¿Qué sucede cuando tú llegas al oftalmólogo? Él sin duda querrá explorar tu agudeza visual. Para eso debes leer varias las de letras de tamaño decre- ciente. Si tu visión es normal, podrás leer todas las las. En caso contrario, se considera que la visión es defectuosa y hay que usar lentes. Para conseguir la visión adecuada se puede utilizar cristales de distinto tipo: cóncavos o conve- xos. Los cristales cóncavos, corrigen la miopía y los convexos se utilizan para la presbicia y la hipermetropía
Veamos un poco los diferentes tipos de lentes.Cómo y cuándo fueron creados. Un(a) lente es un medio u objeto que concentra o hace divergir rayos de luz. Muchos descubrimientos fueron realizados por personas muy observadoras.
Por ejemplo el matemático, físico e inventor griego llamado Herón de Alejandría que vivió en el siglo I.
Él advirtió que en la naturaleza los procesos que involucraban un trabajo utilizan la menor cantidad de energía posible; su descubrimiento derivó en el llamado principio del mínimo. Este principio sostiene que cuando una partícula se desplaza de un lugar a otro utiliza la distancia más corta.
Tuvieron que transcurrir dieciséis siglos para que el matemático francés Pierre de Fermat (1601-1665) demostrara que el principio del mínimo también está presente en la refracción de la luz. Por él sabemos que la trayectoria real que sigue un rayo de luz entre dos puntos es aquella en la que emplea un tiempo mínimo para recorrerla. La velocidad a que viaja la luz depende del medio que esté atravesando; en un medio vacío viaja a máxima velocidad, pero dentro de un diamante, por ejemplo, viajará más lento.
En general, la velocidad de la luz es menor en sustancias de mayor densidad. Cuando un haz de luz pasa de un medio a otro sufre modificaciones.
Parte de la luz se refleja (reflexión) al incidir sobre la superficie del segundo medio y parte penetra cambiando de trayectoria (refracción).
Este cambio de trayectoria se debe al cambio de velocidad de la luz.
Una aplicación muy importante de la reflexión y refracción de la luz se encuentra en las lentes con que enfocamos algún objeto.
Una lente es un medio transparente limitado por dos superficies curvas. Una onda incidente sufre dos refracciones al pasar a través de la lente, una al entrar y otra al salir. Por su forma, y por la forma en que se comportan al ser atravesadas por un rayo de luz pueden ser convergentes y divergentes.
Las lentes convergentes son más gruesas por el centro que por los extremos, mientras que las divergentes son más gruesas por los extremos que por el centro.
Diferentes tipos de lentes.
Entre las lentes más usadas se cuentan las utilizadas para corregir los problemas de visión, los anteojos. También se usan lentes, o combinaciones de lentes y espejos, en telescopios y microscopio
¿Por qué una persona es miope?
Una de las teorías más aceptadas es que la miopía es mayoritariamente hereditaria, comprobado en un 89% de los estudios recientes que han identicado genes que pueden ser los responsables.
Es generalmente descubierto durante los años de pubertad (entre los 8 y los 12 años). Se caracteriza porque usualmente empeora durante la adolescencia y luego se estabiliza cuando la persona alcanza la adultez.
Otra teoría es que la miopía es causada por un debilitamiento del músculo ciliar que no es capaz de ajustar la lente lo suficiente como para enfocar a lejana distancia, causando que objetos alejados se vean borrosos. Esta teoría afirma que el debilitamiento muscular es causado por exceso de trabajo a corta distancia, como la lectura o el uso del monitor de la computadora. Dado que el ojo no tiene que enfocar a lejana distancia, éste músculo tiende a usarse poco y, como consecuencia, se debilita. En vez de lentes, recomiendan el uso de ejercicios visuales para fortalecer al músculo. Otras teorías sugieren que el ojo se fuerza por el constante trabajo a corta distancia y se queda en esa posición, algo que los ejercicios pueden corregir mediante la relajación de éste músculo.
Tratamiento
Un ojo miope no puede enfocar objetos situados más allá de una determinada distancia denominada punto remoto. En una persona sin defectos ópticos el punto remoto se sitúa en el infinito. El punto más cercano en el que un objeto puede encontrarse y ser enfocado por el ojo se denomina punto próximo y en un ojo sano y joven se encuentra situado a 25 cm. del ojo. La miopía se corrige mediante una lente divergente capaz de formar imágenes virtuales de objetos situados en el in nito en el punto remoto del ojo, donde éste puede verlos.
Vamos a analizar paralelamente a la enfermedad visual llamada miopía, la enfermedad espiritual llamada “Miopía espiritual” y el personaje bíblico sobre el que re exionaremos es: el apóstol Pedro.
Este personaje bíblico por su temperamento tan particular nos ayuda a re exionar desde muchos aspectos, en nuestra propia vida espiritual.
Al analizar la imposibilidad de ver con claridad desde lejos, vino a mi mente una de las historias más hermosas acerca del amor de Dios, por todas las personas, sin excepción, contrariamente a lo que creían la mayoría de las personas judías.
En los días en que Jesús anduvo en esta tierra y aún después de su muerte y resurrección, el imperio romano se hacía cada vez más poderoso y cada vez más odiado por los pueblos oprimidos, especialmente por Israel.
Antes de ascender al cielo Jesús había prometido su Espíritu Santo, ese poder “dúnamis” palabra griega que significa (dinamita), para predicar a todo el mundo. Pero los discípulos no entendieron esta orden de Cristo y predicaban en todo el mundo, mas no a todo el mundo.
Obviamente los que quedaban excluidos en primer término, eran los odiados romanos. Pero ese no era el plan de Dios. Él tenía hijos fieles aún entre los romanos.
Uno de ellos era Cornelio, que según, Hechos capítulo 10 era de Cesarea, era un centurión y su compañía de soldados se llamaba: “La Italiana”. Lo que sigue a continuación, antes de lo sucedido, no lo hubiese creído ningún judío y menos aún el apóstol Pedro. En el versículo 2 se describe a Cornelio.
Escuchen bien:“Piadoso y temeroso de Dios y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre”
Más increíble aún es el hecho de que este extranjero fue visitado por un ángel de cielo, quién le habló y le dio una orden, mandar a buscar a Pedro. Le dio la dirección de Pedro con todos los detalles. (Versículos 4-6).
Pero volvamos a la miopía espiritual de Pedro. ¡Cuán lejana y distorsionada era la imagen de un Dios que amaba a todos sin excepción! Pero el Señor mandó la cura para esa falta de visión espiritual.
Nos cuenta el versículo 9 que mientras los mensajeros de Cornelio, iban por el camino ya acercándose a la ciudad para encontrarse con Pedro, éste, subió a la azotea a orar.
“Pedro estaba orando a esa hora, es claro que su meditación y su devoción abrieron la puerta para que recibiera la visión exactamente en el momento apropiado que lo prepararía para recibir a los mensajeros enviados por Cornelio, un gentil”. 5CBA, Hechos 10: 9.
¡Qué sublime un cristiano orando! Si había alguna “dioptría” de miopía espiritual, el Señor la iba a curar.
Veamos lo que pasó. En visión vio un lienzo, atado en las cuatro puntas (mostrar) que descendía del cielo a la tierra. Lleno de animales cuadrúpedos terrestres, reptiles y aves. Una voz clara, que Pedro conocía muy bien, mandó: “Mata y come” (Versículo 13) Era cierto que era hora de la comida y que Pedro estaba hambriento; ¡pero comer reptiles y otros animales inmundos! ¡Nooo!
Pedro tenía hambre, y lo que su apetito lo impulsaba a hacer fue con rmado por una voz del cielo. Pedro se negó a comer por causa de su conciencia; aún no había aprendido que la distinción entre judío y gentil había sido eliminada en Cristo (Gál. 3: 28-29).
Claro apareció el término INMUNDO, y no solamente daban ese calificativo a los animales, sino también a todo el que no era de su nacionalidad. Leamos lo que dijo Pedro en el Versículo 28 “Vosotros sabéis cuán abominable (repugnante, repulsivo, detestable, aborrecible, inmundo) es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero”.
Ya te estás dando cuenta qué es lo que signicaba esa visión.
Mientras estaba perplejo aún, Pedro volvió a escuchar la clara voz de Dios: (versículo 15) “Lo que Dios limpió no lo llames tú inmundo” Y en ese momento en la puerta de la casa de Simón, el curtidor, los mensajeros de Cornelio, estaban preguntando por Pedro. (Versículo 18).
La voz llena de amor del Señor se hizo escuchar nuevamente, para la salvación de los hombres. Leamos el versículo 20. “Levántate y desciende y no dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado”. ¿Qué crees que respondió Pedro? ¡Pero Señor, son romanos! ¡De ninguna manera, no iré! ¿Respondió él así? Claro que no. La miopía espiritual había sido curada. Ahora podía ver que la sangre de Jesús que nos limpia de todo pecado, alcanza a todos, judíos y no judíos. ¡A todos!
¿Preguntan por resultados? ¿Quieren saber qué sucedió? Leamos los ver- sículos 44 y 48.
(Leer). ¡Así sucede siempre que es curada la miopía espiritual! Podemos ver con claridad la voluntad de Dios, que siempre redunda en la salvación de otros.
Llamado
¿Estás pudiendo ver con claridad más allá de tus necesidades? ¿Puedes pensar en alguien que tal vez esté lejos de ti, en afectos o físicamente, que está necesitando que le compartas a Jesús? Toma el papel que recibiste a la entrada y coloca allí dos nombres de personas por las que orarás y a quienes hablarás de Jesús, en esta semana.
El Señor quiere que siempre veas que su maravillosa salvación alcanza a todos y tú eres un instrumento en Sus manos.
Oración
Señor, sin duda alguna me cuesta ver a quiénes quieres salvar. Muéstrame por favor y dame tu Santo Espíritu para que pueda hablar sólo guiado por Ti. ¡Ven pronto Jesús! Amén.
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