“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”. Isaías 9:6
INTRODUCCIÓN
Al repasar las páginas de la historia, nos conmueven los actos de abnegación y heroísmo; el relato de hombres y mujeres que legaron su nombre a la posteridad por los sacrificios hechos en favor de sus semejantes. Pero ninguno de estos personajes puede compararse con Jesús de Nazaret.
Así como los planetas del sistema solar resultan muy pequeños si los comparamos con el sol, los así llamados grandes hombres de la humanidad resultan insignificantes en relación con el Señor Jesucristo.
A Julio César, Alejandro, Carlos V, tenemos que aplicarles el calificativo de grandes para diferenciarlos de otros que llevaron el mismo nombre; "Jesús el Grande", porque él es el único, el supremo, el definitivo. Permanecerá por los siglos en solitaria grandeza no meramente como un maestro, filósofo, mártir o moralista, sino como el Hijo de Dios el Salvador de la humanidad.
DESCRIPCIÓN DE JESÚS SEGÚN LÉNTULO:
¿Cómo era Jesucristo? - Descripción de Jesús que hizo Publio Léntulo:
"Un hombre singularmente virtuoso ha surgido y vive entre nosotros. Los que lo acompañan le llaman "EL HIJO DE DIOS".
Este hombre cura los enfermos y resucita los muertos. Es de alta talla y atrae las miradas su rostro inspira a la vez amor y temor. Sus cabellos son largos y rubios, lisos hasta las orejas, y desde éstas rizados en bucles hasta los hombros; una raya los separa en medio y caen a ambos lados según la usanza de los nazarenos. Las mejillas son apenas rosadas; la nariz corta; la boca bien hecha. La barba poblada y separada en medio, es del color de las avellanas maduras, como el cabello.
Su mirada revela sabiduría y candor. Los ojos azules, se cubren de sombras súbitas. Este hombre, generalmente amable en la conversación, llega a ser temible cuando reprocha; pero, aún en tales casos, emana de él una serena conciencia de sí mismo. No se le ha visto reír, aunque frecuentemente llorar. El tono de su voz es grave, reservado, modesto. Es todo lo hermoso que un hombre puede llegar a ser".
Si hermanos, Cristo Jesús, es EL ADMIRABLE.
Quiero invitarles a buscar en sus Biblias en el libro de Isaías 9:6 donde se le llama Admirable, Dios fuerte y Príncipe de Paz. Estos atributos se aplican con toda propiedad al Señor Jesús.
1. ADMIRABLE POR SU NACIMIENTO
En primer término, mis hermanos, Cristo es admirable por su nacimiento. Hubiese sido gran condescendencia de parte del cielo que hubiese nacido en una cuna de diamantes, en un palacio de oro y plata, y que esa cuna hubiese estado rodeada de princesas; pero la realidad fue más extraordinaria. Nació en el humilde pesebre de Belén y fue acunado entre la paja y el heno, porque no se le dio lugar en el mesón.
El Hijo de la virgen bienaventurada, existía antes que la luna y las estrellas fueran puestas en sus órbitas; antes de la creación del universo; ya que era uno con Dios desde la eternidad. Dejando su reino de gloria y cubriendo su naturaleza divina con el manto de nuestra humanidad, Jesús vino a este oscuro mundo para redimirnos. Dice la escritura que por amor a nosotros se hizo pobre, que para nosotros por su pobreza fuésemos enriquecidos.
Hermanos, no es motivo de asombro pensar que el Hijo de Dios, el Rey del Universo, el Príncipe de los ángeles, ¿haya venido a esta tierra y todas las puertas se hayan cerrado para él en la noche del divino nacimiento?
2. ADMIRABLE POR SU VIDA
Pero Cristo también es admirable porque su vida fue perfecta, absolutamente intachable. Sólo él pudo enfrentar a sus adversarios y decirles: “¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Hermanos Cristo, Cristo y solamente él, constituye el ejemplo supremo, digno de imitación.
Tenía razón Jorge Truet, cuando al referirse a Jesús dice: " Reunía en sí todas las buenas cualidades encarnadas en todos los buenos hombres de su pueblo, elevando estas virtudes a un grado sublime.
Si queremos encontrar el más elevado ejemplo de mansedumbre, no vamos a Moisés, sino a Jesús que era irreprensiblemente manso y humilde de corazón; el más alto ejemplo de paciencia, no vamos a buscarlo en Job, sino en Jesús, que no pagaba injuria con injuria; la más excelsa sabiduría no la buscaremos en Salomón, sino en Jesús que hablaba como ningún hombre habló; - la piedad más ardiente no la hallamos en Jeremías el profeta de los lamentos sino en Jesús, de quien se dijo "el celo de tu casa me consumió"; el ejemplo más conmovedor de amor no lo encontraremos en Juan, sino en Jesús, que siendo aún sus enemigos , nos amó y se entregó por nosotros .
Los demás hombres poseen fragmentos de grandeza, lo cual en Jesús es algo “completo”. Y al decir esto no debemos olvidar la impresionante verdad de que nuestra vida puede ser transformada de tal manera que el carácter de Cristo se refleje en nosotros.
El cristianismo, después de todo, no es una creencia sino una experiencia ascendente hacia la perfección.
3. ADMIRABLE POR SUS ENSEÑANZAS
También hermanos, el divino Maestro es ADMIRABLE por sus enseñanzas. Nunca podrán ser superadas las palabras que salieron de sus labios, pues enseñó verdades eternas en forma magistral. Introdujo Jesús el concepto cristiano del amor y del perdón en un mundo donde reinaban el odio y la venganza, tal sermón de la montaña, dijo: fue dicho: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen ,y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos.
Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publícanos?
Los súbditos del Imperio Romano, se cuidaban muy bien de practicar la regla de hierro; es decir, pagar con la misma moneda tanto los males como los bienes recibidos de un semejante. Con un enfoque negativo, Confucio introdujo la regla de plata: "No hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti”. En cambio el Señor Jesús dejó a sus seguidores el principio positivo e inspirador de la regla de oro, que se encuentra en Mateo 7:12 “Así que todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley de los profetas”.
Esta fórmula INSUSTITUIBLE de la felicidad y la armonía, se basa en el inagotable amor divino.
4. ADMIRABLE POR SU INFLUENCIA
Ah mis hermanos, Jesús es también admirable de su nacimiento, de su vida, y de su enseñanza excepcional, pero también es admirable por su influencia.
Cuando el médico que atendió a Abraham Lincoln en sus instantes de agonía, se dio cuenta que éste había fallecido, exclamó con emoción: "YA PERTENECE A LA HISTORIA"
Hermanos, el Señor Jesucristo no solamente pertenece a la historia; el cambió el curso de la historia.
En una conversación singular, Napoleón Bonaparte preguntó al conde de Montholón:
- ¿Podrías decirme quién fue Jesucristo? Como el conde, declinara la respuesta, el gran guerrero declaró: "Os lo diré yo. Alejandro, César, Carlomagno y yo mismo, hemos fundado nuestro imperio por la fuerza, mas él fundó su imperio sobre el amor y hasta hoy millones de personas darían la vida por él”.
Rowell dijo: "JESÚS NO FUE ESCRITOR; con todo, se le cita más que a cualquier autor de la historia y sus palabras han sido como en vuelo hasta los límites más remotos del mundo y han sido traducidas a todos los idiomas y a casi todos los dialectos.
JESÚS NO FUE ARQUITECTO; pero el carpintero de Nazaret ha llegado a ser el constructor maestro de la historia, y las obras cumbres de la arquitectura se han erigido en su honra.
JESÚS NO FUE ARTISTA; sin embargo, en él se inspiraron Rafael, Leonardo de Vinci, y Miguel Ángel.
JESÚS NO FUE POETA; pero Dante, Milton y otros de los más grandes poetas mundiales, se inspiraron en Jesucristo.
JESÚS NO FUE MÚSICO; pero Hayden, Haendel, Beethoven, Bach, y Mendelssohn llegaron hasta la cumbre de su ingenio, en los himnos, sinfonías y oratorias destinados a su alabanza.
"JESÚS NO FUE UN VISIONARIO SOCIAL; no obstante, todos los proyectos sociales destinados al mejoramiento de la humanidad, tienen su raíz e inspiración en su enseñanza y en su vida".
Ah mis hermanos, Jesucristo el incomparable se manifestó a este mundo para ser una bendición, vino para levantar al caído y transformar al ladrón, al blasfemo y al fracasado; vino para enjugar las lágrimas, para fortalecer al débil, para sanar al enfermo y confortar el corazón atribulado.
Y si Cristo es admirable por su nacimiento, por su vida, por su enseñanza e influencia, Quiero decirles hermanos, que lo es en grado sublime por su muerte.
5. ADMIRABLE POR SU MUERTE
El martirio de la cruz constituyó uno de los suplicios más crueles que el mundo haya conocido. De hecho, ningún ciudadano romano era crucificado; se reservaba este castigo para los extranjeros, y entre éstos, los peores criminales. Por eso el Apóstol San Pablo se refiere a este hecho en Filipenses. 2:5-8 al decir: "Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo”.
Ah hermanos, Cristo Jesús, murió en la cruz del calvario ocupando nuestro lugar. Fue tratado como nosotros merecíamos, para que pudiésemos ser tratados como él merece. Llevó la corona de espinas en su frente, para asegurar en nuestro favor la corona de la vida, por su sacrificio todo aquel que cree en él, tiene vida eterna.
6. ADMIRABLE POR SU RESURRECCIÓN
No podemos hoy dejar de mencionar que Jesús es ADMIRABLE también en virtud de su resurrección. A propósito, los restos de otros fundadores de religiones reposan en sus tumbas. Hace poco, se encontró un hueso que se creyó que pertenecía a Buda, y se usó luego como fundamento para la construcción de un gran templo. Pero el sepulcro de Jesús está vacío. A quienes fueron a su tumba en la mañana de la resurrección, se les preguntó:
¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado. La Biblia enseña que Cristo no permaneció en la cruz. Lo bajaron de la cruz después de su muerte y lo pusieron en un sepulcro nuevo.
Pero al tercer día resucitó, y luego ascendió glorioso hacia los cielos y desde entonces el Cristo resucitado, es un Salvador viviente que se manifiesta en los corazones de quienes ponen su confianza en él. ¿QUIEREN DECIR AMEN?
Si hermanos, Cristo es ADMIRABLE por su nacimiento, por su vida, por sus enseñanzas, por su influencia. También es ADMIRABLE en forma sublime por su muerte y por su resurrección. Jesucristo es ADMIRABLE, porque fue un hombre con poder extraordinario divino.
• En medio de una tormenta que azotaba el lago de Galilea ordenó al viento y a las olas que se calmaran, y los elementos desatados le obedecieron. Mateo 8:23-27.
• En otra ocasión dio de comer a cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños, con sólo" cinco panes y dos peces". Mateo 14:15-20.
• En muchas ocasiones sanó a miles de enfermos que padecían de toda clase de enfermedades aún hasta la temible lepra.
• También Jesús es ADMIRABLE porque RESUCITÓ a Lázaro, después de haber estado éste cuatro días en el sepulcro. Juan 11: 38-44.
Cristo es ADMIRABLE, inmensamente admirable; razón tiene el profeta Isaías cuando dice que sería llamado: ADMIRABLE, PADRE ETERNO Y PRÍNCIPE DE PAZ .
En año de 1912 Londres fue escenario de una gran exposición de pinturas. Había una gran exposición de pinturas. Había óleos representando todas las latitudes. La belleza del Canadá, las costumbres de Australia, el verdor de Escocia y otras más. Sin duda, los lienzos de mayor prestigio fueron presentados por un renombrado artista africano que con trazos magistrales ganó de inmediato el aplauso del público. En sus obras de la agreste selva, su mundo traído al lienzo al desnudo, apareció la imagen de un Cristo negro.
La originalidad de su trabajo la explicó con palabras llenas de emoción. Lo pintó negro porque así lo sentía suyo, compañero de su raza, y de su dolor, partícipe de su desprecio y soledad.
CONCLUSIÓN
Podemos concluir que Cristo es Admirable por su nacimiento, vida, enseñanzas, influencia, muerte, resurrección, divinidad.
A través de todos los siglos hombre ha tratado de interpretar a Cristo. Leonardo D Vinci, lo pintó como italiano; el Greco, con rostro de español y cada uno de nosotros mis hermanos lo asimilamos a nuestra singular experiencia.
Este es el misterio de Cristo, que siendo universal es también individual. Es compañero de nuestra vida, es amigo inseparable, es consejero, es Redentor, es Salvador eterno. Cristo quiere ser hoy tu Señor, Cristo quiere ser ancla de fe en tu vida, Cristo quiere ser antorcha de tu esperanza y objeto de tu adoración.
¿Cómo le responderás?
Hace algún tiempo, en un país donde los creyentes en Jesús habían sido perseguidos sin ninguna piedad, se encontraba un grupo de cristianos en un refugio; De pronto, irrumpieron en el lugar varios representantes de la autoridad. El jefe de estos últimos, ordenó a uno de sus hombres que contara el número de cristianos presentes. El subalterno cumplió la orden e indicó la cantidad a su jefe. Entonces uno de los cristianos dijo: “Señor Jefe, hay uno que no ha sido contado”. “Están todos, fue la respuesta, son exactamente treinta”, dijo el jefe; No, no insistió el creyente, hay uno más que no fue incluido”. “muy bien dijo el oficial, los contaremos otra vez”. Lo hicieron y efectivamente eran treinta, "¿Por qué nos hace perder el tiempo?" -dijo el oficial. Señor, Señor --le respondió el cristiano--, entre nosotros hay alguien a quien ustedes no cuentan; es el Señor Jesucristo".
En efecto hermanos Cristo el ADMIRABLE, no yace en una tumba de Palestina. El vive y cumple por medio de su Espíritu esa bendita promesa que dice: en Mateo 28:20 "He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo".
Quiero hoy HACER UNA INVITACIÓN:
Escuchen este poema de apelo:
Jesús es para todos una guía en el sendero
Conoce tu trabajo, sabe tu profesión;
A cada uno ayuda con un tino certero
A cumplir sus deberes con una gran visión
Jesús al que predica, es el verbo Divino
Su oratoria es precisa de mucha convicción;
El predica a los hombres que hay un solo camino
Que conduce a los cielos donde hay salvación
Jesús es para el triste el gran consolador
Que quita toda carga, que quita la aflicción;
Cuando consuela pone el toque redentor
Y a todo el que está triste, le alegra el corazón
Jesús al pecador le quita su pecado
El es el gran cordero, que da la salvación
El hizo el sacrificio, fue cordero inmolado
Si el pecador le busca él le dará perdón.
Jesús es admirable, por ser Dios con nosotros
Admirable su vida por darnos redención.
Admirable en sus hechos sus milagros sus votos
Admirable al salvarnos, por darnos adopción.
Pr. Areli Huérfano
Cuántos de ustedes en este momento quisieran aceptar a Jesús, no sólo como el ADMIRABLE, sino como el único Salvador personal de sus vidas.
Hermanos yo también me uno a ustedes en éste sentir.
Que Dios pueda bendecirnos a todos nosotros, a través de Cristo el Supremo Admirable por los Siglos
- AMÉN -
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