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Estrés: Exceso de Presente - El Poder de la Esperanza

LECTURA BÍBLICA: Lucas 10:38-42

¡Hola, amigo! ¡Hola, amiga! Es un placer estar aquí para iniciar una semana especial. Los mensajes fueron preparados pensando en usted y creo que estos temas cambiarán su vida para mejor. Estoy seguro de que el tema de hoy será una bendición para usted, para mí y para nuestra familia. Quiero que usted me escuche, no solo con sus oídos, sino también, y principalmente, con su corazón. 

El estrés forma parte de nuestra vida diaria. La presión del tiempo y el trabajo, los problemas en las relaciones interpersonales, los ruidos, la contaminación, las finanzas, la inseguridad, son solo algunas de las causas del estrés. Y cuando se extienden en el tiempo, aún más, surge el riesgo de graves trastornos en el organismo y la mente.

El lado irónico de la historia de Marta es que ella estaba estresada en el afán de servir a Jesús. Aunque ayudar a las personas y hacer la obra de Dios sean cosas buenas, nada es más importante que pasar tiempo con él en oración y escuchando sus palabras. Por eso el Maestro elogió a María. El gran desafío de la vida es ser María en el mundo de Marta.

CÓMO PREVENIR EL ESTRÉS

El buen uso del tiempo previene el estrés, por eso debemos saber cómo organizarnos. El tiempo es uno de los bienes del que todos recibimos la misma medida, y su uso depende de la manera en que cada uno lo utiliza. ¿Cómo podemos hacer para utilizarlo de una manera equilibrada?

Sea realista: hay un dicho que dice “Los pasos no pueden ser mayores que las piernas”. Ese pensamiento advierte contra la pretensión de hacer muchas cosas al mismo tiempo, ya que al final se las hace mal. Es necesario fijar objetivos que puedan realizarse en el tiempo disponible.

Establezca prioridades: si conoce las prioridades, se hace más fácil concentrarse en las tareas más importantes. Eso tiene mucho que ver con sus valores y creencias. ¿Qué posición ocupa el dinero en su vida? ¿Cuál es la importancia de su trabajo? ¿Cómo considera sus relaciones familiares? ¿Cree que la ayuda de otras personas es valiosa? ¿Demuestra en su vida valores religiosos? Dependiendo de sus respuestas, usted dedicará el tiempo adecuado para cada aspecto. 

Diversifique sus tareas: no es posible ser feliz desarrollando solo una actividad, porque esta podría volverse obsesiva o tediosa. El trabajo es importante para tener un ingreso y satisfacción personal. La relación de matrimonio y de la familia también es un ingrediente importante del buen equilibrio. Los momentos de esparcimiento ofrecen mucha satisfacción y deben ser complementos del trabajo regular; por lo tanto, hace bien alternar el trabajo físico con esparcimiento tranquilo, o trabajo sedentario con esparcimiento activo.

Sea organizado: prepare una lista de las cosas que debe hacer durante el día y en la semana. Céntrese en ellas y no se distraiga con otras cosas que aparten su atención de los objetivos deseados. Si siente una presión fuerte, quite algunas actividades.

Viva de forma sencilla: el esparcimiento que consume mucho tiempo, las vacaciones interminables y los deportes extravagantes pueden convertirse en la causa de su estrés. Todos exigen no solo grandes gastos económicos, sino también el uso de energía y tiempo. Pruebe actividades sencillas como un paseo al aire libre o leer un buen libro. Aprenda a encontrar alegría en las cosas sencillas que le proporcionen verdadera felicidad.

CÓMO SUPERAR EL ESTRÉS

Plan mental: la terapia más eficaz en los casos de estrés se llama psicoterapia cognitiva y consiste en enseñarle a la persona a dominar sus pensamientos, en vez de que permita que esos pensamientos la dominen.

Plan físico: el ejercicio físico es el mejor remedio contra el estrés. Si su salud se lo permite, haga ejercicio físico (correr, nadar, deportes) o camine a ritmo rápido todos los días.

Plan espiritual: la paz mental es incompatible con el estrés. Se puede llegar a tener una consciencia tranquila por medio de la fe y la oración. Jesús, después de un día exhaustivo de sermones, caminatas y presiones de la multitud, les decía a sus discípulos: “Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco” (Marcos 6:31). 

Su método consistía en levantarse de madrugada, cuando todavía estaba oscuro e irse a un lugar desierto a orar (Marcos 1:35).

DÍA ANTIESTRÉS

LECTURA BÍBLICA: Éxodo 20:8-11

El cuerpo humano tiene su propio reloj biológico. Posee un “ritmo cardíaco” interno de 24 horas que impulsa el aumento y la disminución de muchas moléculas, y tiene también el “ritmo del séptimo día” o “ciclo circaceptano”, que se repite cada siete días, y al que se considera un ritmo inteligente, por el hecho de que el descanso es una necesidad biológica. 

Otra curiosidad se refiere a la asociación entre el descanso del séptimo día y la longevidad humana. Hay investigaciones que indican que los individuos que descansan en el séptimo día tienen una expectativa de vida mayor que quienes no lo hacen. Los números apuntan a un aumento de sobrevida de cuatro a diez años, debido a que el descanso en ese día representa una forma cultural de gestión del estrés y disminución de la presión sobre el organismo humano.

Las recomendaciones de Dios siempre buscan nuestro bienestar. Al incluir en su ley un mandamiento específico sobre la santificación de un día a la semana, en realidad, él nos estaba queriendo proteger de la carrera desenfrenada detrás de las posesiones materiales y del desgaste físico y mental que deriva de eso. Hoy podríamos decir que, al obedecer al cuarto mandamiento, estamos en realidad, mejorando nuestra calidad de vida y evitando el estrés. Además de eso, estamos siguiendo la propia ley de la vida. Después de todo, el Creador de las leyes físicas y biológicas es el mismo Creador de las leyes espirituales.

Cuando vamos a la Biblia, nos damos cuenta de que el sábado está presente de comienzo a fin del Libro Sagrado. Ya en el origen de la vida en este planeta, leemos en Génesis 2:1-3 que el mismo Creador hizo tres cosas en el séptimo día: bendijo y santificó el sábado y descansó en él. Cuando Dios santifica algo, eso significa que él separa eso para un fin específico y sagrado. Cuando él bendice a algo o alguien, nadie puede quitar esa bendición. Y usted puede preguntarse ¿será que Dios se cansa?

En Isaías 40:28 se dice que no. ¡Él es Todopoderoso! Jesús no necesitaba ser bautizado porque no tenía pecados, pero lo hizo para darnos el ejemplo (Mateo 3:13-15). De la misma manera, Dios nos dio el ejemplo “descansando” en el séptimo día. Además, ese descanso tiene más que ver con una pausa en su actividad creadora.

En Marcos 2:27, Jesús dice que el sábado es un regalo dado al “hombre” (ser humano), sin considerar el hecho de que cuando el sábado se inauguró en la Tierra, solo Adán y Eva habitaban la Tierra (lea también Isaías 56:6, 7). No había ningún pueblo ni cultura. Los textos de Éxodo 20:8-11, Levítico 23:3 y Mateo 28:1 dejan claro que el sábado es el séptimo día, y que no se trata de cualquier otro día de la semana. 

En Ezequiel 20:12 y 20, se presenta al sábado como una señal de fidelidad de la criatura paraa con su Creador. El sábado es un recordatorio de la creación. 

Como dijo Abraham Heschel, es un “templo en el tiempo”.

Evidentemente, Jesús, el Verbo encarnado (Juan 1:1-3), guardó el sábado cuando estuvo aquí en la Tierra (vea Lucas 4:16). La misma actitud fue seguida por sus discípulos (Hechos 16:13; 17:2) y por María (Lucas 23:56). Adán y Eva, los patriarcas, los profetas y los seguidores de Jesús siempre santificaron el séptimo día de la semana, que, según la Biblia, comienza a la puesta de sol del viernes (día de preparación) y va hasta la puesta de sol del siguiente día (Nehemías 13:19; Génesis 1:19; Marcos 1:32; Levítico 23:32).

“Si retrajeres del día de reposo[a] tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios cami- nos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre” (Isaías 58:13, 14). Y así es como Dios desea que guardemos su santo día; una práctica que, incluso, durará por la eternidad (Isaías 66:22, 23).

LLAMADO

¿Y por qué no reservamos los sábados para ese encuentro especial con el Creador? 

El día antiestrés es un regalo de Dios que llega a nosotros todas las semanas, y nuestro Padre quiere que disfrutemos de él. Si usted desea tomar la decisión de aceptar ese regalo y de hacer preparativos para que eso se convierta en parte de su vida, póngase de pie en este momento.

Permítame decirle: Usted es muy especial para Jesús pues, delante de él, todos somos iguales. Dios tiene un lindo plan para su vida. Mientras yo hablo con usted, Jesús está aquí a nuestro lado, tomando su mano. Él quiere conducir sus pasos a partir de ahora; por eso, no tenga miedo de tomar una decisión, Dios le dará fuerzas. Hoy es el día de comenzar una nueva etapa en la vida; es hora de comenzar a escribir su nueva historia. Ponga a los pies de Jesús todas sus angustias, comience hoy una nueva vida, sepulte todo lo pasado y comience ahora una caminata de victorias. ¿Quiere eso para su vida? ¿Quiere que ore por usted? Entonces escuche esta bella canción y voy a orar por usted. 


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