INTRODUCCIÓN
A. El matrimonio y la familia están bajo ataque. La mayor crisis del mundo hoy no es económica o política. Es la crisis de la familia. Y ese ataque tiene como objetivo que la familia sea indefinida, amorfa.
B. La familia siempre fue el blanco preferido del enemigo. Pero alabado sea Dios, la familia también es el blanco preferido de Jesús, y él es mucho más poderoso.
C. Jesús comenzó su ministerio en un pequeño pueblo, durante una fiesta de casamiento. Vamos a leer esa historia.
I. LAS FAMILIAS ENFRENTAN PROBLEMAS (Juan 2:1-4)
A. Esta es la historia de un milagro en un casamiento. ¿Por qué?
Porque el matrimonio es una prioridad para Dios, desde el inicio. En Génesis 1-3 vemos que, después de crear todo, Dios visitaba a la pareja diariamente. Él quería ser parte de su unión matrimonial.
B. El texto dice que “fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos” (2:2), y eso hizo toda la diferencia. ¿Saben por qué? Porque las dificultades llegan hasta las casas de los siervos de Dios. Una fiesta de casamiento duraba siete días, pero en el tercer día, surgió un problema: faltó el vino (2:3). Incluso con Jesús estando presente, el vino puede terminarse.
C. Ilustración: Dos amigas estaban conversando, y una de ellas dice: “Terminé todo con Roberto”.
- “¿De verdad? ¿Por qué?”
- “Ah, él tiene muchos defectos”.
- “¿Y no le devolviste el anillo de compromiso?”
- “No, ese anillo no tiene ningún defecto”.
D. Parece que las alianzas de metal duran más que los compromisos del corazón. El “vino” se termina, y eso ha impactado sobre el matrimonio, pues mucha gente busca alternativas.
a. Por ejemplo, miren como el sexo fue distorsionado. La fe cristiana tiene una visión muy clara sobre el sexo: el único contexto de la relación sexual es dentro del matrimonio. Pero quieren convencernos de que el sexo es un derecho reservado para todos, indiscriminadamente. Dicen que la fe cristiana reprime la sexualidad. No, amigos. La fe cristiana reprime la inmoralidad.
b. La paternidad está siendo distorsionada en permisividad. La figura del padre fue sustituida por la imagen de un amigo más grande, necio e irresponsable, al mismo nivel de los hijos.
La maternidad, antes vista como un honor y un privilegio, ahora es frecuentemente vista como una carga.
c. El amor fue distorsionado y se volvió un ídolo egoísta.
Mucha gente está confundiendo el amor con lascivia, e invirtiendo la frase “Dios es amor” para “el amor es dios”. Y existe el riesgo de, al colocar el amor en el centro de la vida, transformarlo en una entidad, olvidando la real fuente del amor, que es Dios. Sin embargo, Jesús avisó que el verdadero amor se enfriaría en casi todos.
E. El mundo en el que Jesús nació era pervertido. Y el mensaje de Cristo, defendiendo la pureza y la santidad contra la inmoralidad sexual, contrariaba a la cultura de la época. en medio del caos moral, Jesús reafirmó el modelo bíblico del matrimonio (Mateo 19:4-6). Eso nos muestra que nuestra visión del matrimonio y la familia debe ser la Biblia, y no la cultura.
F. María le dijo a Jesús: “No tienen vino” (2:3). En el momento de la crisis, debemos recurrir a la persona correcta. Jesús no debe ser el último recurso, sino el primero. Cuanto antes vayamos a él, mejor. No posponga, no postergue. Imaginen si María solo hubiera comentado, criticando a la pareja y no hubiese recurrido a Jesús. Ella no expuso a esa familia al ridículo, ni buscó al maestro de ceremonias, sino que buscó a quien podía resolver el problema.
G. Muchas familias, al entrar en crisis, buscan ayuda en el lugar incorrecto. Cavan cisternas rotas donde no hay agua. Buscan ayuda en caminos que solo los hacen desviarse más de la felicidad.
H. Los sabios de este mundo creen que la familia debe ser abolida, y quieren enseñarles a ustedes, padres y madres, a educar a sus hijos según los principios seculares y antibíblicos. La sabiduría de este mundo “es insensatez para con Dios” (1 Corintios 3:19).
I. Las alternativas al estándar divino no dieron buenos resultados.
Existen miles de estudios mostrando el impacto positivo de la familia en la salud, en el índice de criminalidad y en la educación. A pesar de no ser perfecta, la familia aún es una bendición para la sociedad.
II. LA OBEDIENCIA Y EL MILAGRO (Juan 2:5-8)
A. María les dijo a los siervos: “Haced todo lo que os dijere” (2:5). Muchas veces, complicamos las cosas, al intentar resolverlas solos. La humanidad distorsionó el concepto del matrimonio, oscilando entre los extremos. De un lado, los defensores de la promiscuidad y, del otro, los que prohíben el sexo, incluso dentro del matrimonio. Como dijo C. S. Lewis: “el diablo siempre está intentando llevarnos a los extremos”. Tanto idolatrar como difamar al sexo son actitudes paganas, no cristianas. No es sabio intentar corregir un error con otro. El camino más seguro es la obediencia.
B. ¿Cuál fue el resultado del libertinaje sexual? Enfermedades sexualmente transmisibles, abusos físicos y emocionales, personas heridas en su cuerpo o en su mente. Los límites fueron desapareciendo: los límites de edad, de cantidad, de género e incluso de especie. Ese es el resultado de no hacer “todo lo que os dijere” (2:5).
C. Otra consecuencia es que los niños se vuelven descartables. La Biblia describe a los hijos como una bendición (Sal. 127 y 128), pero el infanticidio y el abandono de bebés era algo normal entre los pueblos vecinos de Israel. En la antigua Grecia, los bebés no deseados, especialmente las niñas, eran frecuentemente abandonados. Los espartanos descartaban a los débiles, indeseados y deficientes. Los romanos también practicaban el infanticidio. Séneca afirma que los romanos ahogaban a los bebés débiles o con malformaciones, y que esa era una acción racional.
D. El pueblo de Dios no hacía nada de eso. Cada bebé israelita era cuidado y amamantado. Los primeros cristianos se opusieron al aborto y al abandono infantil. La influencia cristiana le dio un sentido sagrado a la vida de los niños. Debido a ellos, el infanticidio fue legalmente prohibido en el Imperio Romano.
E. La fe cristiana ayudó a preservar la familia como unidad básica de la sociedad. Los cristianos restauraron la dignidad del matrimonio en el Imperio Romano. Una de las razones para la caída del Imperio Romano fue la disolución de las familias. La nación es un reflejo del hogar, y siempre que la familia es debilitada, la nación también se debilita.
F. Ilustración. En las primeras semanas que nuestra hija estaba frecuentando la escuela, ella llegó con una queja, llorando con sentimiento:
- “Mamá, Amanda no quiere que sea amiga de Nicolás. Ella dijo que, si yo soy amiga de él, no puedo ser amiga de ella”. Y la madre, intentando entender el problema, le preguntó:
- “Y Nicolás también te agrada, ¿no?” Y la pequeña respondió con firmeza:
- “¡No! Solo no quiero que Amanda me mande”.
Vean, ella era solo una niña, pero ya revelaba una tendencia muy humana: la resistencia a obedecer.
G. Debemos obedecer y hacer lo que Jesús manda, aunque vaya en contra de la opinión de la mayoría. Los siervos del casamiento en Caná podrían haber discutido o cuestionado, pero obedecieron rápidamente. Jesús dijo: “Llenad estas tinajas de agua”, y así lo hicieron (v. 7). Jesús dijo “llevadlo al maestresala”, y lo llevaron (v. 8). ¡Así de simple!
H. La obediencia abre el camino para los milagros. La gracia no se opone al esfuerzo. La gracia es lo opuesto del mérito. Quien es salvo por la gracia, obedece.
I. El lema actual es “siga su corazón”. Pero la Biblia dice que el corazón es engañoso (Jeremías 17:9). Esa idea de seguir al corazón es un eco de la caída de Génesis 3. Por más que los rebeldes intenten sonar inteligentes y parecer modernos, son tan antiguos como la serpiente del Edén. Pero no importa si el mundo entero dice sí; si Dios dice no, esa es nuestra posición.
III. LO MEJOR PUEDE ESTAR ADELANTE (Juan 2:9-11)
A. El maestro de ceremonias prueba el agua y percibe que se había transformado en vino, lleno de sabor, color y aroma. En la Biblia, el vino es símbolo de alegría. Jesús trae alegría de nuevo. Y el fruto del milagro es superior, es de mayor calidad. La familia no fue creada para ser algo que se deteriora con el tiempo. Con Jesús, es algo que va mejorando cada vez más. Esas familias son el palco del poder de Dios, son vitrinas ambulantes de lo que Jesús puede hacer.
B. El matrimonio es una institución sagrada, creada por Dios antes del pecado. Pero hoy es el blanco de burlas y chistes, retratada como un castigo o una cárcel. Ningún cristiano debería hablar mal del matrimonio: “Honroso sea en todos el matrimonio” (Hebreos 13:4).
C. La presencia de Jesús cambia una familia del agua al mejor vino, pero los “maestros de ceremonia” de la cultura moderna ofrecen vinos falsificados. Ellos hacen evaluaciones incorrectas sobre lo que es “amor” y “felicidad”. El resultado es que: más niños nacen sin el nombre del padre en el certificado de nacimiento, más personas piden el divorcio y menos personas se preocupan por seguir los estándares familiares bíblicos.
D. El ego de los niños está siendo mimado y ellos no pueden lidiar con el “no”. El emocionalismo empeoró la experiencia familiar, pero los “maestros de ceremonia” insisten que este vino es el mejor. Solo cuando Jesús produce el vino, es que las cosas mejoran con el pasar del tiempo.
E. Ilustración. Un viejito visitaba a su esposa el hogar de ancianos todos los días. Ella sufría de Alzheimer en un estado avanzado y ya no lo reconocía. Un día, alguien le preguntó: “¿Por qué usted sigue visitándola?
Ella ya no sabe quién es usted”. El hombre respondió: “Puede ser que ella no se acuerde quién soy, pero yo recuerdo quién es ella”.
F. Los principios de Dios para un hogar feliz son: primero, un compromiso con Jesús, y después, un compromiso inquebrantable el uno con el otro. Esa fiesta de casamiento fue salvada por Jesús. Él transformó la angustia de la pareja en testimonio. Y el texto dice que ese milagro fue una “señal”. Cuando Jesús transforma nuestro sufrimiento en testimonio, usamos nuestra experiencia para atraer a otros a él.
CONCLUSIÓN
A. Cuando Dios le anunció su plan a Abraham, le dijo: “serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Génesis 12:3). El Señor tiene un compromiso eterno con las familias.
B. Es curioso observar que, desde el comienzo hasta el fin de su historia en la Tierra, Jesús se preocupa por la familia. Él comenzó su ministerio en un casamiento, y cuando vamos hasta la cruz, en Juan 19:25-27, vemos una escena emocionante. En el último momento, viendo que la muerte se acercaba, Jesús puso a su madre bajo la responsabilidad de Juan.
C. Crucificado, en medio del dolor, él aún ve a su madre. Él tuvo fuerzas para ver a su madre porque el amor tiene buenos ojos. Jesús piensa: “Alguien tiene que cuidarla”. El dolor de Jesús no impide su compasión. “No estás sola”, es el mensaje a su madre. Ahora, una nueva familia comienza, una nueva madre y un nuevo hijo. Esa es una familia que comienza en la cruz, y las familias que comienzan en la cruz son las que permanecen.
D. Al final de este mensaje, quiero hacer dos invitaciones. Saben, Jesús aún salva matrimonios hoy. Si uno mira la genealogía de Jesús, va a encontrar mentirosos, adúlteros y asesinos. ¡La historia de la familia de Jesús es un lío! Pero todo cambia cuando Jesús llega. Si su familia fue tocada por la tragedia, por la tristeza, por el pecado, Dios sabe redimir historias.
¡Dios sabe redimir familias! Las familias pueden recomenzar en la cruz.
E. Entonces, el primer llamado es: ¿cuántos quieren consagrar su familia al Señor hoy? Necesitamos de Jesús para que nuestra familia crezca en amor. Vamos a orar por usted y por su familia.
F. El segundo llamado: la Biblia identifica a la iglesia como la “familia de la fe” (Gal. 6:10) o “familia de Dios” (Efe. 2:19). La iglesia es la familia de los regenerados. Para ser parte de esa familia, usted debe tomar una decisión. No todos son hijos de Dios. Debemos transformarnos en hijos de Dios, recibiendo a Jesús, creyendo en su nombre y siendo guiados por el Espíritu Santo (Juan 1:12; Romanos 8:14).
G. Jesús se refiere a sus seguidores como su familia (Mateo 10:25; Marcos 3:24). Esa es la nueva familia de Dios. Usted no está solo. Aquí puede encontrar una familia que comienza en la cruz.
H. ¿Cuántos quieren ser parte de la familia de Dios, la familia de la fe, recibiendo a Jesús y siendo guiados por el Espíritu Santo? Vamos a orar.
Comentarios
Publicar un comentario