Todos necesitan un hogar, un refugio donde encontrar reposo y paz. Este hogar va mucho más allá de una construcción material que nos abrigue de la lluvia, del viento y del sol. Hace referencia al círculo más íntimo de las personas con las que convivimos, la calle y la ciudad en que habitamos, el país en que nacimos, la lengua materna, la cultura que modela nuestra visión del mundo. Todo esto contribuye a formar en nuestra memoria una idea de hogar. Dondequiera que vayas, un cordón umbilical invisible te mantendrá ligado a tus orígenes. Felices son los que tienen un hogar o pueden volver a él. Sin una patria Lamentablemente, no todos tienen un hogar. Millones de personas están en busca de un lugar para vivir. En los últimos años, el mundo quedó impactado por el mayor flujo de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial. Los conflictos regionales, el terrorismo, las crisis económicas, el hambre, la opresión política y la discriminación racial han llevado a un número creciente de personas
Un espacio con sermones que procuran fortalecer la fe y la esperanza en Jesús.