Conocer la doctrina de la salud de las Sagradas Escrituras, y aprender que la adopción de un estilo de vida saludable es parte de la obra de restauración del Evangelio con el propósito de disfrutar ‘vida en abundancia’; es decir: una mejor calidad y mayor cantidad de vida, para servir a Dios y a nuestro prójimo.
TEXTO PRINCIPAL: Éxodo 15:26
INTRODUCCION
Vivimos un nuevo milenio, un nuevo siglo y una nueva cultura de salud.
Es la hora de la cultura “light” (la mejor iluminación), del “fitness” (lo que es mas conveniente), del “wellness” (el mejor cuidado de la salud, el mejor soporte de la salud) y de otros conceptos expresados en inglés, y en otros idiomas que se refieren a diversas corrientes de vida sana y que enfatizan un estilo de vida que fomente la salud y el autocuidado, prevenga y/o trate la enfermedad, aumente la energía y la vitalidad, y conserve la belleza física. Sin embargo, ninguno de ellos menciona la restauración de la salud según el plan de Dios.
Son cada más las personas aspirantes a un estilo de vida saludable motivadas por diversas razones: Vivir una vida mejor, aliviar las tensiones de la vida, cumplir una recomendación médica, cambiar alguna adicción personal, o ver a los miembros de su querida familia vivir una mejor calidad de vida. O también por razones filosóficas y religiosas.
Sin embargo, en medio de esta revolución cultural de salud, existen dos problemas:
1. UN PROBLEMA DE FUNDAMENTO.
Las distintas manifestaciones, a menudo, no están basadas en la investigación científica, o mejor dicho, no han sido sometidas al método científico para comprobar su realidad y/o eficacia. Al mismo tiempo, los argumentos filosóficos y/o religiosos — si éstos existieran detrás de sus prácticas —están, a menudo, en desacuerdo con el punto de vista del cristianismo basado en las Sagradas Escrituras.
2. UN PROBLEMA DE PROCEDIMIENTO.
La mayoría de la gente sabe lo que es correcto en materia de salud, pero carece de poder para hacer lo que es correcto. Muchos programas de salud tienen como base la difusión del conocimiento, asumiendo que el conocimiento cambia. Pero la verdad es que se necesita mucho más que conocimiento para cambiar hábitos de salud. Muchos conocen y aceptan intelectualmente prácticas saludables, están convencidos de lo que necesitan practicar para su propio bien; pero carecen del poder, la estrategia y la voluntad de cambio.
¿Qué hacer frente a este dilema?
El mensaje de salud de la Iglesia Adventista es la alternativa de solución. Este tema y los dos siguientes proveerán la solución al problema de fundamento. Conoceremos el fundamento bíblico, el fundamento del Espíritu de Profecía, y el fundamento Científico del Mensaje de la Salud.
Descubriremos que la educación en salud es el mejor método, y la única estrategia efectiva tanto para adoptar un nuevo estilo de vida en armonía con el MS, como para promocionarlo a la iglesia y a la comunidad en general. Es un mensaje actual, positivo y eficaz.
La primera pregunta que tenemos que responder es...
I. ¿TIENEN LAS SAGRADAS ESCRITURAS ALGO QUE VER CON LA SALUD DE LAS PERSONAS? (LEER ÉXODO 15:26)
A. La Biblia como un Manual Maravilloso de Salud.
Así como las complejas máquinas hechas por el hombre, tienen un manual de uso hechas por el fabricante para su uso adecuado; también Dios, puso a nuestro alcance un manual maravilloso de salud, hecho por el mismo Dios, el Creador de la vida humana, para que nosotros podamos vivir una vida saludable.
B. Textos Bíblicos de respaldo a los Mensajes de Salud
Entre las doctrinas que tienen un amplio respaldo bíblico está: el Mensaje de la Salud, con más de 1000 textos; para la Segunda Venida de Cristo, con más de 2500 textos. Sin duda, el Dios de las Sagradas Escrituras está muy interesado en nuestro bienestar temporal, particularmente en nuestra salud. Por eso Dios dice en su Palabra: “Yo soy Jehová tu sanador” (Éxodo 15:26).
Enseguida estudiaremos cómo la Biblia define lo que es la salud y la enfermedad.
Si reconocemos que el ser humano es una persona integral e indivisible, entonces no podemos restringir nuestra religión solo a cuestiones espirituales. La verdad, en realidad, abarca todo el ser, incluye toda nuestra vida y comprende todas las dimensiones de nuestra vida. Los elementos físicos y espirituales están tan poderosamente integrados que realmente no pueden separarse. Y, aunque como seres caídos nunca seremos iguales a la descripción de Jesús presentada más arriba, debemos emularlo, por la gracia de Dios, porque la obra de la redención es restaurar en el hombre la imagen de su Hacedor; es restituirlo a la perfección con que fue creado; es promover el desarrollo del cuerpo, la mente y el alma. Esto es lo que Dios pretende hacer en su pueblo como parte del proceso para prepararlo para su venida.
II. SALUD Y LA ENFERMEDAD EN EL ANTIGUO TESTAMENTO (LEER OTRA VEZ Éxodo 15:26)
A. ¿Qué es la salud y qué es la enfermedad?
El texto muestra claramente que la salud es la recompensa a la obediencia de las leyes de Dios mientras que la enfermedad es el resultado de la desobediencia a las mismas leyes (Deuteronomio 28:15, 21, 22, 27, 28).
La Salud es la recompensa y la enfermedad es el resultado... no castigo... sino resultado. La dinámica de la salud y la enfermedad en el AT está basada en la responsabilidad individual y/o colectiva en relación con el cumplimiento o violación de las leyes de Dios.
B. ¿A cuáles leyes se refiere aquí?
“¿Quiere decir obediencia al Decálogo?” –podría preguntarse alguien. La respuesta es sí, incluyendo las leyes que aplicaban el Decálogo a la situación de Israel como nación, como por ejemplo las leyes sanitarias (Levítico 11:1-15:33). De manera especial, aquí están incluidas las leyes naturales que rigen el funcionamiento del organismo humano y rigen el medio ambiente.
C. Dios es el autor tanto de la ley moral, como también de la ley natural. Mientras escribió el Decálogo con su dedo sobre dos tablas de piedra, escribió la ley natural con sus manos en cada célula, tejido, órgano y sistema (Génesis 2:7).
Dios es el autor de todos los sistemas complejos que rigen la vida de nuestro organismo. Es el autor de las leyes que son estudiadas por la fisiología, biología, bioquímica, microbiología, y otras.
La salud es la recompensa a la obediencia de las leyes de Dios, naturales y/o morales. Así, la salud es un don de Dios que viene como recompensa de Él a la obediencia de sus leyes. Dios demanda obediencia como producto del amor de su pueblo, de su confianza y entrega (Deuteronomio 10:12,13).
La enfermedad es el resultado de la desobediencia de las leyes de Dios. Note que no es “castigo” sino “resultado”. Hay mucha diferencia entre castigo y resultado.
Los judíos en tiempo de Jesús habían llegado a creer que la enfermedad era castigo de Dios por la desobediencia a sus leyes. Nunca fue así. En el Antiguo Testamento, la enfermedad es resultado de la violación de las leyes morales y naturales.
Las leyes morales y naturales pueden ser desobedecidas deliberadamente, por descuido o por ignorancia.
D. Otras causas de la enfermedad
Sin embargo, el Antiguo Testamento reconoce también otras causas y otros factores para la enfermedad.
Así por ejemplo, presenta también la obra de Satanás como causa de enfermedad, siempre con la permisión de Dios y sólo en la medida en que se cumplan sus propósitos sabios.
Ese fue el caso de Job, hombre justo que vivía en relación dinámica con Dios, obedecía las leyes morales y naturales de Dios y, sin embargo, enfermó de un terrible mal.
A veces, la enfermedad es una prueba de Dios que muchas veces no podemos explicar su por qué; sin embargo, sabemos que Dios está con la persona que sufre.
El mensaje de salud para Israel fue positivo, eficaz y actual.
Actual - Para su tiempo, porque las normas de salud de Israel eran totalmente diferentes de las costumbres de las naciones que rodeaban a Israel. Los índices de enfermedad y muerte de las naciones vecinas eran mucho mayores y de terribles consecuencias.
Positivo - Porque estaba destinado a instilar una relación con Dios y con su ley de tal manera que trajera salud.
Eficaz - Porque cuando los israelitas cumplieron las condiciones “no hubo en sus tribus enfermo” (Salmos 105:37). ¡Ni uno solo!
E. La curación o sanidad es también un don de Dios.
Está precedido de arrepentimiento y perdón. “El es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias” (Salmos 103:3). “Yo soy Jehová tu sanador” (Éxodo 15:26). Dios sana a través de sus siervos e instrumentos y por medio de remedios o tratamientos.
Así, por ejemplo, el profeta Isaías anunció al rey Ezequías, que se encontraba gravemente enfermo, que Dios había escuchado su oración y que lo sanaría y, enseguida, indicó un tratamiento (2 Reyes 20:6,7).
El Mensaje de Salud siempre estuvo destinado a mejorar la cantidad y calidad de vida del pueblo de Dios. ¡Fue una bendición y un privilegio!
Ahora, estudiaremos acerca de lo que es la salud y la enfermedad en el Nuevo Testamento.
III. SALUD Y ENFERMEDAD EN EL NUEVO TESTAMENTO (Juan 10:10)
Cristo Jesús refrendó el concepto de salud y enfermedad del Antiguo Testamento.
La salud es la recompensa a la obediencia de las leyes morales/naturales de Dios; y la enfermedad es el resultado de la desobediencia de las mismas leyes. Cristo ejemplificó esta enseñanza con varios casos que él trató. Por ejemplo:
A. Cristo y el paralítico de Betesda
Jesús buscó al paralítico después que este había sido sanado y le dijo: “Mira has sido sanado; no peques más para que no te venga una cosa peor” (Juan 5:14).
El paralítico había cosechado el resultado de su siembra y por eso se había enfermado. Su estilo de vida de desafío o descuido de las leyes de Dios había atraído la enfermedad. Es muy interesante como Jesús estimuló el autocuidado, la eliminación de la causa, y un nuevo estilo de vida alrededor de la salud. El paralítico, sano y salvo, debía vivir desde entonces en relación con Dios y en armonía con sus leyes.
B. Cristo y el ciego de nacimiento
Sin embargo, Cristo Jesús enfatizó también otras causas para la enfermedad. Así cuando estuvo en frente del caso del ciego de nacimiento, mientras los escribas y fariseos aseveraban que la ceguera era el castigo de Dios por el pecado del ciego o de sus padres, estableció que la razón de su ceguera había sido proveer la oportunidad para la manifestación de la gloria de Dios (Juan 9:3).
C. “No pecó ni este ni sus padres”. La causa de su ceguera no había sido resultado del pecado suyo ni de sus padres; sino para que la obra de Dios fuese hecha manifiesta.
En otras palabras, aunque el mecanismo de la causa no podía ser explicado genéticamente, ni como producto del estilo de vida, ni por ningún otro mecanismo científico, lo más importante era que se constituía en la oportunidad para probar el poder de Dios para sanar y salvar.
Cristo fue el más grande promotor de la salud que alguna vez haya existido.
Su ministerio fue sanar, enseñar y predicar (Mateo 4:23,24). Fue el “Jehová... sanador” hecho carne.
Había comunidades donde no se oía un solo clamor de dolor o enfermedad, porque Cristo había pasado por ahí y había sanado a todos sus enfermos. "Los habitantes de Nazaret sabían que iba haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos del diablo. Alrededor de ellos había pueblos enteros donde no se oía un gemido de enfermedad en ninguna casa; porque él había pasado por allí, sanando a todos sus enfermos. La misericordia revelada en todo acto de su vida atestiguaba su ungimiento divino." DTG, 207.
D. Cristo y sus discípulos en la sanidad y la restauración total de las personas.
Cristo perdonaba los pecados y restauraba a las personas del resultado de sus yerros lo que incluía a menudo la sanidad total.
Cristo recibe a las personas tal como son, no condena, tiene misericordia y actúa con gracia y poder. Muestra una restauración total que incluye la salud física y mental, y la restauración espiritual y social. Es la fuente y el dador de la curación.
Cristo envió a sus discípulos a sanar, enseñar y predicar. Les dio autoridad para sanar. Les envió para cumplir un ministerio integral y restaurar al hombre en su plenitud. El mismo dedicó más tiempo a sanar, luego a enseñar y, finalmente, a predicar. Y cuando vino el Espíritu Santo en el Pentecostés, su poder estaba en los apóstoles quienes continuaban con la promoción de la salud, a través de milagros de curación y señales, como parte de la restauración total de la persona.
Por último estudiaremos:
IV. LA ANTROPOLOGÍA BÍBLICA, BASE PARA EL MENSAJE DE SALUD
A. Definición de Antropología
La antropología, en su definición más amplia, es el estudio del hombre. Algunas divisiones de esta disciplina son: La antropología física estudia el origen, el desarrollo, la naturaleza y composición del hombre, desde un punto de vista puramente científico biológico.
La antropología cultural estudia el ambiente, la naturaleza, la comunidad y el desempeño del hombre, desde el punto de vista de su entorno cultural --valores, creencias, y normas subjetivas--.
La antropología filosófica responde a las preguntas: ¿Qué es el hombre? ¿De dónde viene? ¿Qué hace aquí? ¿Cuál es el objetivo de su existencia? ¿Hacia dónde va?
B. La antropología bíblica estudia lo que es el hombre, su naturaleza ontológica, su misión, y su destino desde el punto de vista de las Sagradas Escrituras como Palabra de Dios.
Según la Escritura, el hombre es un ser creado a la imagen de Dios, puesto por Dios como su representante para sujetar y administrar los bienes de Dios que le han sido confiados (Génesis 1:26). El hombre tiene dominio cognitivo y autoridad sobre el resto de la creación (Génesis 1:28; Salmos 8:6-8).
1. El hombre fue creado como alma viviente (Génesis 2:7); es decir, persona total.
2. El alma fue creada, como resultado de la unión del cuerpo con el aliento de Dios.
El término alma en la Escritura tiene el mismo significado de la frase “en el estadio hubieron 40,000 almas”; es decir, 40,000 personas estuvieron presentes con todo su ser puesto en el evento.
Las tres manifestaciones que el alma tiene:
El alma tiene, por lo menos, tres manifestaciones: física, mental y espiritual. El cuerpo es la expresión visible de la mente y el alma.
La mente y/o el alma no pueden existir fuera del cuerpo. Mente y espíritu fuera del cuerpo simplemente no existen. Al contrario, la mente y el espíritu tienen su asiento en el cuerpo. Son indivisibles.
3. El hombre fue creado como un todo indivisible, inseparable. Pecó como un todo; es decir, cuando pecó todo se malogró: Su cuerpo, mente, espíritu y su vida social. Por tanto, la salvación está dirigida a la persona total.
Cristo pagó el rescate del hombre total. “Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” (1 Corintios 6:20). No rescató sólo espíritus o almas, rescató a la persona total.
La restauración del hombre es integral, como un todo.
El evangelio restaura al hombre espiritual, mental, física y socialmente. El ministerio de Cristo fue un ministerio a la persona total. Sanó, enseñó y predicó. Sanó a través del cuerpo, enseñó a través de la mente, predicó a través del espíritu. Todo el ser (espíritu, mente y cuerpo) tiene que ser guardado sin mancha hasta la venida del Señor (1 Tesalonicenses 5:23).
La nueva relación y comunión con Dios trae como fruto la temperancia y el dominio de los apetitos en general (Gálatas 5:23), mayor cantidad y mejor calidad de vida (Juan 10:10), y el derecho de reclamar el cumplimiento de las promesas del Padre Celestial, incluyendo la sanidad (1 Tesalonicenses 5:17, Santiago 5:13-16).
Cuando el hombre muere, muere todo: cuerpo, mente y espíritu. el alma muere, muere la persona total.
Cuando venga el día de la resurrección, según las promesas divinas, el hombre resucitará como un todo. No resucitaremos como espíritus con alitas semi visibles, sino con un cuerpo espiritual, que incluirá la totalidad del ser material, capaz de comer, beber, amar como Cristo después de su resurrección.
4. El hombre fue creado como un todo inseparable, como una unidad indivisible.
Es un todo biosicosocioespiritual.
Por lo tanto, todo lo que afecta lo biológico afecta también lo mental y espiritual. Todo lo que afecta lo mental, afecta también lo físico y espiritual. Y todo lo que afecta lo espiritual, afectará también lo biológico y lo mental. La unión sicobiológica del hombre explica un sinnúmero de enfermedades porque su influencia es mutua y determinante.
CONCLUSIÓN
"El enemigo ha echado sombres sobre el mensaje de salud"
El libro que el diablo odia más es CS y el que más odia la iglesia es CSRA.
Cuanto el pueblo de Israel salió de Egipto Dios les hizo su detox. La primera cosa que Dios hizo es mostrarse como su SANADOR. "Las aguas de Mara fueron una lección objetiva de las enfermedades que los seres humanos acarrean por causa del pecado" y luego vino el maná.
El tema de la salud es un tema estratégico para la misión, Es una tremenda bendición para nuestra vida y una poderosa herramienta para la misión.
"La tarea de educar en el ramo misionero-médico es un paso de avance de gran importancia en la obra de despertar al hombre a sus responsabilidades morales. Si los pastores hubieran recurrido a esta labor en sus diversos departamentos de acuerdo con la luz que Dios ha dado, habría habido una reforma más decidida en el comer, el beber y el vestir. Pero algunos han obstaculizado directamente el camino del progreso de la reforma pro salud. Ellos han detenido a la gente por sus observaciones de indiferencia y condenación, y por sus bromas y chistes. Ellos mismos y una gran cantidad de otras personas han estado sufriendo hasta la muerte, pero no todos han aprendido todavía a ser sabios". CSRA, 544.
La gente vive 10 años más, pero en esos últimos diez años de vida vive enfermo o postrado; es decir, aumenta el tiempo de vida, pero no su calidad de vida.
Jesús dice que para alcanzar al mundo hay que sanar. Porque la enfermedad es un asunto transversal, no respeta castas sociales. La mayoría de la gente muere hoy por enfermedades no transmisibles.
A. Sin desconocer que la salud y la enfermedad dependen de muchos factores, las Sagradas Escrituras colocan la responsabilidad mayor en la persona y su relación con las leyes de Dios a través de su estilo de vida.
B. La antropología bíblica es la base para el mensaje de salud de las Sagradas Escrituras. El alma es la persona total, y todo lo que afecte positiva o negativamente, afecta también a los otros.
C. La concepción bíblica que la Iglesia Adventista tiene acerca del hombre como una unidad inseparable; hace que tenga autoridad para predicar un mensaje de salud completo, y le da la capacidad para promover un estilo de vida saludable como parte de su misión restauradora. Este mensaje, a nuestra iglesia la hace diferente de otras iglesias, que por lo general, no tienen un mensaje de salud. Como alguien dijo: Ustedes no tienen el mensaje de sanidad. Es verdad, porque tenemos el mensaje de salud.
D. En las Sagradas Escrituras no hay lugar para una vida espiritual victoriosa por un lado, y por otro, vivir un estilo de vida insalubre e inconsecuente.
Al contrario, la Biblia presenta el fundamento verdadero, para demostrar que una mente sana es posible sólo en un cuerpo sano.
Todo lo que promueva la salud y la fortaleza física, incide directamente en la fortaleza y salud de la mente y el espíritu. Por lo tanto, debemos asumir una actitud positiva respecto de nuestra salud, luego asumir conductas de autocuidado, de prevención, de calidad de vida y finalmente, promover esa misma calidad de vida a nuestros prójimos y al mundo que nos rodea.
Saludos cordiales, pregunta: ¿que significa SSEE?
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