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La venida de Jesús trae salvación - Yo creo/La reforma que cambió al mundo

LA ESPERA PUEDE SER MUY EMOCIONANTE!

¿Recuerdas cómo te sentiste cuando tuviste que esperar por varios meses o hasta años a alguna persona muy especial? 

Tus pensamientos seguían fijos en esa persona. Tal vez aprovechabas cada oportunidad para mantener contacto con ella. Siempre que tuviste oportunidad le enviabas un mensaje amable, tal vez hasta fotos. En el caso que no fuera muy caro, probablemente conversaste por teléfono muchas veces. Pero, todo eso solo aumentaba el deseo, y en el interior, la alegre expectativa de verse nuevamente. 

Sin dudas, hiciste todo lo posible para estar listo para que el momento del encuentro fuera una realidad especial. No economizaste y, tal vez compraste las ores más caras que encontraste y un regalo pequeño y atractivo. Naturalmente, algo que tú sabías que a la otra persona realmente le gustaría. Y entonces, mientras esperabas en la puerta de desembarque en el aeropuerto, se podía ver por la expectativa estampada en tu rostro que había mucho amor en juego.

CONTEXTO HISTÓRICO E INTERPRETACIÓN DE LA PINTURA

El mundo al borde de la Reforma Protestante era un mundo lleno de miedo. La vida era incierta y la expectativa media de vida era apenas cerca de los 40 años. Muchos niños morían antes de llegar a la vida adulta. 

Los brotes de epidemias surgían con frecuencia y nadie sabía explicar el motivo. Pocos lograban escapar de ellas y de muchas otras enfermedades. Era un suelo fértil para las supersticiones y muchos sacaban provecho de esos miedos para ganancia personal. Además, las guerras también se llevaban muchas víctimas. Casi no había sistemas de bienestar social para dar apoyo a las emergencias personales. 

La visión mundial tradicional ya no proveía seguridad después de que Constantinopla, la capital del Imperio Bizantino cristiano, fue derrotado por los ejércitos otomanos, en 1453. Y se encontró un mundo totalmente nuevo con el descubrimiento de América en 1492. 

El mundo parecía estar desmoronándose y la vida era incierta. En esa época el renombrado astrónomo y matemático alemán, Johannes Stöfier, predijo el fin del mundo para el 2 de febrero de 1524, basado en una constelación especial de estrellas, y muchos creyeron estar enfrentando las horas finales.

Siendo que el influyente padre de la iglesia, Agustín, había enseñado que el Reino de Dios ya está plenamente manifestado en la iglesia, la comprensión bíblica de la segunda venida fue cambiada fundamentalmente. No había nada que esperar, pues el fin solo traería el juicio de Dios. Y esto era algo muy temido. 

Entonces, cada aspecto de la vida estaba repleto de miedo. Solo en ese contexto podemos comenzar a entender la preocupación de Martín Lutero con la cuestión fundamental que dio inicio a la Reforma: ¿Cómo puedo recibir la gracia de Dios? ¿Por qué estaba tan preocupado acerca de si Dios lo aceptaría? Era el miedo de ser rechazado por Dios en el juicio final. 

Entonces, nuestra pregunta sobre la comprensión de Martín Lutero sobre la segunda venida de Jesús está muy cerca de ser conectada al mensaje central de la Reforma Protestante.

El Altar de la Reforma también hace una descripción del juicio final. Se encontraba detrás de la plataforma. 

Allí vemos una escena, un tanto tenue y en colores parduzcos, que describe dos grupos de personas en la segunda venida de Jesús (Mateo 25:31-46). 

A la izquierda, están los salvos, con el agua hasta el cuello, pero mirando a la serpiente levantada, o sea a Jesucristo. En consecuencia, están a salvo. 

A la derecha, están los perdidos, todavía alegres, animados y atareados. Hay mucha acción involucrada, pero todas sus actividades están desprovistas de significado y propósito. Y si miras atentamente, puedes casi imaginar cómo fue su último grito, estaban perdidos. 

Parece como si el propio pintor estuviera un poco aprehensivo por la escena. Ese es el motivo por la falta de colores vivos y contrastantes. Los contemporáneos de Lutero también casi no podían apreciar la escena porque los acusaba. ¿Cómo tener alguna seguridad de que me encontraré entre los salvos?

Si observas atentamente, verás que el panel del Altar de la Reforma está cubierto por textos y fechas, más en la izquierda que en la derecha. Alrededor de 1555, los alumnos de la facultad de Teología en la universidad, se inmortalizaban después de su examen final. 

Los aprobados se consideraban entre los salvos y escribían su nombre del lado izquierdo. Pero los reprobados, solo encontraban lugar para su nombre entre los perdidos, que ahora tenían que enfrentar el juicio final. Podemos sonreír ante esa costumbre, pero describe con claridad cómo ni los contemporáneos de Martín Lutero, y tampoco las generaciones siguientes, fueron capaces de transmitir a sus hijos la comprensión libertadora del reformador sobre la segunda venida de Cristo.

LA ALEGRE EXPECTATIVA DE MARTÍN LUTERO DE LA SEGUNDA VENIDA

Casi al final de su vida, Lutero dijo que cuando joven tenía un miedo terrible del día del juicio. Fue lo que sus padres le enseñaron, y de manera general, era lo que la mayoría de las personas sentía al respecto. 

Es por eso que más tarde, como monje, vivía tan ansioso que fue el motivo para que intentara arduamente vivir sin pecar, pues no quería ser rechazado en el juicio y terminar en el infierno o tener que sufrir por mucho tiempo en el purgatorio. Parece que esa experiencia dominante, en la cual Dios le dio una comprensión nueva de la justificación solo por gracia, también resultó en una perspectiva nueva de la segunda venida, especialmente en sus sermones navideños, pero ahora sin rasgos de temor. 

Por el contrario, quien quiera que los leyera sentía profunda alegría por anticipado del mayor día en la historia del mundo. Ahora Lutero podía orar: “¡Ven, querido último día!” Al describir el último día con la palabra “querido”, ya no resonaba en él ningún rastro de miedo. “No necesito temer algo que es tan querido para mí”. De manera que predicaba constantemente sobre ese asunto.

¿CÓMO LLEGÓ MARTÍN LUTERO A ESA CONVICCIÓN?

Dos interpretaciones desempeñaron un papel significativo. 

La primera, fue la disputa con la iglesia de Roma, y especialmente con el Papa. Lutero fue condenado como hereje y, a nivel político, se formó una creciente alianza contra los países de la Reforma. El 1 de julio de 1523, Johnn Esch y Heinrich Voes, dos monjes agustinianos de la Antuerpia, en Bélgica, ya habían sido quemados, en Bruselas, por predicar las doctrinas de la Reforma. Toda la Reforma estaba rodeada de enemigos que deseaban ver nada más que el fin de todos los involucrados. Lutero pudo interpretarlo como el gran poder del anticristo que debía surgir poco antes de la venida de Jesús. Y entonces, existía el hecho de que estaba viviendo en un tiempo cuando la Europa central, y por lo tanto toda la cristiandad, era amenazada por el Imperio Otomano, ya por décadas. 

En el otoño de 1529, los ejércitos de Suleiman I rodearon la importante ciudad capital, Viena. Miedo y terror se esparcían por Europa. Solo un gran ejército, formado por los países que si no fuera por eso estaban frecuentemente en conflicto, sería capaz de evitar el peligro, seguido por el hecho de que las tropas otomanas se habían retirado a su país debido a la cercanía del invierno.

Los acontecimientos en esas dos áreas eran señales tan significativas para Lutero que él creía que estaba viviendo los últimos eventos de la historia del mundo y que Cristo en breve regresaría. Eso le dio ánimo para defender la Reforma y esperar con alegría el día cuando todo el sufrimiento terminaría.

Él no cedió a la tentación de decir la fecha exacta o el evento nal que señalaba la venida inmediata de Cristo. Pero en la ciudad de Lochau, a solo algunos kilómetros de distancia de Wittenberg, donde vivía Lutero, uno de los colegas de Lutero, Michael Stifel, calculó que el mundo llegaría al n el 19 de octubre de 1533, a las ocho de la mañana. Esto hizo que muchas personas entraran en pánico y Stifel fue llevado preso. 

Pero Lutero, en respuesta a su colega, escribió que los cálculos de Stifel eran solo una “pequeña tentación” (kleines anfechtlein) y que él prefería esperar a Jesús con cautela y no exagerar en la anticipación.

Pero, claro, a él también le hubiera gustado saber cuándo vendría finalmente Jesús. En sus últimos años, Lutero intentó calcular cuándo llegaría a su n la historia del mundo. Usó un esquema que surgió en el judaísmo primitivo, en el  cual la historia del mundo se concebía como una gran semana de la creación, con la duración de siete mil años. 

Comenzó entonces los extensos cálculos históricos, publicados bajo el título de Supputaito annorum mundi (Resumen de la cronología del mundo). El resultado de sus cálculos: ¡Jesucristo volvería en breve! Su preferencia era mientras todavía estuviera vivo. 

Cuán importantes eran esos pensamientos a sus ojos lo demuestra claramente el hecho de haber publicado una segunda edición en el año de su muerte, 1546. 

Cuando se le preguntó por qué había invertido tanto tempo y esfuerzos al pensamiento del regreso de Cristo, respondió en latín: “per otium” lo que significa “¡Es mi pasatiempo”!

¿CÓMO PUEDO HACER DE LA ALEGRE EXPECTATIVA DE LA SEGUNDA VENIDA MI PASATIEMPO?

Me gusta la actitud del reformador: mi pasatiempo es pensar en la segunda venida y en la alegre anticipación de la Tierra Nueva. 

No siempre tienes tiempo para desarrollar un hobby, porque el trabajo y los estudios tienen prioridad. Y eso es bueno. Pero cuando tienes un tiempo libre, lo pasas haciendo lo que te gusta. Algunas personas forman un club de sus áreas de interés. Otras siguen empeñándose en aprender el máximo posible y ser cada vez mejores, cualquiera sea su hobby. Es sorprendente cómo las personas se vuelven verdaderas especialistas en sus pasatiempos.

Algo semejante sucede si te apasionas por alguien. Siempre que el tiempo y las circunstancias lo permiten, tus pensamientos están con la persona especial. De pronto pasas a observar el mundo de manera diferente. Lo que te parecía difícil ahora es fácil porque tienes una motivación que no existía antes. 

Tu vida ahora parece ser tan diferente. Y así debe haber sido para Lutero en relación a la segunda venida. Cuanto más viejo, mayor era su alegre anhelo por el “querido último día”. No debes esperar a envejecer, ¡comienza hoy mismo porque la espera puede ser muy emocionante!

NUESTRO LEGADO

“La segunda venida de Cristo es la bienaventurada esperanza de la iglesia, la gran culminación del evangelio. La venida del Salvador será literal, personal, visible y de alcance mundial. 

Cuando el Señor regrese, los justos muertos resucitarán y, junto con los justos que estén vivos, serán glorificados y llevados al cielo, pero los impíos morirán. 

El hecho de que la mayor parte de las profecías esté alcanzando su pleno cumplimiento, unido a las actuales condiciones del mundo, nos indica que la venida de Cristo está cerca. El momento cuando ocurrirá este acontecimiento no ha sido revelado y, por lo tanto, se nos exhorta a estar preparados en todo tiempo (Mat. 24; Mar. 13; Luc. 21; Juan 14:1-3; Hech. 1:9-11; 1 Cor. 15:51-54; 1 Tes. 4:13-18; 5:1-6; 2 Tes. 1:7-10; 2:8; 2 Tim. 3:1-5; Tito 2:13; Heb. 9:28; Apoc. 1:7; 14:14-20; 19:11-21)”.

Llamado

Jesús vendrá pronto. Los tiempos en que vivimos lo demuestran. Las personas buscan paz. La alegría de la realidad de la segunda venida es abundante. Deseo ser parte de los que encontrarán al Señor en las nubes. ¿A ti también te gustaría ser parte?

PREGUNTAS PARA DISCUSIÓN:

(Líderes: en caso de que las preguntas sean muchas para el tiempo reservado, elijan las que consideren más relevantes para su grupo).

1. Uno de los mayores temores de Lutero era acerca de si podemos tener la seguridad de estar entre los salvos cuando Jesús regrese. ¿Te preocupas por eso?

2. La valentía de Lutero para defender la Reforma se debía en parte a su creencia de que el mundo estaba llegando a su fin y de que Cristo estaba por regresar.

3. ¿Tienes un sentimiento de urgencia en relación a defender tu fe? 

Comentarios

  1. Me gustaría poder tener la imagen de la pintura sobre el panel del altar de la reforma. Donde habla sobre la descripción del día del juicio final. Aquí en Bolivia estamos en semana de oración. Y quisiera esa imagen para realizar mi tema. El día día de mañana. Este es mi correo solomaralex@gmail.com

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  2. Si tuviera algún otro material ya sea audiovisual o imágenes sobre este tema. Le agradecería bastante

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