Introducción
Nicodemo es un personaje bíblico que no entra en la historia bíblica accidentalmente. Hay una introducción pomposa para él en el evangelio de Juan 3.
Hay, también, mucho material escrito al respecto, y una de las razones para eso, es el registro de su diálogo con Jesús. Esa entrevista es posíble percibir su concepción sobre la religión judaica de sus días, y también, su ignorancia en cuanto a cuestiones espirituales, como el nuevo nacimiento, por ejemplo.
El nombre “Nicodemo” es un neologismo griego, derivado de “nikos” (vencedor) y “demos” (povos). Por tanto, Nicodemo significa vencedor o conquistador de pueblos. Algunos estudiosos lo identifican con Naqdimon ben Gorion, un ciudadano rico, que, según el Talmud Babilónico, era encargado de suplir de aguas a los peregrinos que venían para las fiestas de Jerusalén. Mas, no hay informaciones concluyentes sobre eso.
Un líder Fariseo
Nicodemo era fariseo. La palabra hebrea para “fariseo” es perushim, que significa “separar”. Ellos eran separatistas, teniendo en vista el énfasis colocada en la observancia de rituales de purificación y de práctica minuciosa del diezmo. Los fariseos eran preocupados con las observancias externas y la forma de la religión. Consideraban a las personas desfavorecidas como pueblo de la tierra, merecedoras de sus propias desventuras y olvidadas por Dios. Nicodemo era fariseo y miembro del sanedrín, lo que hacía de él un integrante de una oligarquía, o sea, una minoría privilegiada que tenía el poder y la incumbencia de gobernar la mayoría.
La entrevista a Jesucristo (Juan 3:1-21)
a. Nicodemo se aproximó de Jesús impresionado con sus “señales” (del griego ‘semeia’, milagros – Juan 3:2). Nicodemo puede haber sido uno de los “muchos” que “viendo las señales que él hacía, creyeron en su nombre” (Juan 2:23).
b. Algunas razones que podrían Justificar su visita nocturna, serían:
1. Vergüenza, debido a su posición;
2. Evitar problemas con los demás miembros del sanedrín;
3. Busca un poco de privacidad.
c. Nicodemo era un maestro versado en su religión, un observador de los acontecimientos, mas precisaba reconocer en Jesús, al Mesías prometido y debería ser bautizado por Juan el Batista: “mas los fariseos y los intérpretes de la Ley rechazaron, sobre sí mismos, el designio de Dios, no habiendo sido bautizados por él” (Lucas 7:30).
d. Jesús reveló los grandes secretos de la conversión, así como los elementos ligados a ella: nuevo nacimiento, agua, viento, el nacimiento de lo alto y el Espíritu Santo. Y aún pronunció uno de los versos más profundos de toda la Sagrada Escritura, Juan 3:16.
e. Utilizó el episodio de la serpiente de bronce levantada por Moisés en el desierto para ejemplificar su muerte expiatoria en la cruz (3:14-15).
f. Todos deberán enfrentar el tribunal, mas los que creen no serán condenados (3:18-19).
g. El mal y la luz son incompatibles (3:20), mas la práctica de la verdad representa proximidad con la luz (3:21). De esa forma, diferente de Judas, que salió de la presencia de la luz y fue hacia la noche, hacia las tinieblas (13:30), Nicodemo salió de las tinieblas de la noche para encontrarse con la Luz (3:2, 21).
Su defensa delante el sanedrín (Juan 7:38-52)
a. Aquel era un momento de crisis. El Señor estaba recorriendo Galilea y no deseaba pasar por Judea, porque los judíos querían matarlo (7:1).
b. Finalmente, Jesús fue a al Fiesta de los Tabernáculos, y había un comentario entre el pueblo sobre su carácter, y teniendo en cuenta que la amenaza era real, las personas evitaban hablar sobre él abiertamente, temiendo a los judíos (7:10-13). Con todo, arrancó admiración, incluso de aquellos que lo amenazaban, al oír sus enseñanzas en el templo (7:14-15).
c. Después de declarar que su enseñanza es de lo alto, Él afirmó que los judíos que procuraban matarlo desatendían la Ley de Moisés (7:16-19). Él les dio evidencias de ser el Mesías, y eso dividió la opinión de los oyentes. Mas, muchos creyeron en él, lo que llevó a los líderes a comisionar guardias para prenderlo (7:25-32).
d. En el último día de la Fiesta de los Tabernáculos, Jesús hizo un apelo a los sedientos por la salvación, a fin de que viniesen a saciar en él su sed espiritual. Una vez más, muchos creyeron (7:37- 43). El apelo de Jesús en el verso 37 es destacado por Juan por la expresión “exclamó”. El término griego, κράζω (krázo), significa “clamar”, “llamar en voz alta”, o “llorar”. El Salvador hizo su apelo en voz alta, declarándose el Mesías, el único que puede dotar al hombre con el poder del Espíritu Santo (7:38-39).
e. Los guardias que fueron comisionados para prenderlo, cuando fueron cuestionados por los líderes judíos: “¿Por qué no lo trajiste?”, respondieron: “jamás alguien habló como este Hombre” (Juan 7:45-46). Los líderes tomaron una actitud condenatoria en relación a Jesús, mas en ese momento (Juan 7:50), Nicodemo intervino y aseveró: “¿Acaso, nuestra ley juzga un hombre, sin primero oírlo y saber lo que él hizo?” (Juan 7:51), exponiéndose al escarnio de sus colegas (Juan 7:52). Esa defensa es una fuerte evidencia de que la entrevista con el Maestro Galileo había dado frutos de salvación en su corazón.
La asistencia al funeral (Juan 19:39-42)
a. La sección sobre la tumba de Jesús comienza así: “Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, todavía de manera oculta por el recelo que tenía de los judíos, rogó a Pilato le permitiese retirar” el cuerpo (Juan 19:38).
José de Arimatea era un hombre rico (Mateo 27:57) e ilustre miembro del sanedrín (Marcos 15:43). Él, también, aguardaba el reino de Dios, por eso, después de ser autorizado por Pilato, retiró el cuerpo de Jesús. Mas, no estaba sólo al prestar homenaje al Redentor, pues, “también Nicodemo, aquel que anteriormente viniera a encontrarse con Jesús de noche, fue, llevando cerca de cien libras de un compuesto de mirra y aloe (Juan 19:38-39).
b. Conforme explica Elena White: "En la entrevista con Nicodemo, Jesús desdobló el plan de la salvación, y su misión en el mundo. En ningún de sus posteriores discursos explicó tan plenamente, paso por paso, la obra necesaria al corazón de todo aquel que quisiese heredar el reino del Cielo. En el propio inicio de su ministerio, abrió la verdad a un miembro del Sanedrín, al espíritu más apto a recibir, a un designado maestro del pueblo. Los guías de Israel, sin embargo, no recibieron de buen agrado la luz. Nicodemo ocultó la verdad en el corazón, y por tres años, poco fue, aparentemente, el fruto" DTG, 117.
c. Las enseñanzas de Jesús surtieron un efecto poderoso no corazón de aquel líder sincero de Israel. Él estudió las actitudes del maestro nazareno, y las comparó con las profecías mesiánicas. Comentando sobre ese hecho, Elena White dice: "Desde que oyó a Jesús, Nicodemo había estudiado ansiosamente las profecías relativas al Mesías; y cuanto más procuraba, tanto más fuerte era su convicción que este era Aquel que había de venir. Él, como muchos otros en Israel, se sentía grandemente afligido con la profanación del templo." DTG, 168.
Para Nicodemo, la cruz no fue un símbolo de derrota, como lo fue para los pervertidos y no comprometidos con la verdad. Ella significó, lo que de hecho fue, la coronación de los esfuerzos mesiánicos para salvar a la humanidad caída.
d. Cuando, al final, Jesús fue levantado en la cruz, Nicodemo recordó la enseñanza de aquella noche: “Como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado; para que todo aquel que él cree no perezca, mas tenga vida eterna”. Juan 3:14, 15. La luz de aquella secreta entrevista iluminó la cruz del Calvario, y Nicodemo vio en Jesús al Redentor del mundo DTG, 176, 177.
Lo que representaban cien libras (Juan 19:39)
Algunos críticos argumentan que toda esa cantidad de compuesto para bálsamo, daría para embalsamar 200 cuerpos. Con todo, es preciso llevar en consideración algunos factores relevantes:
a. Una gran cantidad de esas especias era utilizada en el embalsamado, cuando se deseaba demonstrar respeto, estima y amor por el fallecido.
b. En los escritos de Josefo, hay claros ejemplos de gastos generosos de esas especias de embalsamado de personalidades de destaque, tales como Aristóbulo, Herodes y Gamaliel.
c. Parte de ese bálsamo era utilizado para calafetear el local donde el cuerpo era depositado y otra parte era quemada (2 Crónicas 16:13-14).
d. La sepultura pomposa de Jesús fue profetizada en Isaías 53:9. Tanto José de Arimatea cuanto Nicodemo, colaboraron para que esa profecía se cumpliese. y, probablemente, sin tener conciencia inmediata de ese hecho.
e. Ambos deseaban ofrecer a Jesús la dignidad de un funeral real y mesiánico (Juan 12:13, 32; Salmos 45).
f. Ese dispendioso homenaje recuerda los otros: aquel prestado por los magos cuando Jesús nació (Mateo 2:11) y el homenaje prestada por María que, según Jesús, le preparaba para la sepultura (Mateo 26:7-12; Juan 12:3-7).
g. Al gastar 30 kilos de esa dispendiosa especia en la sepultura de Jesús, Nicodemo demostró la forma como su fortuna debería ser utilizada. Él la colocó al servicio del Evangelio, para honrar a su Salvador.
Conclusión
En la asistencia al funeral de Jesús, Nicodemo reveló su identidad como discípulo del Mesías sacrificado y levantado, así como la serpiente de bronce fue levantada por Moisés en el desierto. El valor desprendido para homenajear al Maestro demostró cuanto él apreciaba al Señor, un pre anúncio de que estaría dispuesto a entregar todo por él. Por eso, Nicodemo podría decir con toda seguridad: “¡La ofrenda soy yo!”
Apelo
Luego de oír esa conmovedora lección bíblica
¿Le gustaría unir su voz a este noble de la fe?
Entonces, diga conmigo: "¡La ofrenda, soy yo"!
¿Le gustaría unir su voz a este noble de la fe?
Entonces, diga conmigo: "¡La ofrenda, soy yo"!
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