Jonás 1:1-2:
“Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai, diciendo: Levántate y ve a Nínive aquella gran ciudad, y pregona contra ella, porque ha subido su maldad delante de mí.”
Introducción:
Esta mañana vamos a predicar de evangelismo, esto es lo que le da sentido a nuestra iglesia, ¿imagínense qué sería de nuestra iglesia sin evangelismo?
En una ocasión mientras trabajaba en una de nuestras asociaciones, llegaron a la oficina un grupo de hermanos divididos en dos bandos, ellos venían discutiendo y pedían hablar con este servidor, la intención de ellos era que yo actuara como árbitro para que yo dijera qué grupo tenía la razón; la discusión era que, en una colonia tal, uno de los grupos tenía 40 interesados y querían formar un grupo filial allí, el otro grupo había comprado un terreno para construir una nueva iglesia en esa misma colonia y los dos grupos eran de diferentes iglesias y de diferentes distritos. Mientras yo los escuchaba pensaba en mis adentros: ¡benditas discusiones! ¿No lo crees? El evangelismo le da sentido a nuestra iglesia.
Marco histórico:
Ahora hablemos de evangelismo en las ciudades grandes, quiero decirles que el texto bíblico anterior nos dice que el Señor está muy preocupado por los habitantes de las grandes ciudades.
Nínive era una ciudad muy grande, la Escritura no menciona sus dimensiones pero sí nos podemos dar una idea por medio del versículo 3 del capítulo 3 de Jonás dice que:
“Y era Nínive ciudad grande en extremo, de tres días de camino” una ciudad muy grande en ese tiempo que llevaba a una persona tres días caminando para poder recorrerla. El comentario bíblico adventista nos dice que: su perímetro alcanzaba unos 12 kilómetros y su superficie era de 663 hectáreas, algunos calculan que la población de la ciudad amurallada era aproximadamente de 160,000 habitantes, muchos comentadores han interpretado que Jonás 4:11, referente a las 120,000 personas que no podían discernir entre su mano derecha y la izquierda, como que solo se aplica a los niños pequeños. Por lo tanto se han calculado que la población total de Nínive debe haber estado entre 600,000 y 2, 000,000 de habitantes, puesto que una población tan grande no podía haber vivido dentro de la ciudad amurallada, se ha pensado que ciudades como, Sargón y Cala, por su cercanía, estaban incluidas dentro de Nínive." 4CBA, 1024.
El libro de Jonás tiene cuatro capítulos, en los dos primeros se narra la historia de un predicador rebelde que no quiere ir a cumplir el mandato del Señor, y en los dos últimos se narra la historia del predicador que ya cumple, y la historia es muy diferente. Analicemos.
1. EL EVANGELISTA REBELDE (capítulos 1 y 2)
A. Orden de Dios y huida del Evangelista
1. Palabra de Jehová a Jonás (1:1)
2. Orden de Jehová a predicar (1:2)
3. Reacción del evangelista (1:3)
B. Resultado de la rebeldía del evangelista
1. Puso en peligro a los marinos (1:4-9)
2. Conversión de los marinos (1:14:16)
3. Salvación del evangelista (1:17)
C. Recuperación del evangelista
1. Oración del evangelista (2:1)
2. El evangelista reconoce que la salvación es por Jehová (2:2-10)
2. EL EVANGELISTA QUE OBEDECE (capítulos 3 y 4)
A. El mandato renovado de Jehová al evangelista
1. Palabra de Jehová al evangelista (3:1)
2. Orden de Jehová a predicar (3:2)
3. Reacción del evangelista (3:3)
B. Resultado de la oración del evangelista
1. Peligro de los ninivitas (3:4)
2. Conversión de los ninivitas (3:5-9)
3. Salvación de los ninivitas (3:10) C
. Reacción del Evangelista
1. Oración del evangelista (4:2-3)
2. La pregunta final de Jehová y la amargura del evangelista (4:4:11)
Hay un gran paralelismo en ambas partes aunque están representadas por el mismo personaje, su actitud es muy diferente en la primera parte que en la segunda. Lo relevante de esta reflexión es recalcar el final de ambas partes, tanto del evangelista; así como de los habitantes de Nínive.
Iniciemos por estos últimos.
Los ninivitas: conocieron la voluntad de Dios, recibieron las buenas nuevas y las aceptaron, modificaron su manera de vivir, se convirtieron a Dios, finalmente vivieron conforme a la voluntad de Dios. ¿Qué sería de ellos si el evangelista no hubiera llegado a ellos?
El evangelista: a pesar de su experiencia triste de la primera parte, escuchó la voz del Señor y obedeció, fue a Nínive y predicó en esa ciudad grande, fue el medio por el cual Dios no destruyó esa ciudad aunque en la parte final parece no comprender el gran amor de Dios por habitantes de la gran ciudad.
Conclusión:
Las cosas no han cambiado, el Señor sigue amando a los habitantes no solo de las grandes ciudades, en las ciudades grandes se concentra más el mal y las condiciones por sobrevivir hacen a los habitantes insensibles, faltos de amor, con estas condiciones, en las ciudades grandes se desarrolla la prostitución, vandalismo, la violencia, la corrupción, etc.
El Señor odia el pecado y, sin embargo, ama al pecador, es por eso que Dios está preocupado por los habitantes de las ciudades grandes.
Usted es un Jonás moderno, la pregunta es:
¿Actuarás como el Jonás de los dos primeros capítulos?
¿Serás un enviado que huirá de su responsabilidad?
Siempre habrá una ciudad grande cerca de usted
El Señor te manda hoy.
Yo te invito para que seas un Jonás obediente transformado y el Señor pueda usarte de una manera maravillosa y útil para cumplir sus propósitos. ¡El Señor les bendiga!
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