Sermones de Esperanza

Creciendo en la Piedad - Serie creciendo en Cristo "Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe, virtude; a la virtude, conocimiento; al conocimiento, domínio próprio; al domínio próprio, paciência; a la paciência, piedad." 2 Pedro 1:5,6 2000 años atrás una historia cambiaria el  enfoque acerca de la compasión, quien la contó experimentó en carne propia lo que significa vaciarse uno mismo en favor de los otros. La palabra compasión significa: "Sufrir con" "al lado de"  Para entender mejor el concepto de piedad y compasión, necesitamos primero responder a la pregunta: I ¿Quién es mi prójimo? "Cristo contestó esta pregunta en la parábola del buen samaritano. Mostró que nuestro prójimo no significa una persona de la misma iglesia o la misma fe a la cual pertenecemos. No tiene que ver con la raza, el color o la distinción de clase.  Nuestro prójimo es toda persona que necesita nuestra ayuda.   Nuest

"Vosotros también poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe, virtud, a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; al afecto fraternal, amor." 2 Pedro 1:5-7 Ahora entramos en un campo muy amplio, la paciencia. Luego del dominio propio, el apóstol Pedro nos insta a procurar el siguiente escalón, porque: "Con paciencia llegamos más lejos" Una de las cualidades cristianas más destacables es la paciencia. Es verdad, a nadie le gusta ser paciente, ni esperar. Con justa razón, cuando una persona es internada en el hospital se le llama "paciente". Porque para recibir un tratamiento completo la persona debe esperar. La recuperación siempre lleva tiempo, y a veces, demora más de lo que se piensa. Hoy analizaremos las historias de Job y de Noé. Hombres que, a través de la paciencia, superaron toda incredulidad. Agotaro

Hemos llegado a la mitad del camino en nuestro estudio sobre el crecimiento en la vida cristiana. Tenía un profesor que solía decir que, cuando se llega a la mitad del camino, es cuando el desánimo aparece más. Ciertamente, cuando hablamos de dominio propio, hablamos de disciplina, control, límites responsabilidad, gobierno de sí mismo, equilibrio, moderación, sobriedad madurez, una persona centrada que no se va por los extremos; que busca el consenso, la armonía, hace uso del buen juicio, la tolerancia y la empatía. Antes de exigir a los demás busca exigirse así mismo. Quiere decir que: Aunque debo mirar a Dios y a los demás en busca de ayuda y consuelo sólo yo soy responsable de mis acciones y actitudes. Aunque las relaciones importantes me hayan afectado profundamente en mi vida, no puedo culpar a los demás por mis problemas. Aunque siempre fracase y necesite apoyo; no puedo depender de alguna persona más responsable para sacarme constantemente de las crisis espirituales, emoc