TEXTO:
Génesis 2:1-3.
Introducción
A. En el año de 1860, el 1 de octubre, un grupo de hermanos reunidos
en Battle Creek, Michigan, escogieron el nombre de “Adventistas del
Séptimo Día” para su movimiento.
Sí, es la iglesia a la cual usted y yo
pertenecemos.
Nuestros pioneros vieron, después de poner los pilares
bíblicos, que este nombre recordaría permanente nuestra misión en el
mundo.
Y ha sido así por estos 151 años. O debería ser así.
Dos cosas
importantes para proclamar: el advenimiento de Jesús y el Sábado.
Hoy
hablemos del sábado.
B. Esta verdad debe ser proclamada con más fuerza. El sábado tiene
grandes implicaciones teológicas y sociológicas para la humanidad. Es el día
de adoración que Dios dio al hombre.
C. Creo que la razón por la que el enemigo ha saturado los medios de
comunicación con tanta basura, es porque sabe y teme que la verdad será
proclamada por ahí y quiere distraer a la gente.
Veamos algunas grandes
verdades:
I. El sábado no es un invento del hombre, es creado por Dios
A. De acuerdo a Génesis 2:1-2, Dios acabó su obra dos veces. El
sexto día y el séptimo día. ¿Cómo puede terminarse algo dos veces?
B. Podemos comparar la obra de Dios con la de un artista pintor. Cada
día Dios le añadía color al lienzo, y al terminar el sexto día vio que todo era
bueno. Pero le faltaba algo. Le faltaba la firma que identifica a Dios como
el autor y dueño del mundo.
El sábado provee esa firma.
C. Ilustración.
Hace años se vendió una obra de Van Goh por millones
de dólares, solo porque tenía su firma. Para que una obra de arte tenga
valor debe tener firma.
II. El origen de la semana
A. ¿Por qué se necesitaba un día extra en la creación?
Al sexto día de
la creación podría haber seguido el primer día. La semana sería de seis días.
B. Haciendo un repaso del registro de la creación en Génesis 1, vemos
que Dios creó en los primeros seis días la materia, la vegetación, la vida.
Pero Dios supo que faltaba algo. Algo de paz, de serenidad, de descanso.
C. Por eso creó el séptimo día, para garantizar su presencia en la
creación. Para decirnos que no solamente quiere darnos cosas, sino darse él
mismo.
Tener una comunión especial con nosotros. En el sábado se revela
como nuestro amigo.
D. El hombre no vio nada de la creación, ya todo estaba hecho. Pero
fue llamado a participar del acto de santificación del sábado.
III. ¿Por qué Dios escogió un día como señal de obediencia?
A. De acuerdo a Ezequiel 20:20 el sábado es una señal de Dios. Se
convierte en señal de obediencia.
¿Qué tiene de especial?
B. Abraham Heshel, un escritor judío, nos dice que “el sábado es el
palacio de Dios en el tiempo”. Es la morada de Dios en el tiempo, como un
santuario portátil.
C. Dios no declaró santo a un altar, ni un lugar, sino el tiempo. Todo
era bueno en la creación, pero el sábado era santo. Por eso es
indestructible. No se puede destruir el tiempo.
D. Además es una prueba equitativa para todos. Todos tienen el
mismo tiempo, 24 horas. No sucede así con otras cosas como el dinero o las
posesiones. Todos pueden darle a Dios la misma cantidad de adoración en
el sábado.
E. También el tiempo no se gasta, siempre es nuevo. El sábado del
Edén, como el de Jesús, como el nuestro duran lo mismo.
IV. Importancia del sábado
A. Seis días a la semana luchamos por nuestro sustento, en el sábado
ponemos más atención al alma. A las cosas que son eternas.
La decadencia de la vida espiritual comienza cuando dejamos de sentir la
grandiosidad de lo eterno en el tiempo.
B. El sábado es santo pero debe haber de parte de nosotros santidad
en el tiempo. “Pero a fin de santificar al sábado el hombre debe ser santo”
(Elena White, DTG, 250).
C. Pero tal vez una de las lecciones más profundas, es que el sábado
nos enseña la salvación por gracia, no por obras.
Ese día abandonamos
nuestros esfuerzos por sustentarnos.
Al igual que sucedía con el maná en el
desierto, en el sábado el hombre es sostenido solo por Dios.
Dios hace
provisión durante los seis días para que disfrutemos su compañía en el
séptimo.
Conclusión
A. Al guardar el sábado, se produce una unión en dos esferas: en
primer lugar horizontal, con la familia y el prójimo y en segundo lugar
vertical, con Dios.
B. De acuerdo con el ejemplo de Jesús, el sábado nos conduce al
templo. Lucas 4: 16. El día de Dios conduce a la casa de Dios, al Libro
de Dios y al Hijo de Dios.
C. Al final, el ataque al sábado, no es al día. Si Jesús dice sábado,
atacarlo es atacar a una Persona. La prueba del sábado va más allá de
cómputos matemáticos o cronológicos. Enseña la distinción entre el Creador
y su criatura. El diablo, no quiso respetar esta distinción. Fue la causa de su
rebelión.
D. Por todo esto, vale la pena guardar el día del Señor, el sábado. Que
Dios te dé fuerzas para adorarlo a él en su día santo. Te espero en la
iglesia el próximo sábado. Que puedas descansar en Cristo. Es mi deseo
Comentarios
Publicar un comentario