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Mervyn Ramírez
PROPÓSITO: Que cada padre y madre presente decidan Instruir a sus hijos en los principios Bíblicos y en la fe de iglesia.
I. INTRODUCCIÓN:
Indicadores estadísticos de problemáticas presentes en los hogares de nuestra sociedad.
El 20.5% de niños menores de 6 años viven en hogares encabezados por una persona (tradicionalmente madres).
Cada año 1,000 000 de niños sufre algún tipo de maltrato.
En los reclusorios para menores de cada 10 niños delincuentes, 6 provienen de hogares donde por lo menos uno de los padres bebe alcohol.
En los reclusorios para menores de cada 4 niños delincuentes, 3 provienen de hogares donde se les dio al educarlos libertad ilimitada.
De cada 5 hogares constituidos, 3 experimentan algún tipo de violencia por parte de alguno de los cónyuges.
II. LA SOCIEDAD ANTEDILUVIANA Y LA NUESTRA
A. "Más como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevo a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre" Mateo 24:37-39.
El Espíritu de Profecía dice que:
“Dios otorgó ricos y variados dones a estos antediluvianos; pero los usaron para glorificarse a sí mismos, y los trocaron para maldición poniendo sus afectos en ellos más bien en Aquel que se los había dado. Emplearon el oro y la plata, las piedras preciosas y las maderas selectas, en la construcción de mansiones para sí y trataron de superarse unos a otros en el embellecimiento de sus moradas con las más hábiles obras del ingenio humano. Solo procuraban satisfacer los deseos de sus orgullosos corazones, y se aturdían en escenas de placer y perversidad. No deseando conservar a Dios en su memoria, no tardaron en negar su existencia. Adoraban a la naturaleza en lugar de rendir culto al Dios de la naturaleza. Glorificaban al ingenio humano, adoraban las obras de sus propias manos, enseñaban a sus hijos a postrarse ante imágenes esculpidas. Construyeron altares a sus ídolos en los verdes campos y bajo la sombra de hermosos árboles. Bosques extensos, que conservaban su follaje siempre verde, eran dedicados al culto a dioses falsos. A estos bosques estaban unidos bellos jardines, con largas y sinuosas avenidas adornadas de árboles cargados de frutos, y de toda clase de estatuas; todo lo cual estaba provisto de cuanto podía agradar a los sentidos y fomentar los voluptuosos deseos del pueblo, y así inducirlo a participar del culto idólatra. Los hombres eliminaron a Dios de sus mentes, y adoraron las creaciones de su propia imaginación; y como consecuencia, se degradaron más y más” PP, 79.
En efecto, nuestra sociedad actual cada vez es más parecida a la antediluviana.
Génesis 6:5 menciona que la ausencia de valores, y el aumento de la maldad era tal, que Dios vio que la tendencia del corazón era únicamente practicar la maldad.
“Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho” Génesis 6:7.
Solamente Noé y su familia hallaron gracia delante de Dios y fueron salvos, los demás fueron destruidos por no arrepentirse, si lo hubiesen hecho hubieran entrado al arca de salvación.
III. NUESTRA ARCA MODERNA
También hoy en día tenemos un arca para salvarnos y quienes son padres pueden usarla para la salvación de sus hijos.
Podemos dividirla en tres partes: piso, paredes y techo. La parte más importante es el piso, pues sobre el mismo se levanta toda la estructura, pero también debe ser de tal calidad que soporte la presión y los golpes de las embravecidas corrientes y olas.
A. EL PISO, debe ser la estructura sólida de un hogar cristiano adventista, es aquí donde nuestros hijos deben crecer para mantenerse firmes ante la actual sociedad empeñada en semejarse a la antediluviana. Del hogar modelo en el que Jesús creció se dice:
“Y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón. Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres” Lucas 2:51,52.
B. LAS PAREDES, corresponden a la iglesia. De Ana la madre del profeta Samuel se dice:
“Yo no subiré, hasta que el niño sea destetado, para que lo lleve y sea presentado delante de Jehová, y se quede allá para siempre 1 Samuel 1:22.
Evidentemente la iglesia continuó con la obra educativa en el niño Samuel, misma que había iniciado en su hogar.
3. EL TECHO, esta es la parte culminante del arca y también lo es del proceso educativo. El pueblo de Israel tenía las escuelas de los profetas que eran instituciones con un plan curricular establecido formalmente donde terminaban su preparación los jóvenes, siendo el desarrollo de la parte espiritual, la más importante 1 Samuel 10:5-11; 2 Reyes 2:3, 5, 7,15.; 4:38; 6:1,2.
Elena de White escribió que: “Mediante el establecimiento de las escuelas de los profetas, se tomaron medidas adicionales para la educación de la juventud. Si un joven deseaba escudriñar más profundamente las verdades de la Palabra de Dios, y buscar sabiduría de lo alto, a fin de llegar a ser maestro de Israel, las puertas de estas escuelas estaban abiertas para él. Las escuelas de los profetas fueron fundadas por Samuel para servir de barrera contra la corrupción generalizada, para cuidar del bienestar moral y espiritual de la juventud, y para fomentar la prosperidad futura de la nación supliéndole hombres capacitados para obrar en el temor de Dios como jefes y consejeros. En la época de Samuel había dos de estas escuelas: una en Ramá, donde vivía el profeta, y la otra en Kiriat Jearim, donde estaba el arca en aquel entonces. Se establecieron otras en tiempos ulteriores” PP, 643.
El ideal de Dios para la escuela cristiana, la iglesia y el hogar es el mismo: ¡Crecer en gracia para con Dios y para con los hombres!
“Y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres” Proverbios 3:4
“Y el joven Samuel iba creciendo, y era acepto delante de Dios y delante de los hombres” 1 Samuel 2:26
“Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres” Lucas 2:52.
Es bien sabido que el ideal de la verdadera educación es restaurar la imagen de Dios en el alma, que ha sido borrada por el pecado en los hijos de la humanidad.
La sierva del Señor dice:
“Los jóvenes deben ser inducidos a comprender el propósito de su creación, que es honrar a Dios y beneficiar a sus semejantes; hágaseles ver el tierno amor que nuestro Padre celestial ha manifestado y el alto destino para el cual la disciplina de esta vida los ha de preparar, la dignidad y el honor a los cuales están llamados a ser, hijos de Dios y millares se apartarán con desprecio y repugnancia de los propósitos bajos y egoístas y los placeres frívolos que hasta ahora les han absorbido. Aprenderán a odiar y evitar el pecado, no meramente por la esperanza de la recompensa o por el miedo al castigo, sino por un sentido de su vileza inherente, porque degradaría las facultades que Dios les ha dado, mancharía su carácter de seres humanos semejantes a Dios” PP, 651.
IV. CONCLUSIONES
A. Si el arca hubiese tenido excelente piso y paredes, pero con un techo débil, no habría aguantado el embate de las enfurecidas aguas y se hubiese hundido.
El mismo principio podemos aplicarlo a la educación. Podemos echar a perder una vida para la eternidad por quitarle el techo al arca, es decir, por negar la educación cristiana adventista a nuestros hijos cuando está a nuestro alcance el hacerlo.
B. No expongas a tu hijo a las corrientes de inmoralidad y pecado actual. Hoy como en los días de Noé hay carencia de valores y aumento del mal.
C. Súbete con tus hijos en el arca moderna de salvación, matricúlalos en las escuelas modernas de los profetas: los colegios adventistas.
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