Introducción
Es necesario averiguar el verdadero fondo y objetivo de la historia narrada por Lucas, e investigar con atención su relación con el contexto general y las circunstancias en las cuáles ocurrió. Pues, Zaqueo no era una persona común. Era un líder, jefe de los publicanos (Lucas 19:2).
Objetivos
1. El episodio, aparentemente accidental, ocurrió entre un líder publicano y Jesús;
2. Los fariseos no tenían simpatía por los publicanos y los consideraban perdidos (Lucas 18:9-14);
3. Jesús demuestra que incluso los publicanos pueden arrepentirse y ganar el reino de Dios;
4. Zaqueó demostró su arrepentimiento y contrición al prometer restituir 4 veces más, si alguien hubiese sido defraudado.
Una lección importante que el texto nos enseña es: aquel que se confía enteramente a los cuidados divinos, incluso cuando está viviendo una situación muy delicada y en pecado, encontrará la acogida del Salvador, cuando su arrepentimiento fuere genuino.
Los dos modelos de actitud hacia Jesús
1. Los críticos que lo acompañaban.
"Todos los que vieron esto murmuraban, diciendo que él se hospedaría con un hombre pecador" (Lucas 19:7).
Todo indica, teniendo en cuenta el contexto, ese “todos” parece referirse principalmente a los fariseos.
La palabra hebrea para “fariseo” es perushim, un vocablo probablemente derivado de parosh que significa “separar”, "exponer".
Esas connotaciones explican las dos principales características de los fariseos: eram separatistas, con un énfasis colocado en la observancia de rituales de purificación. Eran expositores, porque estimulaban una interpretación liberal de las Escrituras y adaptaban sus leyes a las cambiantes condiciones de vida, en contraste con los saduceos que se adherían estrictamente a al letra de la Ley.
Los fariseos estaban preocupados con las observancias externas de la religión. Consideraban a las personas desfavorecidas como polvo de la tierra, merecedoras de sus propias desventuras y olvidadas por Dios.
2. Un Publicano llamado Zaqueo.
Los publicanos eran hebreos que cobraban impuestos a favor del gobierno romano. Cobraban el impuesto personal, el impuesto por la tierra, por la propiedad, por la importación y exportación, por el uso del puerto, carreteras, puentes y portones.
a. El término griego para “publicano” es telōnēs, o sea, “cobrador de impuestos”. Una figura de mala fama en Atenas desde los tiempos de Aristófanes. El término latino para “publicanos” es publicani, empleado para los “contratistas del Estado”. Estes eran todos nombrados, y tercerizaban la cobranza de los impuestos a agentes conocidos como magistri, y los agentes contrataban oficiales locales, llamados portitores para cobrar las tasas. A estos portitores es a quienes el Nuevo Testamento se refiere como telonai (publicanos).
b. La primera referencia a arrendamiento de impuestos en Palestina data del tiempo de Ptolomeo II Filadélfo en el III siglo a.C. Sin embargo, la tasa romana fue impuesta a partir de 63 AC. cuando el general Pompeyo capturó Jerusalén. Por tanto, la cobranza de impuestos era hecha de un gobierno dominante contra un pueblo dominado. Evidentemente, el coterráneo que se posicionase a favor de esa cobranza sería considerado como enemigo de sus compatriotas.
c. Por esa razón, el judío que entraba para el servicio fiscal era cortado de la sociedad decente. Era descalificado para ser juez, o incluso testigo en un juzgado, y era excomulgado de la sinagoga. Los miembros de su familia, también eran considerados marginados, y por eso, colocados en la categoría legal de asesinos, salteadores, ladrones, asaltantes y cambistas. En suma, eran contados como “populacho”.
d. El dinero que pasaba por las manos de los cobradores de impuestos era manchado y no podía ser empleado ni como limosna, pues eso haría al mendigo, participar de la culpa del publicano. Estos eran considerados impuros por el constante contacto con los gentiles, y ofendían a los judíos ortodoxos porque su empleo exigía la continua quiebra del sábado.
e. Si un telones abandonase su actividad, no había ninguna perspectiva de conseguir otro empleo, incluso siendo una persona muy calificada: los telones conocían bien varias lenguas, eran peritos en contabilidad y en una especie de taquigrafía desarrollada por Marco Túlio Tiro, un libre de Cícero, el 63 AC.
El modelo bíblico de justificación
1. Incluye el Arrepentimiento.
Zaqueo estaba interesado en ver a Jesús, mas había un impedimento, su baja estatura. Solucionó el problema, subiendo en un árbol. Se colocó en el lugar donde Jesús iría a pasar. El Señor lo invitó para descender. Zaqueo bajó deprisa, y, con alegría, recibió a Jesús en su casa. Al ser criticado por sus posesiones, prometió devolver el supuesto fraude en proporción de 4 veces más. La percepción de Zaqueo puede ser descrita en estas palabras de Elena G. White: “El alma que se vuelve a Dios en busca de auxilio, de apoyo, de poder, mediante diaria y fervorosa oración, tendrá aspiraciones nobles, claras percepciones de la verdad y del deber, altos propósitos de acción, y una continua hambre y sed de justicia”.
2. Incluye la Aceptación de la Gracia Divina.
Zaqueo no era merecedor de la salvación. Mas, Jesús declaró su salvación: “Hoy, ha llegado la salvación a esta casa, porque también este es hijo de Abraham” (19:9). La gracia es un bien inmerecido. El publicano Zaqueo sabia que no era merecedor del favor divino, mas se quedó feliz en recibir al Salvador!
3. Incluye la Declaración Divina en Favor del Pecador.
Debido a la actitud de Zaqueo, Jesús declaró: “hoy, hubo salvación en esta casa”. La justificación incluye un acto declarativo de Dios, imputando su justicia, o sus méritos al pecador penitente. Jesús habló con vehemencia: “Porque el hijo del Hombre vino a buscar y salvar lo que se había perdido” (19:10).
El modelo de relación con Dios
1. Es Caracterizado Por la Dependencia.
En cuanto los fariseos dependían de sus propios méritos, siempre hablando en merecimiento y murmurando del propio Cristo, el publicano Zaqueo se despojó en las manos de Dios. Pablo declaró a los Filipenses: “porque Dios es quien hace en vosotros tanto el querer como el hacer, por su buena voluntad” (2:13). Hay una relación de dependencia del pecador para con Dios. La aproximación no está basada en los méritos humanos, pues, no hay esa posibilidad, en virtud de la naturaleza humana caída (Isaías 64:6; Romanos 3:23). La aceptación divina del pecador es únicamente por la gracia de Jesús: “Porque por gracia sois salvos, mediante la fe; y esto no es de vosotros; pues es don de Dios” (Efesios 2:8).
2. Es Caracterizado Por la Reverencia.
El hecho de Zaqueo subir en un árbol para ver a Jesús, representó un homenaje al Maestro Galileo, un acto de reverencia. Para él, quien pasaría en aquel lugar, no era otro, sino la Majestad del Cielo.
3. Es Caracterizado Por la Fe.
La relación humana con Dios debe ser basada en la fe. “De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios, por cuanto es necesario que aquel que se aproxima a Dios crea que él existe y que se torna galardonador de los que lo buscan” (Hebreos 11:6). No basado en las obras da ley, conforme los fariseos pensaban (Romanos 3:20; Gálatas 2:16), sino, a través de la “fe que obra poe el amor” (Gálatas 5:6).
4. Es Caracterizado Por la Entrega.
Al ser acusado de pecador (19:7), sus acusadores, posiblemente estaban insinuando que Zaqueo era ladrón. Él entendió eso, y declaró: “Señor, resuelvo dar a los pobres la mitad de mis bienes; y si en alguna cosa he defraudado a alguien, restituyo cuatro veces más” (19:8). El texto no se refiere a la entrega de diezmos u ofrendas, mas deja implícito que Zaqueo estaba dispuesto a entregar todo por Jesús, o hasta incluso empobrecer, donando 4 veces más si fuese necesario. Sin embargo, él tenía consciencia de que había descubierto el Mayor Tesoro de su vida, el Cristo Encarnado!
Conclusión
1. Zaqueo no era una persona común, sino un publicano, o sea, perteneciente a una categoría altamente discriminada por sus compatriotas, especialmente, los fariseos.
2. La narración demuestra que, incluso las personas consideradas más pecadoras, o que pertenecen a una categoría de bajo nivel moral, pueden encontrar la salvación en Jesús si sinceramente lo buscan.
3. El modelo bíblico de justificación incluye: el arrepentimiento, la aceptación de la gracia divina y la declaración divina en favor del pecador.
4. El modelo de relación con Dios, incluye: la dependencia, la reverencia, la fe y la entrega.
5. Por todo eso, Zaqueo debe juntarse a la categoría de los personajes bíblicos que pudieron decir: “¡La ofrenda soy yo!”
Apelo
Luego de esta impresionante lección bíblica, ¿Le gustaria, una vez más, juntar su voz a la de los gigantes de la fe? Entonces, diga conmigo: "¡La ofrenda, soy yo"!
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