EL REGRESO
DE JESÚS
Desde que nuestros primeros padres traspasaron los portales del Edén, después de haber desobedecido, los hijos de Dios esperan el día en el que el pecado y sus tristes consecuencias se acaben. Profetas, apóstoles y cristianos de todos los tiempos han anunciado ese día, basados en la garantía dada por Cristo mismo. De ese modo, su regreso a esta Tierra es la bienaventurada esperanza que consuela el corazón de sus seguidores cuando estos se enfrentan al sufrimiento, el dolor, el llanto y la muerte a lo largo de la caminata en esta Tierra. El tema de hoy hablará del mayor acontecimiento de la historia de la Tierra, que marcará el comienzo de un nuevo tiempo para los hijos de Dios.
I– LA MAYOR DE TODAS LAS PROMESAS (Juan 14:1-3)
Fue Cristo mismo quien dijo: “Volveré”. Los discípulos estaban confundidos porque Jesús había anunciado que dentro de poco tiempo los dejaría (Juan 13:33). Por eso, él los consoló diciéndoles que su ausencia sería temporaria (Juan 14:3 y 28) y que su partida sería para beneficio de ellos (Juan 16:7). Muchas veces el hombre hace una promesa con el propósito ideal de cumplirla, pero muchas veces las circunstancias no se lo permiten. Sin embargo, las promesas de Jesús son ciertas y se cumplirán. Y, si hay algo que es absolutamente cierto, es el hecho de que un día Cristo volverá a esta Tierra. Ese hecho se menciona más de 300 veces en el Nuevo Testamento. Esto indica la certeza de este acontecimiento y el profundo deseo de Dios de que se lleve a cabo. Pero ¿cómo será el regreso de Cristo?
II. ¿CÓMO VENDRÁ JESÚS?
Vendrá de manera personal
Después de la resurrección, Jesús pasó 40 días con los discípulos, no como un espíritu, sino como una persona, conversando y comiendo con ellos (Hechos 1:3 y 4). Después de estos 40 días, Jesús los llevó a Betania (Lucas 24:50), y allí ascendió a los cielos a la vista de ellos (Hechos 1:9). Dos ángeles aparecieron y les aclararon a los discípulos la manera en la que Jesús volvería: “así vendrá como le habéis visto ir al cielo” (Hechos 1:11), o sea, en forma visible, personal y literal.T
Vendrá de Manera Visible
El regreso de Jesús será el día más increíble de toda la historia. Él vendrá en gloria y majestad para buscar a aquellos que lo aceptaron como Salvador personal. La Biblia deja claro que el regreso de Jesús será un evento visible para todos: “Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis” (Mateo 24:26 y 27).
Vendrá por sorpresa
El regreso de Cristo será como la visita de un ladrón, o sea, de forma inesperada (Mateo 24:43), donde “del día y la hora nadie sabe” (Mateo 24:36). Por eso, Ahora es el momento de prepararse para la venida de nuestro Señor” (MM, En los lugares celestiales, pág. 250).
Vendrá de modo majestuoso
La segunda venida de Cristo será tan real como la primera. Él volverá, sin embargo, ya no como un bebé frágil y sí como Rey de reyes y Señor de señores. Jesús volverá con gran poder y gloria (Mateo 24:30), acompañado de una vasta e innumerable multitud de ángeles (Mateo 25:31). Su venida no será secreta ni silenciosa. No solamente todo ojo lo verá, sino también todo oído escuchará, pues habrá “gran voz de trompeta” (Mateo 24:31). La manifestación de Jesús será espléndida y con estruendos, la Biblia afirma que en el día del Señor “los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas” (2 Pedro 3:10). Ese será, sin duda alguna, el evento más extraordinario de todos los tiempos. Pero ¿cuál es el propósito de que Jesús vuelva a la Tierra?
III – ¿CUÁL ES EL PROPÓSITO DEL REGRESO DE JESÚS?
Dar la recompensa a cada uno
Uno de los motivos para el regreso de Jesús es darle su recompensa a cada persona: “Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras” (Mateo 16:27). En aquel gran día, habrá solamente dos grupos: los salvos y los perdidos. Los salvos dirán: “He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación”. (Isaías 25:9).
Los perdidos, por su parte, se esconderán y pedirán la muerte a los montes y las peñas: “Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero” (Apocalipsis 6:16). Amigo, ¿en qué grupo estará usted? Elija a Jesús como su Salvador Personal y Guía hoy y estará en el grupo de los que estarán listos para su regreso.
Acabar con el pecado y la muerte
La muerte será el último enemigo a ser destruido (1 Corintios 15:26) y eso también sucederá en la segunda venida de Jesús donde se cumplirá la profecía: “Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? ya que el aguijón de la muerte es el pecado” (1 Corintios 15:54-56).
La muerte es el resultado del pecado y le pecado es el causante de la muerte, pero cuando Jesús vuelva, le pondrá punto final a la historia del pecado y la muerte. El apóstol Juan dijo: “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron” (Apocalipsis 21:4).
El regreso de Jesús le pondrá fin al Gran Conflicto cósmico: “El gran conflicto ha terminado. Ya no hay más pecado ni pecadores. Todo el universo está purificado. La misma pulsación de armonía y de gozo late en toda la creación. De Aquel que todo lo creó manan vida, luz y contentamiento por toda la extensión del espacio infinito. Desde el átomo más imperceptible hasta el mundo más vasto, todas las cosas animadas e inanimadas, declaran en su belleza sin mácula y en júbilo perfecto, que Dios es amor”. (El gran conflicto, p. 657).
Conclusión
Las últimas palabras de la Biblia son: “¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que
guarda las palabras de la profecía de este libro” (Apocalipsis 22:7).
Y para que quede bien claro Jesús lo repitió: “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón
conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra” (Apocalipsis 22:12).
Y para que no haya sombra de duda, él dijo nuevamente: “El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús” (Apocalipsis 22:20).
LLAMADO FINAL
Amigo, ¿desea prepararse para estar con los salvos el día del regreso de Jesús? ¿Desea vivir la verdad para vivir siempre con Cristo en el Cielo? Entonces acepte a Jesús como su Salvador ahora y permita que él sea su guía.
M
A
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