Hola, ¿todo bien?
Es una alegría estar juntos una vez más. Hoy estudiaremos sobre
“LA ESENCIA TRANSFORMADORA” dentro del contexto del gran conflicto y específicamente
basado en el libro de Apocalipsis.
La Biblia relata el drama del Gran Conflicto, desde Génesis hasta Apocalipsis, por
medio de las historias de los que nos precedieron. Historias como la de Adán y Eva,
Caín y Abel, Noé, Abraham, Esaú y Jacob, José, Moisés y tantos otros que faltaría
espacio para mencionar.
Además de las historias biográficas, vemos ilustraciones
que nos ayudan a entender más sobre ese tema: luz y tinieblas, trigo y paja, ovejas
y cabritos, el Cordero y el dragón, la mujer vestida de sol de Apocalipsis 12 y la
mujer vestida de escarlata de Apocalipsis 17, Babilonia y Jerusalén, el sello de Dios y
la marca de la bestia, y así sucesivamente.
La Biblia presenta siempre una elección
entre dos caminos. No existe una tercera opción. O estamos en el camino de la vida
o en el camino de la muerte.
¿Recuerda que la verdad fue echada por tierra y Dios usaría la iglesia verdadera para
restaurar la verdad?
Hoy estudiaremos sobre el sello de Dios, una de las verdades
que fue echada por tierra, y que al final será restaurada.
En Apocalipsis capítulo 7:1-3 está escrito así: “Después de esto vi a cuatro ángeles
de pie en los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra,
para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún
árbol. Entonces vi otro ángel que subía del este, y tenía el sello del Dios vivo. Clamó
a gran voz a los cuatro ángeles, que habían recibido poder de dañar la tierra y al
mar, y les dijo: No dañéis la tierra, ni el mar, ni los árboles, hasta que sellemos en sus
frentes a los siervos de nuestro Dios”.
La imagen de cuatro ángeles en los cuatro extremos de la tierra se refiere a los
cuatro puntos cardinales, y no una mención que indica que la tierra es plana y
tiene cuatro lados, ¿es así? Pues bien, Dios coloca a sus ángeles para que cuiden la
Tierra y sostengan los vientos, que en la profecía significa conflictos, guerras, problemas,
para impedir que Satanás eche toda su ira contra la humanidad. Si Dios no
estuviera restringiendo la acción de Satanás, seguramente habría destruido todo.
A pesar de que la humanidad enfrenta guerras y conflictos terribles, incitados por el enemigo, todavía contamos con la protección de Dios para tener la oportunidad
de entender su Palabra y tomar nuestra decisión al lado de Jesús. Entienda, Dios
tiene un plan para usted, un propósito para su vida.
El quinto ángel que aparece en la secuencia del texto, en los versículos 2 y 3, teniendo
el sello de Dios y con la tarea de sellar a los siervos de Dios, es el acto final
de Dios antes de que el Gran Conflicto termine. Ese símbolo que se usa aquí puede
entenderse mejor si pensamos en haciendas de ganado. Los propietarios tienen
la costumbre de marcar los animales con un hierro caliente con las iniciales del
dueño; así, en el caso que los animales se mezclen con los del vecino, será fácil
distinguirlos. Dios quiere sellar a todos los que estén dispuestos a oír y atender
su llamado.
Dios quiere colocar en su frente, en otras palabras, en su mente, en
su conciencia, un sello, una señal, una marca que identifique a los que acepten la
salvación ofrecida por Jesús, y con eso, proteger a sus hijos del último intento de
Satanás de destruir a la humanidad.
Pero, ¿cuál es la descripción o definición de un sello?
Los reyes del pasado usaban
un anillo con el cual marcaban sus documentos y cartas, indicando quién era el que
estaba enviando y bajo qué autoridad. Ese sello del anillo contenía el nombre del
rey, su posición y el territorio sobre el cual dominaba. En Ester 3:12 usted encuentra
una descripción de eso.
Entonces, ¿qué sello es ese? ¿Dónde podemos encontrar este sello? Abra su Biblia
en Isaías 8:16 y acompáñeme en la lectura que haremos ahora: “Ata el testimonio,
sella la ley entre mis discípulos”. Aquí vemos que el sello de Dios está en la ley, su
santa Ley.
¿Recuerda el estudio sobre la Ley de Dios? Es en los Diez Mandamientos
donde encontramos el sello de Dios. ¿Cuál de los Diez Mandamientos tiene esas
tres características de un sello?
Abramos la Biblia en Éxodo 20 y analicemos los Diez
Mandamientos para descubrir cuál de ellos es el sello de Dios.
Primer mandamiento, versículo 3:
“No tendrás dioses ajenos fuera de mí”. Ese mandamiento
debe guardarse y obedecerse, pero no es el sello de Dios, pues no tiene
el nombre, no tiene el cargo y no tiene el territorio de Dios.
El segundo mandamiento, versículos 4-6: “No te harás imagen, ni ninguna semejanza
de lo que hay arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni debajo del agua. No te
inclinarás a ellas, ni las honrarás. Porque el Señor tu Dios soy yo, fuerte, celoso, que
visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y la cuarta generación,
a los que me aborrecen. Pero trato con invariable amor por mil generaciones, a
los que me aman y guardan mis Mandamientos”. En este mandamiento aparece el nombre de Dios, pero no aparece el cargo ni el territorio, entonces debemos
obedecerlo también, pero no es el sello de Dios.
El tercer mandamiento, versículo 7: “No tomarás el nombre del Señor tu Dios en
vano. Porque el Señor no dará por inocente al que tome su nombre en vano”. Este
mandamiento tiene el nombre de Dios, pero no tiene el cargo ni tampoco el territorio.
Entonces debemos obedecerlo, pero no es el sello de Dios.
El cuarto mandamiento, versículos 8-11: “Acuérdate del día de sábado para santificarlo.
Seis días trabajarás y harás toda tu obra. Pero el sábado es el día de reposo del
Señor tu Dios. No hagas ningún trabajo en él, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo,
ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en
seis días el Señor hizo el cielo, la tierra y el mar, y todo lo que contienen, y reposó en
el séptimo día. Por eso, el Señor bendijo el sábado y lo declaró santo”.
Veamos si ese mandamiento llena los requisitos.
¿Aparece aquí el nombre de Dios?
Sí, “Pero el sábado es el día de reposo del Señor tu Dios”. ¿Aparece la función o cargo
de Dios? Sí, “Porque en seis días el Señor hizo el cielo, la tierra y el mar, y todo lo
que contienen”. La función o cargo de Dios es el Creador de todas las cosas.
¿Y será
que aparece también el territorio sobre el cual domina? Sí, “el Señor hizo el cielo, la
tierra y el mar”. El territorio sobre el cual domina es justamente el que él acaba de
crear.
¡Encontramos nuestro sello!
El cuarto mandamiento nos presenta quién es
Dios, su papel como gobernante y el territorio sobre el cual domina.
Pero, para no quedar con dudas, repasemos el resto de los mandamientos.
El quinto mandamiento, versículo 12: “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus
días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da”. Vea este quinto mandamiento
trae el nombre de Dios, pero no trae el cargo ni el territorio, entonces debemos
obedecer este mandamiento pero no es el sello de Dios.
El sexto mandamiento, versículo 13: “No matarás”. Debe ser obedecido, pero no
cumple las exigencias para ser el sello de Dios.
El séptimo mandamiento, versículo 14: “No cometerás adulterio”. El mismo caso que
el sexto mandamiento.
El octavo mandamiento, versículo 15: “No hurtarás”. Tampoco, tiene las características.
El noveno mandamiento, versículo 16 “No hablarás contra tu prójimo falso testimonio”.
También debemos obedecerlo, pero no es el sello de Dios.
El décimo mandamiento, versículo 17: “No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás
la esposa de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni
cosa alguna de tu prójimo”. Este mandamiento también debe ser obedecido, pero
no es el sello de Dios.
Con eso confirmamos que el cuarto mandamiento es el sello de Dios, el certificado
de que él como Creador tiene autoridad para sellar a quien quiera pertenecer
a él como hijo muy amado. Y justamente ese mandamiento, que declara que Dios
es el Creador, que apela para que recordemos quién es Dios y quiénes somos nosotros,
ese mandamiento que es un regalo para el ser humano, es el que la mayoría
de las personas rechaza. ¿Nota cuán importante es ese mandamiento y por qué ha
sido tan atacado por Satanás? Ese mandamiento que declara a Dios como Creador
fue ignorado, y como consecuencia, el gran vacío fue llenado por teorías erróneas
que niegan a Dios. Si se saca ese mandamiento, todo cae por tierra.
En caso de que usted todavía tenga dudas sobre si realmente ese es el sello de
Dios, buscaremos en la Biblia la prueba final. Si el sábado es el sello de Dios, si este
mandamiento es realmente la marca de Dios, debemos probarlo en la Biblia con
otros textos.
Entonces, abra su Biblia y analicemos Ezequiel 20:20: “Santificad mis
sábados y sean una señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo el Señor soy
vuestro Dios”. En el versículo 12 del mismo capítulo, dice lo mismo, y Éxodo 31:13,
también. Por lo tanto, queda claro que el cuarto mandamiento es el sello de Dios,
la marca de Dios.
Dios mismo dio el ejemplo de la importancia de guardar el sábado, al terminar la
creación del sexto día. Adán y Eva guardaron el sábado, todos los profetas guardaron
el sábado, Jesús mismo guardó el sábado, María también guardó el sábado, así
como los apóstoles; Pablo, quien se convirtió después de la muerte y resurrección
de Jesús, también guardó el sábado. ¿Y qué día se guardará en la Tierra Nueva
cuando estemos libres de pecado y disfrutemos de la compañía de Dios? ¡Así es, el
sábado! (Isa. 66:22, 23).
Durante la semana, durante seis días, usted trabaja, hace sus actividades en casa y
fuera de casa, pero el séptimo día tiene la oportunidad de detenerse, descansar,
recuperar fuerzas, especialmente profundizar su relación con Dios, con su familia
y con las personas que lo rodean.
El sábado es la señal de que aceptamos la soberanía
de Dios en nuestra vida, y guardarlo de puesta de sol a puesta de sol es una
bendición que Dios concede a quién quiera disfrutarla.
¿Y ahora? ¿Qué haré con esa verdad tan maravillosa? ¿Qué día guardaré? ¿Qué día
querré guardar de aquí en adelante? ¿Quiere ser sellado hoy con el sello de Dios?
Entonces comience a guardar el sábado de aquí en adelante y reciba las bendiciones
del sábado que Dios quiere darle.
Llamado
La decisión es suya. Que nada ni nadie le impida buscar la presencia de Dios. Elija
hoy ser fiel a toda la verdad que usted descubrió al estudiar la Palabra de Dios. ¿Usted
quiere seguir a Jesús? ¿Quiere decirle a él cuán feliz está por hacer conocido la
verdad? ¿Quiere recibir el sello de Dios y confirmar su nombre en el libro de la vida?
¿Dónde están mis amigos, los invitados especiales, los que no son miembros de la
Iglesia Adventista? ¿Puedo ver su mano? ¡Gracias! Por favor, póngase de pie mientras
sus amigos y hermanos que están aquí se ponen de pie a su lado y lo abrazan.
Nadie debe sentirse solo.
¿Dónde está su tarjeta? ¿Puedo verla? Muy bien, sosténgala. Ahora que estamos
acompañados, quiero invitarlos a que vengan adelante, junto con la persona que
está a su lado. Tenemos una canción especial preparada para usted que será cantada
en este momento.
Felicitaciones por esa actitud importante de fe. Cada uno sabe que Jesús volverá
muy pronto, ¿verdad? ¿Cuántos quieren vivir con Jesús para siempre? Levanten la
mano. ¡Qué maravilla! Bien, usted sabe que es necesario nacer de nuevo, ¿no es
cierto? ¿Cuántos desean nacer de nuevo? Levante su mano. ¡Alabado sea Dios!
Por favor, entregue su tarjeta, quiero orar con ella en mis manos. Vamos a orar.
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