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Los mensajes - La última invitación

INTRODUCCIÓN

En el libro de Apocalipsis, capítulo 14, encontramos tres mensajes dados a los habitantes de la Tierra para los momentos finales de la historia del mundo.

Esos mensajes son:

a. Urgentes b. Universales c. Apelativos

“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas. Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación. Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.

Los mensajes fueron escritos en el libro de Apocalipsis, el último de la Biblia, esto tiene sentido ya que el libro habla de los acontecimientos de los últimos días.

El término teológico es “escatología”, el estudio de los eventos finales. Así como Génesis (el primer libro de la Biblia) abordó la creación del mundo y los primeros acontecimientos relativos al mismo, el Apocalipsis trata de los últimos eventos de la Tierra, que sucederán al final de este mundo y la creación de un cielo nuevo y de una tierra nueva” (Apocalipsis 21:1).

EL LIBRO DEL APOCALIPSIS

Apocalipsis significa “revelación”, término que aparece en la primera frase del libro: “La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto” (Apocalipsis 1:1).

En griego,“revelación”es apokalypsis y significa“descubrir”o“revelar”.

Es la “revelación de Jesucristo”.
Es el libro de Jesús y nos enseña sobre él, acerca de quién es él: “Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin (Apocalipsis 1:8).
Retrata al “Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo” (Apocalipsis 13:8). El Salvador crucificado, el que murió en la cruz, fue herido por los pecados del mundo.

Para comprender el libro de Apocalipsis, especialmente los tres mensajes angélicos, tenemos que entender que ese libro, así como muchos otros del Nuevo Testamento, cita y hace constantes alusiones a las palabras, ideas y personajes del Antiguo Testamento.

En verdad, más de la mitad de todos los versículos del libro de Apocalipsis tienen alguna relación con el Antiguo Testamento.

Muchas de sus palabras y expresiones, como “Babilonia”, “bestia”, “mandamientos de Dios”, “vino del furor” y “por los siglos de los siglos”, solo puede comprenderse de manera apropiada dentro del contexto en el que fueron usadas en el Antiguo Testamento.

Así, el Antiguo Testamento es la clave para descubrir verdades im- portantes registradas en el último libro de la Biblia, con su mensaje para los que viven en estos días difíciles de la historia de la Tierra.

PERSECUCIÓN MILENARIA

El Apocalipsis fue escrito cuando Juan estaba exiliado en la isla de Patmos, ubicada en la costa de la actual Turquía.

Abarca toda la historia del cristianismo.

Los 22 capítulos tratan de hechos ocurridos desde los tiempos de Jesús hasta el fin de nuestro mundo, y la creación de un mundo nuevo.

Los tres mensajes angélicos aparecen en el capítulo 14.

A fin de entender mejor los mensajes, debemos comprender un poco el contexto en el cual aparecen.

Un rápido resumen de los dos capítulos anteriores, el 12 y el 13, nos ayudará a asimilar ese cuadro.

Apocalipsis 12 registra la guerra en el Cielo (v. 7) y la expulsión de Satanás y sus ángeles, que fueron lanzados del Cielo a la Tierra.

En otras palabras, el escenario del conflicto cósmico es central a todo y aparece en todo el capítulo.

Según lo que vimos, el conflicto comenzó en el Cielo. Luego, descendió a la Tierra

Entonces el dragón (Satanás) intentó devorar al Hijo (Jesús) “tan pronto como naciese” (v. 4).

Eso ocurrió cuando Satanás usó al rey Herodes quien intentó matar al bebé Jesús, pero José y María huyeron a Egipto (Mateo 2:13).

c. Sin embargo, así como Satanás y sus ángeles fallaron en su guerra en el Cielo y finalmente fueron expulsados, también fallaron en el intento de destruir al bebé Jesús.

Tiempo después, Cristo derrotó a Satanás en la cruz aquí en la Tierra.

“Y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz” (Colosenses 2:15).

Además, Jesús resucitó de los muertos, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo” (Hebreos 2:14).

d. Apocalipsis 12 retrata la victoria definitiva de Cristo.

Derrotado en el Cielo y en la cruz, Satanás todavía no desistió de atacar al pueblo de Dios.
En el transcurso de toda la Biblia, la iglesia de Dios está simbolizada por una mujer o una novia pura (2 Corintios 11:2; Jeremías 2:2).

Después de la cruz, Satanás está retratado en Apocalipsis 12 como el perseguidor de la iglesia de Dios, simbolizada por una mujer:

“Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo” (Apocalipsis 12:13, 14).

e. Una vez más estamos ante un simbolismo del tipo que se encuentra en todo el Apocalipsis.

Satanás intenta destruir a la mujer, la iglesia de Dios, pero falla.

Por ejemplo, la huida de la mujer al “desierto” alude al antiguo Israel, que vivió en el desierto y fue protegido por Dios de los ene- migos y de la destrucción (cf. Salmo 78:52).

Históricamente, después que Jesús ascendió al Cielo, la iglesia cristiana enfrentó persecución por parte de Roma. Los cristianos eran arrojados como comida de los leones o eran quemados como antorchas vivas en el Coliseo romano.

Un historiador del primer siglo describió la persecución de los cristianos en Roma: “Cubiertos con pieles de animales, fueron arrasados por perros y perecieron, o colgados en cruces, o entregados a las llamas y quemados, para servir de iluminación nocturna después de la puesta del sol”.

Por desgracia, la historia revela que, aun después que el Imperio Romano se “cristianizó” la persecución continuó.

Roma insistió en perseguir a los que no seguían sus ordenanzas y tradiciones.

Eso continuó con distinta intensidad a lo largo de más de mil años, llegando a ser particularmente atroz durante el período de la Reforma.

Solo terminó cuando las fuerzas no religiosas comenzaron a dominar Europa, terminando con la prisión del Papa, en 1798, por el general francés Berthier.

Apocalipsis 12, usando símbolos amplios, retrató la historia y ese fue un intento de Satanás de destruir la iglesia de Dios.

Hoy estamos en la página siguiente del gran conflicto:

“Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo” (Apocalipsis 12:17).

Después de siglos de persecución, Dios continúa teniendo un pueblo fiel, que es el blanco de la ira de Satanás.

Ese pueblo está retratado como los que “guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús”.

EL FUTURO

a. En Apocalipsis 13 continua el tema del conflicto cósmico. Aun sin entender el significado preciso de los símbolos, es posible ver al dragón (Apocalipsis 13:2, 4, 11), Satanás, intentando causar destrucción en la Tierra.

En los primeros versículos, se usan las imágenes extraídas de Daniel 7 y se cuenta la historia de la persecución de la iglesia durante la edad Media.

Aunque derrotado y destinado a la destrucción, el enemigo hace sus últimas envestidas contra el pueblo de Dios.

b. Así como la iglesia apostólica a lo largo de los siglos fue perseguida, Apocalipsis 13 trata de otra persecución, una persecución futura en la escala mundial.

• Si la pandemia de COVID-19 nos enseñó algo, fue cuán rápido puede desmoronarse el mundo entero, cómo de repente de la forma más dramática e inesperada puede cambiar.

c. Y ese cambio no fue necesariamente para mejor.

Apocalipsis 13 retrata de manera amplia lo que vendrá, la aclamación de un poder mundial, seguida de una persecución mundial:

Y la adorarán [a la bestia] todos los moradores de la tierra [...] Y hacía que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiera una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiera comprar ni vender, sino el que tu- viese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre” (Apocalipsis 13:8, 16, 17).

d. Esa persecución será mundial.

Eso tiene sentido, porque según lo que vimos en Apocalipsis 12, cuando Satanás fue lanzado a la Tierra, sus intentos de engaño fueron universales, pues él es el que “engaña al mundo entero” (v. 9, cursiva agregada).

Ante lo que vimos en la pandemia, como el mundo cambió rápidamente, no se puede negar que las cosas retratadas aquí no puedan suceder.

e. En Apocalipsis 13 aparece un tema central: la adoración.

Por cinco veces (Apocalipsis 13:4 [dos veces], 8, 12, 15), la adoración se presenta como un factor importante por detrás del tu- multo y del conflicto retratados en los últimos días.

De acuerdo con esos versículos, Satanás, el dragón, intentará forzar al mundo a prestar determinado tipo de adoración, porque desde el principio de la rebelión ha tratado de usurpar la autoridad y el lugar de Dios.

“Sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo” (Isaías 14:14).

• El tema de la adoración, a quien adoran las personas, asume relevancia crucial en la comprensión de los tres mensajes angélicos.

f. En contraste con Dios, quien acepta adoración y obediencia sola- mente por amor y por libertad, las fuerzas del mal recurren a la violencia y a la presión económica para forzar la adoración.

• El texto dice que ellos harán matar a todo el que no adore la imagen de la bestia (Apocalipsis 13:15), y que nadie podrá “comprar o vender” (v. 17), a menos que se sujete a esto.

CONCLUSIÓN

Apocalipsis 12 y 13 proveen el contexto para los tres mensajes angélicos.

Desgraciadamente, la perspectiva de persecución religiosa mundial no es agradable ni contiene esperanza.

Sin embargo, la gran noticia que obtenemos por detrás de los tres mensajes angélicos es que revelan dónde se encuentra nuestra esperanza, y eso nos alienta.

El pueblo remanente de Dios es aquel que:

a. Guarda los Diez Mandamientos de Dios
b. Tiene el testimonio de Jesús.

Cualquier persona puede formar parte de ese pueblo.

a. Mañana puede ser demasiado tarde.
b. La hora de decidir es ahora.

Aunque el cuadro futuro sea complicado, los que son parte del pueblo de Dios no tienen razones para temer.

LLAMADO

Está claro que hay un movimiento de oposición a Dios y su revelación. Y Dios espera que usted elija el lado correcto de ese gran conflicto.

Dios provee maneras de apelar a su corazón.

a. Dios marcó un encuentro con usted en este momento.
b. No salga de aquí de la misma manera en que entró.

Nuestros invitados especiales recibieron a la entrada una tarjeta.

a. ¿Puedo ver su tarjeta?

b. Quiero invitarlo a ponerse de pie con alguien de la iglesia que lo acompañe.

c. Ahora es el momento de completar la tarjeta.

d. Marque su decisión.

Ahora, con la tarjeta firmada, y en compañía de alguien de la iglesia lo invito a venir al frente para entregar su tarjeta.

Escucharemos música especial en este momento para marcar su entrega.

Después de la música, haré una oración para que Dios lo ayude en su decisión.

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