"Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios." Hechos 20:24.
INTRODUCCIÓN
Muchas veces me he preguntado ¿Por qué las noticias negativas aunque no sean confirmadas las personas las aceptan como verdaderas, pero las noticias que son reales o verdaderas, lo primero que las personas hacen es dudar y no las aceptan fácilmente?
En Génesis 37: 32,34 dice:
"Los hermanos de José enviaron la túnica de colores y la trajeron a su padre, y dijeron: Esto hemos hallado; reconoce ahora si es la túnica de tu hijo, o no. Y él la reconoció, y dijo: La túnica de mi hijo es; alguna mala bestia lo devoró; José ha sido despedazado. Entonces Jacob rasgó sus vestidos, y puso cilicio sobre sus lomos, y guardó luto por su hijo muchos días."
Jacob estaba en Hebrón cuando sus hijos le enviaron la noticia de la supuesta muerte de José, Jacob creyó fácilmente su mentira. Esta noticia era falsa y José la creyó como verdadera.
En Génesis 45:25,26 dice que los hijos de Jacob regresaron de Egipto, y llegaron a Hebrón, a la tierra de Canaán a Jacob su padre. Y le dieron las nuevas, diciendo: José vive aún; y él es señor en toda la tierra de Egipto. Y el corazón de Jacob se afligió, porque no les creía. Ahora que vinieron a decirle la verdad.
La noticia es: José vive y es gobernante de todo Egipto, y Jacob se desmayó. Jacob no les creía en absoluto. Tan sólo los costosos regalos y los carros egipcios finalmente lo convencieron de la verdad de su relato.
DE NINGUNA COSA HAGO CASO, PORQUE QUIERO ESTAR EN PAZ CON DIOS.
Volvamos al caso de Pablo, quien nos presenta siete puntos mediante los cuales se debe manifestar la unidad en la iglesia de Dios.
1. Un cuerpo. Los cristianos pertenecemos a la familia de Dios.
2. Un Espíritu. Todos los dones y las gracias de la vida cristiana provienen del Espíritu Santo.
3. Una esperanza. La bienaventurada esperanza del regreso de Cristo Jesús.
4. Un Señor. Que nos ama y que es el principal objeto de nuestra lealtad.
5. Una fe. Por medio de la cual aceptamos la salvación provista por Jesús.
6. Un bautismo. El símbolo exterior de nuestra unión con Cristo.
7. Un Dios y Padre de todos. La fuente de nuestra unidad. Así como Dios es uno, nosotros también debemos ser uno.
Ahora Pablo les relata cuatro puntos sobresalientes. No era una queja, eran palabras para animar a los cristianos para que no se desaminaran ante los problemas que les acontecieran.
A. He tenido muchas pruebas y asechanzas por los judíos.
B. No he renunciado a enseñar el evangelio.
C. He testificado a judíos y gentiles.
D. La gente dice; que me esperan prisiones y tribulaciones, y voy a Jerusalén sin saber lo que haya me sucederá.
Jesús mismo paso por momentos difíciles. Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén (Luc. 9:51).
Faltaban como seis meses para la crucifixión, muerte y ascensión de Cristo. Afirmó su rostro para ir a Jerusalén. Antes Jesús, había dicho que su hora no había llegado (Juan 2: 4; 7: 6, 8).
Lo había repetido justamente antes de la reciente esta de los tabernáculos (Juan 7: 6), Jesús habló del momento cuando debía ir a Jerusalén y ser recibido arriba.
En su último viaje desde Galilea, Jesús estaba consciente del propósito de llegar hasta la cruz (Mar. 10:32). Jesús sabía lo que estaba delante de él, pero no hizo ningún esfuerzo por evitarlo ni postergarlo.
Un espíritu similar impulsó a Pablo en su último viaje a Jerusalén (Hech. 20: 22-24; 2 Tim. 4: 6-8).
Llegamos al punto clave de esta hora. Pablo dice: “Pero de ninguna cosa hago caso” (Hechos 20:24). Pablo no vaciló nunca en su lealtad al Salvador a pesar de las dificultades. Recordemos, el cristianismo no nos promete quitar el dolor. Porque, “Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios” (Hech. 14:22). En seis tribulaciones te librará, y en la séptima no te tocará el mal” (Job 5: 17: 19.).
Todos en algún momento de nuestra vida; hemos tenido, tenemos, o tendremos problemas; físico, emocional, económico, social y espiritual. Estos problemas tratarán de desanimarnos, pero nosotros debemos decir: “De ninguna cosa hago caso”.
Recuerda el desánimo es una de las trampas más eficaces del enemigo, para acabar con nuestro objetivo de vida. Te presento algunas cosas de las cuales no debemos hacer caso:
1) No hagas caso cuando te digan; no te entregues a Cristo. Porque Jesús dice: “En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación” 2 Corintios 6:2.
“Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene” 2 Corintios 8:12. “Así dijo Jehová: En tiempo aceptable te oí, y en el día de salvación te ayudé; y te guardaré, y te daré por pacto al pueblo, para que restaures la tierra, para que heredes asoladas heredades” Isaias 49:8.
2) No hagas caso a los que te dicen: No te bautices. Porque Jesús dijo: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado” Marcos 16:16.
3) No hagas caso a los que te dicen: Regrésate a donde estabas. Porque “Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios. “ Lucas 9:62.
4) No hagas caso cuando te dicen: No podrás vencer. Porque la Biblia dice; “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” Romanos 8:37.
5) No hagas caso cuando te dicen: Tus familiares te rechazarán. Jesús dijo: “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. “ Mateo 10:37, 38.
6) No hagas caso cuando te ofendan. El sabio dice: “La cordura del hombre detiene su furor, y su honra es pasar por alto la ofensa” Proverbios 19:11.
Hay un maravilloso poder en el silencio. Cuando le dicen palabras impacientes, no se vengue. Las palabras pronunciadas como réplica a alguien que está airado generalmente actúan como un látigo, azotando. Cuando la ira que se enfrenta con el silencio rápidamente se desvanece.
7) No hagas caso ante la injusticia de la vida. "No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. Porque como hierba serán pronto cortados, y como la hierva verde se secarán" Salmos 37:1,2.
Pablo, después de hablar con los ancianos de Mileto, y les predice lo que le sobrevendrá; les encomienda el rebaño del Señor, los amonesta contra los falsos maestros, los encomienda a Dios, ora con ellos, y se marcha con la seguridad que nada pasara que Dios no lo permita.
LLAMADO
Apreciado hermano, ante los problemas y las dificultades, di como Pablo dijo: “De ninguna cosa hago caso”.
Recuerda; Jesús no obliga a nadie a seguirle. Dios dice: “Con cuerdas humanas los traje, con cuerdas de amor” (Sal. 77: 20; Jer. 31:3; Ose. 11: 4).
Elena G. de White dijo: "No es el temor al castigo, o la esperanza de la recompensa eterna, lo que induce a los discípulos de Cristo a seguirle. Es contemplando el amor incomparable del Salvador, revelado en su peregrinación en la tierra, desde el pesebre de Belén hasta la cruz del Calvario, y la visión del Salvador es lo que atrae, enternece y subyuga el alma. El amor se despierta en el corazón de los que lo contemplan. Ellos oyen su voz, y le siguen."
Jesús dijo: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” (Juan 10:27,28).
“El que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” Juan 8:12.
Cuando avanzamos por fe, nos acostumbramos a seguir adelante. Recuerda "el sendero de la vida resplandece con un brillo cada vez mayor hasta que el día es perfecto" Proverbios 4:18.
Cristo no nos garantiza que por seguirle no tendremos experiencias desagradables. En esta vida pasaremos por pruebas y dolores. Pero Dios dice:
"Cuando pasares por las aguas yo estaré contigo; y si por los ríos no te anegaran. Cuando pases por el fuego, no te quemaras, ni la llama arderá en ti." Isaías 43:2.
David dijo: "Aunque ande en valle de sombra de muerte; no temeré mal alguno porque tú estarás conmigo." Salmos 23:4.
Jesús mismo no se salvó del dolor y sufrimiento. Cuando estaba en el huerto de Getsemaní por tres veces dijo:
"Padre si es posible que pase de mi esta copa; pero no se haga mi voluntad sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle." Lucas 22:42,43.
No permitamos que los sentimientos nos controlen, ni que caigamos en la envidia, en la irritación, en la crítica, los celos y la vanidad.
Decidamos seguir a Cristo, cueste lo que cueste. Nuestra única seguridad consiste en rendir obediencia a todos los requerimientos cueste lo que cueste.
Por esa razón:
• Cuando cantes; “Anhelo ser limpio”. Cree el Señor te puede limpiar.
• Cuando cantes; “Hay un mundo feliz más allá” Cree hay un lugar reservado para ti.
• Cuando cantes; “Cuando suene la trompeta”. Cree que los justos tienen su recompensa.
• Cuando cantes; “Dulce oración”. No te contentes con orar cinco o diez minutos.
• Cuando cantes; “Firmes y adelante”. No te quedes, esperando que el Señor te empuje. Marcha y veras milagros.
• Cuando cantes; “Lluvias de gracia”. Asiste y participa de la iglesia aunque esté lloviendo a cantaros.
• Cuando cantes; “Yo quiero trabajar por el Señor”. No dudes en hacer algo en el bien del Señor y del prójimo.
• Cuando cantes; “Soy peregrino aquí. No te aferres a las cosas de este mundo. Recuerda hay un cielo que ganar.
• Cuando cantes “Tuyo soy Jesús”. No te entregues a medias. Entrega tu ser entero.
Amigo, termino diciendo en esta hora. No hagas caso de lo que veas. No hagas caso de los dichos de la gente. Confía en Jesús, confía en la Biblia, confía en la Iglesia. Recuerda que Jesús te habla por medio de la Biblia y te escucha por medio de la oración.
Recuerda para mirar son seguridad hacia el futuro, primero debemos mirar con fe hacia el pasado. La tranquilidad de nuestro encuentro con Cristo en las nubes del cielo, depende de nuestro encuentro previo con Él a los pies de la cruz.
No te guíes por tus sentimientos, déjate guiar por fe. Cuando sientas el deseo de mirar el pasado, hazlo, pero ve a la cruz de Cristo, mira su vida justa y su muerte injusta que nos permite ver la solución que Dios ofrece para los problemas que el pecado ha traído para nosotros; que es la condenación eterna, y la separación de la vida eterna.
Estamos cerca a la meta, no permitas que el enemigo te distraiga o confunda. Manténla vista en Cristo pronto veremos su grande manifestación en nuestras vidas.
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