Texto base: Proverbios 14:21
INTRODUCCIÓN
A. Desde el comienzo, el cristianismo reveló ser una religión de amor por medio de la compasión y la misericordia hacia los pobres.
B. Ilustración: Lorenzo era un diácono muy generoso, especialmente con los pobres. Vivió en Aragón, una ciudad del Imperio Romano en el siglo I. Durante una de las persecuciones contra los cristianos, le ordenaron que le llevara a un oficial romano algunos de los “tesoros de la iglesia”. Él le llevó algunos de los pobres, miserables y lisiados, y se refirió a ellos de esta manera: “Estos son los tesoros de la Iglesia”. Por haber respondido así fue quemado hasta la muerte.¹ Hoy, en Fort Lauderdale, en Florida, existe un refugio en homenaje al diácono cristiano: la Capilla de San Lorenzo. Ese refugio ofrece alimento a los desamparados, tiene una casilla de correo, consejería, referencias laborales, duchas y baños, servicios de capellanía, teléfono y mucho más.² La misión de Cristo por los pobres influenció a la iglesia de Fort Lauderdale.
C. Según los historiadores del tiempo del Imperio Romano, la caridad tenía poco alcance en la vida de las personas, especialmente de quienes más la necesitaban. Toda ayuda tenía un propósito cargado de segundas intenciones. Sin embargo, Jesús vino a este mundo a nacer para hacer toda la diferencia.
D. En Lucas 4:18, 19, el evangelista presenta la identidad y la misión mesiánica del Señor y muestra una agenda de acciones que él realizaba en su ministerio en favor de la humanidad caída: "evangelizar a los pobres", "proclamar libertad a los cautivos y restaurar la vista a los ciegos", "dar libertad a los oprimidos" y "proclamar el año aceptable del Señor" (Lucas 5:12-32; 6:6-11; 7:11-17, 36-47; 8:43-56; Isaías 61:1, 2).
E. El relato de todo el evangelio es un testimonio de esas acciones que revelan que su encarnación tenía objetivos de restauración y redención (Juan 1:16; 3:16). Esas acciones también revelan el cuidado bondadoso de Cristo por todos, incluyendo a los pobres de la sociedad.
F. Y si Jesús no hubiera nacido, ¿habría salvación para los pobres?
I. JESÚS NACIÓ PARA DIGNIFICAR A LOS POBRES (Lucas 5:12-15)
A. Entre los pensamientos de la época de Cristo “se suponía generalmente que el sufrimiento por ser pobre se debía a la maldición de Dios, que la desgracia del pobre era por su propia culpa”.³ Jesús nació para “dar buenas nuevas a los pobres” y “pregonar libertad a los cautivos” (Lucas 4:18; 6:20); o sea, proclamar las buenas nuevas de que era el Salvador, el Cristo y el Señor (Lucas 2:11).
B. ¿Quiénes eran los pobres? La respuesta es amplia, pero al principio eran los que tenían pocos recursos financieros o bienes, o ningún tipo de recurso. Los pobres estaban entre las multitudes que seguían a Jesús. Lo que vemos es que Jesús convivía con los pobres porque tenía compasión de ellos. Suplía sus necesidades y los evangelizaba.
C. Cuando Lucas habla de los pobres, también menciona a los ciegos, los cojos, los leprosos, los sordos, los mancos (Lucas 7:22; 14:14, 21).
Tomemos como ejemplo el leproso de Lucas 5:12-15. Los leprosos estaban entre las personas pobres de la época. Al mencionar al leproso, Lucas se refiere a una persona con una enfermedad contagiosa y mortal. Sin condiciones de trabajar, estaba separada de la convivencia social y dependía de la generosidad y piedad de los demás. La lepra era considerada como el castigo de Dios. El leproso era insultado y rechazado con piedras para que no se acercara a la gente sana.
D. Lucas dice que las buenas nuevas de salvación llegaron al leproso por medio de la acción y de las palabras de Jesús. El leproso se acercó a Jesús para suplicarle que, si era la voluntad del Maestro, lo purificara.
El hombre enfermo humildemente se sometió a la soberanía de Cristo, sin dudar del poder ni de la compasión de Jesús. Pero el Dador de la vida hizo algo fuera de lo común en sus días. Antes de decir palabra alguna, Jesús extendió su brazo y lo tocó. El Salvador reveló el amor divino al tocar al leproso, porque nadie podía hacer una acción así sin también ser considerado impuro. En lenguaje no verbal, Jesús restableció su salud con palabras de su poder creador y restaurador.
E. Las actitudes de Jesús inspiraron a Francisco de Asís a dejar su vida opulenta de placeres para convertirse al Señor. Ese joven rico abandonó todo para ayudar a quiénes lo necesitaban y a predicar el evangelio a los pobres. Algo que se destacó en la vida de ese hombre es la manera como cuidaba de los leprosos al crear refugios para atenderlos. Cierta vez, Francisco encontró a un leproso al costado del camino. Al contrario de la mayoría de las personas, que se mantenían a la distancia del enfermo, sintió profunda compasión y comprendió que esa persona necesitaba del amor de Cristo y del cuidado humano. Los que fueron testigos de ese encuentro se sintieron sorprendidos y perplejos por la actitud de Francisco. Él explicó que, al servir al leproso, estaba sirviendo a Cristo.
F. Jesús sana y salva a la persona pobre, y también sana y salva a la persona egoísta. Jesús nació y vivió en este mundo para hacer toda la diferencia en la vida de los pobres leprosos, en la vida de Francisco y en la vida de millones de cristianos durante siglos. Sin duda, él hará toda la diferencia en su vida.
G. Y si Jesús no hubiera nacido como ser humano, ¿habríamos tenido su ejemplo de cuidar y socorrer a los pobres y necesitados?
II. JESÚS NACIÓ PARA DARNOS EL EJEMPLO DE ACOGER A LOS QUE NECESITAN AYUDA (Lucas 8:26-34)
A. Veamos otro ejemplo del evangelio de Lucas, donde observamos que Jesús tuvo compasión de un endemoniado gadareno (Lucas 8:26-34). Ese hombre andaba entre los sepulcros. Tal vez, hoy sería un vagabundo, un sintecho, sin familia, que había perdido la cordura por causa de las adicciones y pecados. Estaba desnudo y furioso (Mateo 8:28). Era tanto el miedo que las personas le tenían que lo ataban con grilletes y cadenas.
Sin embargo, el endemoniado los despedazaba (Marcos 5:4). El gadareno estaba siendo esclavizado por Satanás.
B. Pero Jesús, cumpliendo su papel como libertador mesiánico, prestó atención al clamor de esa persona por liberación del cautiverio del diablo. Después de su liberación, el hombre estaba en su sana consciencia, vestido y sentado a los pies de Jesús. Fue sanado espiritual y mentalmente de su estado deplorable. Recibió el evangelio del propio Maestro. Cristo lo acogió.
C. Es importante decir que Jesús dio el ejemplo de una vida llena de significado en favor de quienes lo necesitaban. Pero Jesús no solo dio el ejemplo, sino que también nos ofrece el poder para vivir una vida de compasión y misericordia, así como la suya; una vida fructífera es posible cuando vivimos unidos a él (Juan 15).
D. Ese ejemplo lo podemos ver en otro libro del médico Lucas:
Los hechos de los apóstoles. El libro de Hechos es la continuidad de la vida y el ministerio de Cristo, pero en la vida de sus discípulos. La misión profética de Jesús continuó con hombres y mujeres transformados y llenos del Espíritu Santo. Ellos produjeron frutos de amor, bondad, compasión y misericordia hacia todos, en especial hacia los pobres. Por eso, fueron llamados cristianos, o sea, pequeños cristos. Los no cristianos veían en los seguidores de Cristo a Jesús actuando a través de ellos con compasión y misericordia.
E. El amor de Cristo impulsaba a la iglesia a enseñar, sanar y predicar el evangelio a todas las personas y en todos los lugares. La iglesia era receptiva como lo fue Jesús. Si había necesitados, estaba dispuesta a proveerles lo que necesitaban (Hechos 4:34, 35). Para suplir las necesidades, existía un fondo destinado para ayudar a pobres, esclavos, viudas, huérfanos, extranjeros, cristianos o no. El poder del evangelio proporcionaba cuidado y ayuda a los necesitados. Los primeros cristianos amaban a Jesús y a las personas por quienes él murió. Cada ser humano, aun estando bajo el poder del enemigo, era importante para la iglesia. La iglesia hizo la diferencia en los días apostólicos porque seguía el amor y el ejemplo de Jesús; ese Jesús que un día nació como ser humano y vivió entre los hombres.
Ustedes son importantes para él.
F. Y si Jesús no hubiera nacido, ¿será que hubiéramos conocido el perdón de Dios por los pobres pecadores?
III. JESÚS NACIÓ PARA CONCEDERLES UNA VIDA NUEVA A TODOS (Lucas 8:43-48)
A. La última historia que tomamos del evangelio de Lucas es de la mujer curada de una hemorragia. Ella sufría de esa enfermedad hacía doce años y era rechazada socialmente. Por lo que se dice, había gastado sus recursos con médicos, deseando sanarse y volver a tener una vida normal. Esa mujer también estaba cautiva por la enfermedad y oprimida emocionalmente por la situación en la que se encontraba.
B. La mujer creyó que Cristo sanaría su enfermedad y le daría una vida nueva. Por la fe, tocó el manto de Jesús, y el Señor la libró de su mal, concediéndole “el año agradable del Señor” (Lucas 4:19). La expresión “año agradable del Señor” se refiere al año del jubileo (Levítico 25:8-34). El jubileo ocurría cada 50 años y anunciaba la liberación de los esclavos, el perdón de las deudas a los pobres y empobrecidos y el regreso de su herencia perdida por los males de la vida. La mujer sanada estaba ahora en el jubileo mesiánico que Jesús anunció en la sinagoga de Nazaret en Lucas 4:18, 19. El jubileo representaba el inicio de una vida nueva para todos los liberados del cautiverio y la opresión; una vida nueva para los pobres.
C. La pobreza siempre existió en la Tierra. Sin embargo, la Iglesia de Cristo hizo mucho para disminuir la pobreza. Tenemos en nuestro medio, como ejemplo, los proyectos de ADRA, ASA, Más Amor en Navidad, hogares de niños, orfanatos, asilos, hospitales, refugios, etc. Muchos de los proyectos de la Iglesia son como el jubileo: oportunidades de iniciar una nueva vida. Eso es lo que Cristo ofrece: un nuevo comienzo.
D. El “año agradable del Señor” es la invitación para aceptar la gracia perdonadora y restauradora de Cristo. Juan 3:16 afirma: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Dios quiere perdonar nuestra deuda llamada pecado. Él nos ama y quiere transformar nuestra vida. Dios quiere salvarnos de nuestras miserias espirituales, físicas, emocionales y sociales. ¿Usted desea el perdón transformador de Cristo?
CONCLUSIÓN
A. Imagine como sería nuestro mundo, si Jesús no hubiera nacido. ¿No nos asusta pensar así? Jesús nació para ser la bendición del Dios Trino para la humanidad caída, según la promesa divina hecha a Abraham (Génesis 12:3). Jesús nació para salvar a los pobres y rechazados de la sociedad, para ser un ejemplo del cuidado hacia los desprovistos de recursos, para ofrecer el perdón del pecado y, lo más importante, para ofrecer una vida nueva de oportunidades con Dios.
B. Después que él nació, el mundo nunca más fue el mismo, gracias a su poderoso amor que lleva compasión y misericordia. Sus discípulos están esparcidos por todo el mundo y continúan bendiciendo a los que más lo necesitan. Desde los tiempos más antiguos de la iglesia cristiana hasta hoy, los cristianos han demostrado compasión y misericordia hacia las personas. Eso es fruto de la obra de Cristo en la vida de los que creen. Es la acción del Espíritu que derrama el amor divino en el corazón de quien está unido a Jesús (Romanos 5:5). Es el poder transformador de Cristo.
C. ¿Desea ser un seguidor de Jesús? ¿Desea aceptar al Jesús que vino al mundo para transformar la vida de las personas? Él quiere transformar su vida, quiere perdonar sus pecados y darle un nuevo comienzo.
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