ADORANDO AL DIOS PERSONAL
“A menos que estemos vitalmente relacionados con Dios, no podremos resistir los efectos profanos del amor propio, de la complacencia propia y de la tentación a pecar… Pero sin una relación vital con Dios…, seremos vencidos. Sin un conocimiento personal de Cristo y una continua comunión, estamos a la merced del enemigo, y al fin haremos lo que nos ordene” (DTG, 291).
1. ¿Cómo es Dios?
1. Dios es viviente. Jeremías 10:10,11.
2. Dios ve y oye. 1 Pedro 3:12.
3. Dios piensa y recuerda. Salmos 103:14.
4. Dios es generoso. Salmos 84:11.
5. Dios tiene una morada. 1 Reyes 8:39.
6. Dios es accesible. Hebreos 4:16.
7. Dios es imparcial. Hechos 10:34,35.
La Biblia me enseña que Dios es un Ser Personal
2. ¿Qué es lo más sobresaliente de Dios?
"Desde el principio tú fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos." Salmos 102:25.
Dios es Creador y Originador de la materia, del universo, de la tierra, del hombre, de todo. El asombro de conocer al Creador crea en nosotros el impulso natural e irresistible de adorarlo (Apocalipsis 14:7).
Lo más sobresaliente es que Dios es Creador
3. ¿Por qué otro motivo importante debo ser agradecido con Dios?
"Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación" 1 Pedro 1:18, 19.
Dios nos creó, pero Dios también nos redimió “por su sangre” y nos dio “el perdón de pecados” (Efesios 1:7). Ahora somos doblemente suyos: Por Creación y por Redención. La redención incluye toda: su vida, su cuerpo, sus talentos, su tiempo y sus posesiones.
Porque Dios es Redentor
4. ¿Cómo debemos relacionarnos con Dios?
"Diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas." Apocalipsis 14:7.
“El Señor quiere que sus hijos hallen consuelo en servirle y más placer que fatiga en su obra. El quiere que quienes vengan a adorarle se lleven pensamientos preciosos acerca de su amor… y tengan gracia para obrar honrada y fielmente en todo” (CC, 103).
Debemos relacionarnos en honra, gloria y adoración
5. ¿Qué hacer para que Dios nos bendiga?
"Guardad mis días de reposo, y tened en reverencia mi santuario. Yo Jehová. Si anduviereis en mis decretos y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra rendirá sus productos, y el árbol del campo dará su fruto." Levítico 26:2-4.
“La estricta obediencia de los requerimientos de la Biblia será una bendición, tanto para el cuerpo como para el espíritu” (MJ, 170).
Para que Dios os bendiga debemos obedecer sus mandamientos
6. ¿Cuándo se rompe la relación con Dios?
"Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios. Lucas 12:18-21.
“Este rico insensato, en su egoísmo supremo... Vivía solamente para sí... Podía haberse hecho tesoros en los cielos…, pero por su avaricia perdió ambos mundos. Los que humildemente usan para gloria de Dios los recursos que él les ha confiado, recibirán antes de mucho su tesoro de la mano del Maestro con la bendición: “Bien, buen siervo y fiel... entra en el gozo de tu Señor” (1JT, 382).
La relación se rompe con Dios cuando actuamos egoístamente
7. ¿Cuándo nos relacionamos bien con Dios?
"Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel." 1 Corintios 4:1, 2.
“Cuando estemos dispuestos a hacer a un lado nuestros deseos egoístas y dediquemos las facultades del corazón y de la mente a trabajar en la causa de Dios, los agentes celestiales cooperarán con nosotros y nos harán una bendición…” (HC, 347).
MI DECISIÓN
Decido entregarle toda mi vida a Dios: mi tiempo, mis talentos, mi cuerpo y mis tesoros.
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