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Daltonismo Espiritual - Puestos los Ojos en Jesús


En esta semana especial de “La Voz del Menor”, observamos, a través de los diferentes temas, que existen diversos tipos de enfermedades en la visión humana y consecuentemente en la vida espiritual. 
Hoy hablaremos sobre el “daltonismo espiritual”, pero antes, necesitamos responder algunas preguntas sobre esta enfermedad en su aspecto clínico. 
Por ejemplo: ¿Qué es el daltonismo? ¿Cómo es identificado? ¿Existe algún tratamiento o cura? De acuerdo con varias investigaciones hechas sobre este asunto, los médicos de forma unánime nos responden lo siguiente:

El semáforo, ese gran desconocido
Todos sabemos como funcionan los semáforos, ¿no? (Confeccionar uno sencillo, tal vez con papel celofán y encender una linterna por detrás) 
Veamos cómo funciona. Si eres peatón y el círculo luminoso está en rojo, ¿qué indica? (permite respuestas) ¡Bien! Que no puedes pasar. Si está en verde puedes pasar y si está en amarillo indica: precaución.

En diferentes partes del mundo nos preocupamos con el semáforo, porque corremos el riesgo de ser atropellados. Pero ¿Qué sucede, cuando la persona que conduce es daltónica? ¿Cómo captan las indicaciones de los semáforos? 
Por supuesto que, para poder sacar licencia, hacen un test donde se evalúa un posible daltonismo, pero no siempre es hecho con rigor. La pregunta acerca del semáforo se hace a través de un diseño. El error más frecuente que ha tenido el conductor es cuando él pasa con luz roja, pensando que era verde. Pero la respuesta es bastante simple. Son dos las razones de por qué el daltónico quizás no puede saber cuáles son los colores exactamente del semáforo, pero sí diferenciar una luz de otra de la siguiente forma:

1. La luz verde es mucho más clara que la roja.
2. La posición de las luces, la roja arriba y la verde abajo.


Así de simple, así que por favor, cuando conozca un daltónico evítele el tener que explicar algo tan simple como esto.

John Dalton fue un físico químico inglés que nació en 1766 y realizó estudios de él mismo con la enfermedad que padecía, que terminó siendo conocida como daltonismo.
El daltonismo es resultado de un defecto en la retina, en la pared del fondo del ojo. Este defecto afecta a las células responsables por la percepción de colores (los conos). Es una alteración de la visión que hace que persona tenga dificultades – en menor o mayor grado – para hacer la distinción de colores, principalmente el verde y el rojo. Existen también los que no tienen la percepción de ninguno de los colores, observando apenas en negro y blanco o tonos grises. Se calcula que el 8% de la población es portadora de daltonismo (7% son hombres y 1% son mujeres).
Existe una forma más complicada que se llama acromatopsia, la persona no ve ningún color. En el mundo animal, gatos y perros son daltónicos, sólo perciben el verde y azul. Esto permite que ellos anden en la noche, pues consiguen ver las formas de las cosas y no los colores.

¿Cómo es identificado?

Normalmente, el daltonismo es detectado en la infancia, cuando el niño comienza a aprender los colores. Esto sucede generalmente cuando van para la escuela. El maestro (a) percibe el problema y entonces comunica a los padres para que el niño sea llevado al oftalmólogo (médico especializado en el asunto).

¿Existe algún tratamiento o cura?

Aunque todavía no exista cura para el daltonismo, esto no suele ser traumático para las personas. Sin embargo, hay rumores de que una empresa americana está fabricando lentes que le permitirán al daltónico identificar los colores. Estos lentes cuestan alrededor de 700 $ dólares. (Adapta a la moneda de tú país). 

Aunque este tratamiento no fue comprobado del todo por la medicina. La mejor forma de tratar es saber que ninguna persona ve los colores de forma igual, siendo daltónica o no. Muchos daltónicos afirman, que son capaces de alcanzar a ver sutilezas que no serían vistas por alguien que tiene una visión normal. Saber encarar de forma positiva es la mejor forma para lidiar con el daltonismo.
Un entendido en medicina recomienda que analicemos el libro escrito por el médico inglés, Oliver Sacks, especializado en daltonismo, quién escribió un libro sobre este tema: “La isla de los daltónicos”. 
Habla sobre pequeñas islas de Micronesia (región del Océano Pacífico Oeste), donde una gran parte de la población presenta daltonismo de la forma más severa (acromatopsia). El relata que este problema de ver un poco diferente, no hace que los moradores vivan tristes y lamentándose. Al contrario, viven de forma alegre, felices y confiados.

Ahora que entendemos un poco sobre la enfermedad del daltonismo físico, es más fácil entender sobre el daltonismo espiritual. Sin embargo, no encontramos en la Biblia un versículo que hable directamente sobre el daltonismo, pero existen algunos otros versículos que nos ayudarán a comprender mejor este asunto. Para esto respondamos estas tres preguntas básicas:


1. ¿Cómo el “daltonismo espiritual” entró en el mundo?
2. ¿Cuáles fueron los resultados de esa enfermedad espiritual? 

3. ¿Cómo podemos encontrar el tratamiento y la cura?

1. ¿Cómo entró el “daltonismo espiritual” en el mundo?

La Biblia dice que Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza (Génesis 1:27); Que hizo a Adán y Eva con sus propias manos (Génesis 2: 7 y 18); Que plantó un jardín para cuidar, guardar y comer de todo árbol, menos el de la ciencia del bien y del mal, pues si llegasen a comer morirían. (Génesis 2: 8, 15-17) El hogar en donde Adán y Eva vivían era el más bello y perfecto.

Todo estaba marchando de forma perfecta en la creación de Dios. Hasta que un día, Lucifer que era un ángel de luz, decidió revelarse contra Dios, trayendo mucha maldad entre los otros ángeles, al punto de ser expulsado del cielo. Cambiaron su nombre para diablo, el engañador que vive contra Dios. Después que consiguió engañar a muchos ángeles, vino a nuestra tierra para continuar engañando a Adán y Eva. Para este fin, utilizó una serpiente y a través de ella comenzó a llamar la atención de Eva, pues estaba cerca del árbol que Dios les había prohibido para que no tocase ni comiese.

Entonces, Eva, comenzó a conversar con la serpiente y durante ese tiempo, el diablo consiguió convencerla con sus mentiras de que ellos no morirían si comían el fruto de aquel árbol, mejor aún, sus “ojos” serian abiertos y también llegarían a ser como Dios. (Génesis 3:1-5).

Fue en ese instante (Génesis 3:6-12) que Adán y Eva aceptaron la mentira, y sobrevino un problema muy serio en la visión de ellos. Sus ojos comenzaron a percibir de forma diferente (daltonismo espiritual) y algunas cosas extrañas ocurrieron:

1. La pareja pasó a tener miedo de Dios. No veían ya a su Creador como un amigo, alguien que siempre estaba con ellos, todos los días enseñándoles las bellas lecciones de la vida, perdieron la visión correcta, ahora temían a Dios, no querían más conversar con Él, lo veían como alguien temible que gusta de castigar a las personas cuando cometen un error.


2. Adán acusó a Dios como el culpable de la tragedia ocurrida “La mujer que Tú me diste ...”

3. Eva hecha la culpa a la serpiente. “La serpiente me engañó y comí”. De cierta forma Dios también fue acusado, pues fue Él quién hizo la serpiente.


4. Todos los inocentes reciben la culpa y los culpados quedan como inocentes.
Es importante notar que la visión de la pareja ya había sido cambiada antes de comer el fruto.
Ellos aceptaron una propuesta del enemigo tan ilógica como, “seréis como Dios”. ¿Acaso, ellos no eran la imagen y semejanza de Dios? Notemos que los problemas de la visión entraron en el mundo desde nuestros primeros padres, cuando decidieron escuchar al diablo y en seguida transgredieron la voluntad de Dios como si fuese algo común.

2. ¿Cuáles fueron los resultados de esa enfermedad espiritual?

Por la forma que Adán y Eva reaccionaron ante nuestro Dios después de pecar, percibimos que la naturaleza de la humanidad quedó manchada por el mal. Nuestra vida resultó extraña después de esto. Lo que antes era correcto pasó a ser error y lo que era un error pasó a ser correcto. Toda la creación fue afectada por el pecado. Comenzó a existir asesinatos, robos, mentiras peleas, guerras contaminación ambiental, estrés, depresión, prostitución, divorcios, suicidios, muertes, dolor, sufrimientos, en n nuestra naturaleza pasó a ser pecaminosa.

Actualmente las personas están invirtiendo sus valores. Muchos dejan de ir a la iglesia a adorar al Señor y creen que todo esta bien, pero si se quedan sin frecuentar a algún baile o esta, sienten tanta falta; otros prefieren dejar de estudiar la Biblia, la lección de escuela sabática, para leer revistas y libros que sólo apartan su mente de Dios y lo más interesante, creen que es normal a su edad; otros no quieren orar todos los días, no sienten falta del Creador, prefieren vivir con sus concepciones humanas y discutir conversaciones de asuntos triviales del internet u otras cosas; muchos dejan escuchar buena música que exalta el nombre de Dios, que nos acerca cada vez más a Él, prefiriendo escuchar músicas que denigran la moral humana, la familia, etc.

Todo esto sucede, porque nuestra visión fue cambiada, adquirimos un modo diferente de ver el brillo de los colores (daltonismo espiritual), de la buena amistad, del perdón, del amor, del matrimonio como bendición, de reconocer nuestra dependencia de Dios, de la felicidad, honestidad, bondad, etc. Nuestro corazón se convirtió en perverso y engañoso (Jeremías 17:9). Nuestra naturaleza pasó a ser pecaminosa desde el día en que nacemos. (Salmos 51:5).

3. ¿Cómo podemos encontrar el tratamiento y cura?

Existe cura para este tipo de enfermedad espiritual. ¡Alabado sea Dios!
Sabemos que no existe cura para el daltonismo físico, pero tenemos orientaciones por la medicina de cómo podemos vivir con este problema sintiendo felicidad y alegría. Así debe ser con el daltonismo espiritual. En cuanto vivimos en esta tierra, tenemos que saber encarar el hecho de tener una naturaleza contundencia al pecado, pues todos pecaron y carecen de la gloria de Dios (Romanos 3:23).
Un punto muy importante es: Como nuestra naturaleza es pecaminosa, por nuestras propias fuerzas, no conseguimos vivir felices. Es necesario que pasemos por el “nuevo nacimiento”.
Así como existe un libro que nos muestra el secreto de vivir bien con el daltonismo físico, existe también un libro que nos orienta cómo podemos ser transformados, ese libro es la Biblia. En Salmos 119:10, nos dice que la Biblia sirve como una luz que ilumina nuestro camino, ilumina nuestra vida oscura.
Existe una historia que sucedió en el pueblo de Israel y está relatada en el libro de Números 21:4-9. Cuenta que el pueblo estaba blasfemando contra Dios y contra Moisés, lleno de furia en sus corazones. Se quejaban de la comida y la falta de agua en el desierto. Hacían comparaciones diciendo que Egipto, donde eran esclavos, era mejor para vivir.

En realidad se habían olvidado de todo lo que Dios había hecho por ellos, estaban con la visión del daltonismo espiritual, (todo lo veían en la gama del gris). 
Entonces, Dios, les quiso enseñar una grande lección: Permitió que serpientes del desierto, de las cuales los había cuidado anteriormente, los mordieran. Ellos estaban llenos de miedo, porque muchos murieron por las picaduras. 
Ellos verdaderamente se arrepintieron y pidieron a Dios y a Moisés para ayudarlos. Y la respuesta de Dios fue la siguiente: Dijo a Moisés que hiciese una serpiente de bronce y la colocase en un madero (poste), en un lugar destacado para que todo aquel que estuviese picado por las serpientes, mirase para ella y sería curado. 
Moisés hizo como Dios le ordenó, y todo aquel que estaba sufriendo cuando miró a la serpiente de bronce, fue curado.
Esta historia muestra una cosa muy importante. Nuestro Dios sabiendo que por nuestras propias fuerzas no conseguiríamos cambiar nuestra visión, envió a este mundo a su hijo amado Jesús para una misión muy especial. Así como el pecado entró en el mundo a través de Satanás utilizando una serpiente y a causa de nuestra desobediencia, Jesús asumió toda nuestra culpa, se hizo pecador por nosotros (2 Corintios 5:21); Cargó toda nuestra enfermedad sobre sus hombros (Isaías 53:4,5), tomó nuestro lugar, fue colgado en un madero como el peor pecador, (representando la serpiente que fue erguida en el desierto por Moisés). 

Todo lo hizo para mostrar que, si alguien desea encontrar una forma de vivir feliz, con esperanza, unión, paz, amor y perdón debe mirar a Jesús y decir, ayúdame Jesús yo quiero ser transformado. 
Escucha su invitación: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar” (Mateo 11:28-30). Entonces Él, a través del Espíritu Santo, nos hará sentir voluntad para estudiar la Biblia, la lección de escuela sabática, alabar Su nombre en casa, en la iglesia o en cualquier lugar, perdonar a nuestros semejantes, ayudar a los necesitados, en fin, pasaremos a vivir una vida de acuerdo con la voluntad de Dios. Aunque tengamos que vivir en este mundo de pecado, sentiremos la paz y alegría en nuestros corazones por el hecho de saber que Jesús está con nosotros, a nuestro lado y conoce nuestras luchas.

Podemos observar que existe mucha semejanza entre el daltonismo físico y el espiritual, por lo tanto, existe algo muy importante que necesitamos saber.
Cuando Jesús vuelva, nuestra naturaleza pecaminosa será transformada para siempre, nuestras enfermedades físicas serán curadas y no existirá ningún tipo de enfermedad.
Alcanzaremos a percibir una visión sin pecado, el Edén será nuestro hogar de nuevo y todo el mal acabará. El secreto es permanecer rme, aún no teniendo toda la cura ahora, podemos vivir con ados en todo lo que Él prometió, será cumplido, basta  fijar nuestros ojos en su gran sacrificio de amor por nosotros y veremos que a pesar de todas las luchas que tenemos en esta tierra, nada se compara con el placer de vivir un día eternamente con Cristo.
Los que deseen aceptar esta promesa divina pueden colarse en pie para la oración final.
Oremos. 

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