Esta actividad se puede desarrollar de tres maneras diferentes:
- Invitar a la institución o a las familias a que vengan a la Iglesia Adventista y recibir los juguetes;
- Reunir al grupo en la guardería o la escuela y hacer la entrega;
- Visitar las casas con los aventureros y los niños para hacer una entrega a domicilio.
2. Dos semanas antes del 20 de mayo es necesario organizar la campaña Haga feliz a un niño; done juguetes, liderados por el Club de Aventureros, el Ministerio del Niño, la Escuela Sabática de niños y la escuela adventista. Organice la mejor manera de divulgar las actividades a los padres y de incentivar a los niños a donar sus juguetes usados en buen estado de conservación. También se pueden recaudar juguetes nuevos también.
Se pueden poner cajas grandes a la entrada de la escuela o iglesia, o se pueden recoger al comienzo de las reuniones de la iglesia. Buscar la donación de los vecinos y familiares es muy importante también.
Las familias que no tienen hijos, los solteros, los ancianos; todos pueden ayudar comprando o haciendo juguetes.
Las personas son muy olvidadizas. Muchísimas veces llegan a la puerta de la iglesia y dicen “¡Me olvidé de traerlo!”. Por eso, recuerde la ley de las 7 veces. Esa ley la usan los comerciantes para vender cualquier cosa. ¡Hasta podrían venderle hielo a un esquimal!
La ley consiste en lo siguiente: hacer que la persona vea el comer- cial del producto por lo menos 7 veces y, preferentemente, de 7 maneras diferentes, por ejemplo: en la tv, en la radio, en Internet, en una plaza, en el celular, en afiches, etc.
Claramente, usted no contará con todos esos recursos para divulgar la campaña Haga feliz a un niño; done juguetes, pero usted puede motivar a las personas y recordarles a través de WhatsApp, Facebook, teléfono, e-mails, carteles en la iglesia y en la escuela, comunicaciones a los padres, anuncios en la iglesia, cartelitos en el espejo del baño, contacto personal y visitas a las casas para recoger las donaciones.
Se necesita mucha perseverancia para divulgar bien la campaña y motivar a los donadores.
3. La decoración en la plataforma de la iglesia se puede hacer con juguetes usados y antiguos. Pueden ser: barriletes, un carrito de juguete, canicas, teléfonos de latas y cables o hilos, carritos de plástico, bicicletas, muñecas de trapo, peluches, avioncitos de papel, pelotas, sogas, etc.
No incluya: juguetes nocivos (armas, revólver, escopetas); de marcas famosas (Barbie, etc.); de programas de televisión; videojuegos y otros juegos electrónicos; celulares, tabletas, etc.
Valore los juguetes sencillos, que están hechos de madera o materiales reciclables, que desarrollan la parte física y mental.
Ponga estos juguetes del lado izquierdo de la plataforma de manera aleatoria, fijos en la pared o sobre algún mueble para que sea visible para la mayoría de los miembros de la iglesia. Del lado derecho de la plataforma, ponga los juguetes que serán donados. Pueden estar coloca- dos aleatoriamente u organizados por tamaño, o los que son para niñas cubiertos con telas rosas y los de varones con telas celestes.
En el centro, o adelante del púlpito o en la pared, escriba el título:
LA NIÑA QUE PERDIÓ SU JUGUETE
Al final del sermón, dos niños o un adulto pueden colocar la palabra DONÓ en lugar de la palabra PERDIÓ. Entonces la frase será:
LA NIÑA QUE DONÓ SU JUGUETE
La idea es justamente que todos los niños sientan la alegría de compartir.
4. Seleccione un grupo de tres a cinco niños o aventureros para que participen del desarrollo del mensaje. Prepare el ambiente cerca del púlpito con un sofá o algunas sillas como si fuera un programa de entrevistas. Deje el sofá y las sillas vacíos, al comenzar el sermón, diga que hay algunas personas famosas y que quiere invitarlas allí para entrevistarlas. Entonces, llámelas:
- Me gustaría llamar aquí a nuestra sala de entrevistas a las siguientes autoridades en juguetes: Juancito, Marita, Pedrito, Julianita y Anita.
ORACIÓN MUNDIAL POR LOS NIÑOS EN RIESGO
El sábado del Niño y Día del Aventurero, aumentemos nuestras oraciones por los niños que están en riesgo, en el mundo entero. Deberíamos incluir eso en algún momento. Podemos hacerlo durante la Escuela Sabática como también en el Culto de Adoración o en cualquier otro programa organizado para ese día.
Hay muchos niños que sufren y todos conocemos esa realidad. Hay miles de personas que trabajan arduamente para ayudarlas, pero los esfuerzos son inmensos.
El Salmo 68:5, 6 dice: “Padre de huérfanos y defensor de viudas es Dios en su santa morada.
Dios hace habitar en familia a los desamparados; saca a los cautivos a prosperidad; mas los rebeldes habitan en tierra seca”.
El Señor cuidará de ese grupo de niños a través de nosotros y de nuestras oraciones.
Como Ministerio del Niño y Ministerio de los Aventureros, debemos unirnos para incentivar la oración por los niños en situación de riesgo en el mundo entero.
MOTIVOS ESPECÍFICOS DE ORACIÓN
- Niños en orfanatos.
- Instituciones e iglesias que ayudan a encontrar familias para adoptar a niños huérfanos;
- Que la sociedad responda a las necesidades de niños que no tienen ayuda o un hogar.
- Que los niños con dificultades puedan vencer y tener un futuro mejor.
- Por los niños que sufren abuso verbal y físico por parte de padres y otros adultos.
- Preparación y enseñanza a los padres sobre el uso correcto de la disciplina de los hijos, sin violencia.
- Para que las familias dediquen tiempo a la enseñanza; para orar y jugar con otros niños fuera de su círculo familiar.
- Para que los gobiernos apoyen el significado de la familia, además de protegerla.
- Por los niños que no tienen qué comer.
- Por los niños que no tienen la oportunidad de asistir a la escuela debido a la incapacidad física o mental.
- Por los niños en situación de pobreza extrema que no tienen ropa adecuada para ir a la escuela y por eso se sienten excluidas.
- Por los niños que necesitan trabajar para comer y que no pueden asistir a la escuela.
- Para que haya recursos para ayudar a esos niños necesitados.
- Por más amor y simpatía por los niños que viven en la pobreza.
- Por las autoridades gubernamentales, para que hagan una mejor distribución de apoyo y alimentos.
- Para que se encuentren nuevos proyectos en favor de los niños, para darles una oportunidad de salir de la pobreza y desarrollarse.
- Para que más iglesias se abran y puedan atender a los niños necesitados.
La niña que perdió su juguete
Texto clave: 2 Reyes 5:2,3
Hoy estamos muy felices porque es un sábado especial: es el sábado del Niño y del Aventurero.
La División Sudamericana está compuesta de 8 países (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay).
En todos ellos tenemos miles de niños adventistas; de estos, tenemos 100 mil aventureros en 5.500 clubes de aventureros. Todo este mini ejército de niños y niñas está de esta hoy; no solo en nuestra iglesia, sino también en otras 28.350 iglesias adventistas y grupos en Sudamérica (en caso de que desee usar los datos actualizados, entre al sitio clubes.adventistas.org y adventistas.org).
Para comenzar el mensaje de hoy, me gustaría invitar a que venga aquí con nosotros a nuestra sala de entrevistas a las siguientes autoridades en juguetes: Juancito, Marita, Pedrito, Julianita y Anita.
Mientras ellos se acercan, les pido que abran la Biblia en 2 Reyes 5:2 y 3.
Ahora quiero preguntarles a estas autoridades:
Ahora, la pregunta es para la iglesia:
- ¿A quién de ustedes le gusta jugar?
- Bien. Veo que a algunos les dio vergüenza levantar las manos porque son adultos. Pero los adultos son solamente niños grandes que poseen juguetes mucho más caros que estos que están aquí al frente.
Ahora les voy a preguntar a cada uno:
- ¿Cuál es su juguete preferido? ¿Cuál es el juguete que más te gusta?
Después de escuchar esas respuestas, seguramente, todos los adultos se pusieron a pensar en cuando eran niños.
Vean...aquí adelante tenemos algunos juguetes de su época. Si yo le pidiera a cada uno que me dijera cuál era su juguete preferido o qué juego le parecía más divertido, sin duda nos pasaríamos todo el día aquí.
Y ahora, para ustedes, niños, autoridad en juguetes, tengo una pregunta más:
- ¿Quién de ustedes ya perdió alguna vez su juguete favorito?
MENSAJE
Leamos 2 Reyes 5:2,3
En esta mañana quiero hablarles de una niña que perdió su juguete.
(Cree una representación de un soldado que entra a la casa y se lleva a la familia y a la niña).
Esto ocurrió en Israel, cerca de 800 años a.C. Era una familia con una hijita y su juguete preferido. Ella estaba jugando feliz, cerca de los padres. Sin embargo, repentinamente, algunos soldados invaden su casa. Comienzan a correr, y hay gritos y desesperación. Las personas son apresadas, se llevan a todos, incluso a la niña. ¿Creen que tuvo tiempo de llevarse su juguete?
Y si se lo hubiera podido llevar, ¿creen que habría podido jugar siendo esclava?
En Siria, las cosas eran muy diferentes a Israel. La niña pasó por muchas dificultades y tenía que trabajar todo el día. Miren cuántos problemas había:
1. Fue separada de padre y madre.
Les preguntaré a los niños de aquí adelante: Alguno de ustedes ¿se perdió alguna vez de mamá o papá? ¿Cuál fue el sentimiento? ¿Qué es lo más triste de estar lejos de los padres? ¿Cómo creen ustedes que la niña se habrá sentido lejos de sus padres en Siria?
2. Estaba lejos de su casa.
¿Qué es lo más bueno que tiene su casa que, cuando están lejos, los hace querer volver?
3. Estaba lejos de sus juguetes.
Cuando sales de tu casa, ¿te llevas los juguetes? ¿Cuál es el juguete que más te gusta? ¿Ya les dieron juguetes de regalo a otros niños?
4. Vivía en la casa de unos extraños.
¿Se tuvieron que quedar alguna vez en la casa de gente que no conocían? ¿Cómo fue eso?
5. Trabajaba como una esclava.
¿Cómo se deben sentir los niños que no pueden jugar?
Esta niña era una aventurera en tierra extraña. Pero ella poseía algo mucho más valioso que todos sus juguetes: la fe en Dios.
Ella perdió sus juguetes pero no perdió la fe, y cuando estaba en medio de dificultades, permaneció fiel. No tenía juguetes, pero estaba llena de fe.
- En la casa, en el culto familiar.
- En el estudio de la Lección, en la Biblia.
- En la oración, cuando le abría el corazón a Dios como a un amigo.
- Cuando iba a las reuniones religiosas de su pueblo.
¿Y sabes cuál fue el resultado de esa enseñanza?
Cuando el comandante de Siria tenía lepra, ella recordó al Dios de su pueblo y su poder. Y podría haberse quedado callada y dicho:
“¡Bien hecho. Se lo merece! ¡Eso le pasa por tenernos aquí presos! ¡Eso le pasa por haberme alejado de mis padres, mi casa, mis juguetes! ¡Bien hecho! ¡Bien hecho! ¡Bien hecho!”
Pero ¿hizo eso?
¡No! Ella era una NIÑA FIEL QUE AMABA A DIOS.
Cuando estamos con Jesús es así: ¡él nos ayuda a ser puros, bondadosos, reverentes y colaboradores!
La niña esclava sin juguetes ayudó a Naamán. Los niños y aventureros de Jesús ayudan a las personas. Y aunque estaba en tierras extranjeras, sin familia, sin juguetes, ella podía cantar: “Somos aventureros alegres que confían en Cristo Jesús. Aprendemos que siempre debemos reflejar para el mundo su luz”.
Nosotros también podemos entrenar todos los días, porque aunque no tengamos juguetes, tenemos fe y alegría.
Hoy podemos poner en práctica lo que dice Hechos 20:35: “Más bienaventurado es dar que recibir”.
Por eso podemos cambiar el sentido de la frase de aquí adelante y poner la palabra donó en lugar de perdió: La niña que donó su juguete.
Esa debe ser la experiencia de cada niña y niño. Todos podemos pedirle a Dios que nos dé la alegría de donar a los otros un poco de lo mucho que recibimos de nuestro Padre Celestial.
LLAMADO
¿Cuántos quieren pedirle ahora a Dios que les dé un corazón que ame compartir?
¿Quieren romper el egoísmo y vivir para ser bendición para otros?
Jesús nos donó su vida para que pudiéramos alcanzar la salvación. Ahora es nuestro turno de donar alegría, juguetes y amor a los necesitados a nuestro alrededor.
Pónganse de pie quienes desean tener más compasión y compartir con otros las bendiciones de Dios.
Oremos ahora por ese nuevo sentimiento de compartir. Oremos por cada niño que recibirá hoy estos juguetes. Oremos para pedirle a Dios que un día, niños, jóvenes y adultos puedan estar en el Jardín de Dios en el Cielo, ¡Por toda la eternidad! ¡Amén!
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