mi problema, me siento mejor, tengo paz y tranquilidad. Dios me está hablando.
Cuando una mujer anémica toca su vestidura con su mano, demostrando de parte de quién está y hace pública su fe, Dios se detiene y sana.
CONCLUSIÓN
Cuando la fe es pública, cuando uno dice de qué lado está, las bendiciones de la fe se mani estan:
1. Jesús sana sin proponérselo. Sale el poder automático e instantáneo. Fue sanada y sin aplausos, esta, sin luces de neón. Solo hubo ayuda y sanidad.
2. La llama Hija. Marcos 5:34. Esta es una palabra de afecto, dicha con ojos cariñosos, con un abrazo de salvación. En medio de la multitud Jesús preocupado por una mujer llena de fe.
3. Para un hambriento de amor, una palabra de afecto. Jesús le dio a esta mujer un banquete de amor y cariño.
4. La tradición dice que esta mujer era Verónica, la mujer que siguió a Jesús a la cruz y le limpiaba la sangre y el sudor de su rostro.
Estas son las bendiciones de la fe que usted y yo podemos recibir aquí y ahora.
Solo con un toque de fe y Jesús dejará todo lo que está haciendo para atendernos con cariño, con un abrazo de amor, con palabras de tierna esperanza y salvación.
Hoy tú puedes hacer pública tu fe, aquí en este lugar. Pasando al frente y diciéndole al Señor: Tengo fe en ti y voy a dar este paso, quiero que me salves a través del santo bautismo. Yo quiero ser salvada y sanada por el Señor.
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