INTRODUCCIÓN
El milagro de la purificación de las aguas, aunque fue literal y real, contiene un aspecto simbólico.
“Muchas son las lecciones espirituales que se desprenden de este relato de la purificación de las aguas. La botija nueva, la sal, el manantial, todas estas cosas de las cuales nos hablan son altamente simbólicas”. PP, 173.
De acuerdo al relato bíblico y al consejo del espíritu de profecía, analicemos con la ayuda de Dios, la ubicación de la ciudad donde se desarrolló el milagro, los efectos desastrosos que provocaban las aguas amargas, tanto en las personas, como en la ganadería y la agricultura.
¿Qué significado tienen, la botija, la sal y el manantial?
I. LA PURIFICACIÓN DE LAS AGUAS FUE EN JERICÓ.
2 Reyes 2:19
“En los tiempos patriarcales, el valle del Jordán “era de riego ... como el huerto de Jehová”. En ese hermoso valle fue donde Lot decidió establecerse, cuando fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma. Génesis 13:10-12.
Pero al ser destruidas las ciudades de la llanura, la región de en derredor se transformó en un desierto desolado, y llegó a formar parte del desierto de Judea.
Subsistió una parte de ese hermoso valle, con sus manantiales y arroyos vivificantes, para alegrar el corazón del hombre. En ese valle, rico en campos de cereales y vergeles de palmeras y otros frutales, las huestes de Israel habían acampado después de cruzar el Jordán y habían gozado por primera vez de los frutos de la tierra prometida. Delante de sí tenían las murallas de la fortaleza pagana de Jericó, centro del culto de Astarté, la más vil y degradante de todas las formas cananeas de la idolatría. Pronto fueron derribadas sus murallas y muertos sus habitantes; y en ocasión de su caída, se hizo en presencia de todo Israel esta solemne declaración: ”Maldito delante de Jehová el hombre que levante y reedificare esta ciudad de Jericó. En su primogénito eche sus cimientos, y en su menor asiente sus puertas (Josué 6: 26).
Transcurrieron cinco siglos. El lugar seguía desolado y maldecido por Dios. Aún los manantiales que habían hecho tan deseable la residencia en esa parte del valle, sufrieron los efectos de la maldición. Pero los tiempos de la apostasía de Acab, cuando el culto de Astarté revivió por influencia de Jezabel, Jericó, antigua sede de ese culto, fue reedificada, si bien a un costo espantoso para quién lo hizo...
No lejos de Jericó, en medio de vergeles fructíferos, se hallaba una de las escuelas de los profetas; y allí se dirigió Eliseo, después de la ascensión de Elías. Mientras estaba entre ellos, los hombres de la ciudad se acercaron al profeta para decirle: “He aquí, el asiento de esta ciudad es bueno, como mi señor ve; mas las aguas son malas, y la tierra enferma. El manantial que años anteriores había sido puro y comunicaba vida, pues contribuía mucho a abastecer de agua a la ciudad y la región circundante, ya no podía usarse”. PP, 172.
II. RESULTADOS DE LA DESOBEDIENCIA Y LA APOSTASÍA
Las aguas malas o amargas eran el resultado de dos cosas: De la desobediencia y la apostasía. Desobediencia a la orden de Dios dada por Josué, que Jericó no debía ser reconstruida (Josué 6:26), y por la apostasía al adorar a Astarté, una diosa pagana, dejando a Dios, Creador del universo entero.
La maldición de Dios se reflejaba en el valle del Jordán y en sus manantiales. El agua ya no podía usarse, era mala. Afectó tres áreas de la vida familiar:
Para el uso doméstico:
No era propia ni saludable para tomarla, no era recomendable para bañarse, menos para la preparación del alimento, o para la limpieza de trastos utilizados.
Para el uso agrícola:
La tierra estaba estéril. Se había convertido en un desierto. Los árboles no daban frutos, no había cosecha de trigo ni de cebada. Faltaba el alimento.
Para el uso de la ganadería:
Sin pastos y sin agua no hay ganado, son dos cosas indispensables.
Para una persona que parte de su economía es el ganado, si éste no se reproduce o se muere, lo más seguro que enfrentará la pobreza.
Hermanos, debemos dar gracias a Dios y vivir muy agradecidos porque nosotros tenemos agua apropiada para el uso doméstico, agrícola y ganadero. Disfrutamos de las frutas y las verduras que, gracias a Dios, al agua y al trabajo de quienes se dedican a esa actividad, las tenemos en nuestra mesa.
Leamos lo que David dijo en el Salmo 65:9-13. Él reconoció la abundancia divina:
"Visitas la tierra, y la riegas; En gran manera la enriqueces; Con el río de Dios, lleno de aguas, Preparas el grano de ellos, cuando así la dispones. Haces que se empapen sus surcos, Haces descender sus canales; La ablandas con lluvias, Bendices sus renuevos. Tú coronas el año con tus bienes, Y tus nubes destilan grosura. Destilan sobre los pastizales del desierto, Y los collados se ciñen de alegría. Se visten de manadas los llanos, Y los valles se cubren de grano; Dan voces de júbilo, y aun cantan.
III. LA GENTE DE JERICÓ PIDE AYUDA AL PROFETA ELISEO
2 Reyes 2:19 dice:
"Y los hombres de la ciudad dijeron a Eliseo: He aquí, el lugar en donde está colocada esta ciudad es bueno, como mi señor ve; mas las aguas son malas, y la tierra es estéril."
Eliseo acepta ayudarles, pero les pide dos cosas:
“Traedme una vasija nueva y poned en ella sal” 1 Reyes 2: 20.
“Habiendo recibido esto, salió él a los manantiales de las aguas, echó dentro la sal, y dijo: Así ha dicho Jehová: Yo sané estas aguas, y no habrá más en ellas muerte ni enfermedad” 2 Reyes 2:21.
“La purificación de las aguas de Jericó se realizó, no por sabiduría humana, sino por la intervención milagrosa de Dios. Los que habían reedificado la ciudad no merecían el favor del Cielo; y sin embargo el que “hace que su sol salga sobre malvados y buenos, y llueva sobre justos e injustos” (Mateo 5:45) consideró propio revelar en este caso, mediante ese acto de compasión, su buena disposición para curar a Israel de sus enfermedades espirituales... La purificación fue permanente”. PR, 173.
IV. DEL SIMBOLISMO A LA REALIDAD
“El arroyo contaminado representa el alma que está separada de Dios. El pecado no solamente nos separa de Dios, sino que destruye el alma humana tanto el deseo como la capacidad de conocerle” (Isaías 59:1-2). PP, 175.
“El veneno del pecado todavía obra en el corazón humano. Manantiales de odio y amargura inundan un mundo donde podría haber amor y felicidad” 2CBA, 853.
La vasija nueva, representa el corazón purificado por la gracia de Dios.
“Para el corazón que llega a purificarse, todo cambia. La transformación del carácter es para el mundo, es el testimonio de que Cristo mora en el corazón. El Espíritu de Dios produce nueva vida en el hombre y el hombre interior queda renovado a la imagen de Dios” (2 Corintios 5:17) PP, 175.
La sal representa a los hijos de Dios transformados y convertidos en misioneros activos.
“Cuando Dios compara a sus hijos con la sal, quiere enseñarles que su propósito al hacerlos súbditos de su gracia es que lleguen a ser agentes para salvar a otros. La sal debe mezclarse con la substancia a la cual se añade; debe compenetrarla para conservarla. Así también es por el trato personal como los hombres son alcanzados por el poder salvador del Evangelio." PP, 175.
Hermanos, debemos dar gracias a Dios, porque antes de conocer y aceptar a nuestro Señor Jesucristo, como nuestro Salvador personal, éramos como las aguas amargas de Jericó, que no producían vida, menos bendición.
Hoy por la gracia infinita de Dios, somos vasijas nuevas y transformadas por la sangre de Jesucristo.
Gracias a Dios, porque somos la sal que da sabor y preserva a un mundo insípido y corrupto. Por todo esto, expresemos nuestra gratitud a Dios y digamos con el apóstol Pablo:"
¡Gracias a Dios, por su don inefable!” (2 Corintios 9:15).
CONCLUSIÓN
El milagro de la purificación de las aguas malas en Jericó, nos enseñan tres grandes lecciones.
1. El arroyo contaminado representa al alma separada de Dios.
2. La vasija nueva representa a cada hijo de Dios transformado por la gracia de Dios.
3. La sal representa a cada cristiano transformando y activo en la viña del Señor.
Usted y yo hemos pasado por esa experiencia gloriosa de ser vasijas transformadas para un servicio activo en el servicio a Dios.
¿Desea usted renovar ese compromiso con Dios ahora? si lo desea, entonces le invito a orar por esta buena decisión.
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