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Jehova Shalom/El Dios de Paz - Gracias al nombre de Dios


Propósito:

Esta noche analizaremos un nombre que Gedeón le asignó a Dios, debido a que el Señor decidió manifestarse proveyendo paz a él y a la nación hebrea. La experiencia de Gedeón e Israel nos proveerá seguridad cuando nuestra existencia corra peligro. 

Lectura Bíblica: 

"Al ver Gedeón que era el ángel de Jehová, dijo:
—Ah, Señor Jehová, he visto al ángel de Jehová cara a cara. Pero Jehová le dijo:
—La paz sea contigo. No tengas temor, no morirás.
Gedeón edificó allí altar a Jehová y lo llamó Jehová-Shalom.

Este altar permanece hasta hoy en Ofra de los abiezeritas." (Jueces 6:22-24).

La Faceta del carácter de Dios y la develación de un nombre: 

EL SEÑOR ES PAZ: YAHVE SHALOM 

Leamos Jueces 6:
"Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y Jehová los entregó en manos de Madián por siete años. Como la mano de Madián los oprimía cada vez más, los hijos de Israel, por temor a los madianitas, se hicieron cuevas en los montes, cavernas y lugares fortificados. Pues sucedía que cuando Israel tenía algo sembrado, subían los madianitas y amalecitas y los hijos del oriente contra ellos; subían y los atacaban. Acampaban frente a ellos y destruían los frutos de la tierra, hasta llegar a Gaza. No dejaban qué comer en Israel, ni ovejas ni bueyes ni asnos. Con sus tiendas y sus ganados, subían como una inmensa nube de langostas. Ellos y sus camellos eran innumerables, y venían a la tierra para devastarla. De este modo se empobrecía Israel en gran manera por causa de Madián. Y los hijos de Israel clamaron a Jehová.

Cuando los hijos de Israel clamaron a Jehová a causa de los madianitas, Jehová les envió un profeta, el cual les dijo: 

«Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: “Yo os hice salir de Egipto y os saqué de la casa de servidumbre. Os libré de manos de los egipcios y de manos de todos los que os afligieron, a los cuales eché de delante de vosotros, y os di su tierra. También os dije: ‘Yo soy Jehová, vuestro Dios: No temáis a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis.’ Sin embargo, no habéis obedecido a mi voz.”» 

Entonces vino el ángel de Jehová y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual era de Joás abiezerita. Gedeón, su hijo, estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas, cuando se le apareció el ángel de Jehová y le dijo: 

—Jehová está contigo, hombre esforzado y valiente. 

Gedeón le respondió: 

—Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿Por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Dónde están todas esas maravillas que nuestros padres nos han contado? Decían: “¿No nos sacó Jehová de Egipto?” Y ahora Jehová nos ha desamparado y nos ha entregado en manos de los madianitas.

Mirándolo Jehová, le dijo: 

—Ve con esta tu fuerza y salvarás a Israel de manos de los madianitas. ¿No te envío yo? 

Gedeón le respondió de nuevo: 

—Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo soy el menor en la casa de mi padre. 

Jehová le dijo: 

—Ciertamente yo estaré contigo, y tú derrotarás a los madianitas como a un solo hombre. 

Él respondió: 

—Yo te ruego que si he hallado gracia delante de ti, me des señal de que has hablado conmigo. Te ruego que no te vayas de aquí hasta que vuelva a ti y saque mi ofrenda y la ponga delante de ti. 

Jehová le contestó: 

—Yo esperaré hasta que vuelvas. 

Gedeón se fue, preparó un cabrito y panes sin levadura de un efa de harina, puso la carne en un canastillo y el caldo en una olla y, sacándolo se lo presentó debajo de aquella encina. 

Entonces el ángel de Dios le dijo: 

—Toma la carne y los panes sin levadura, ponlos sobre esta peña y vierte el caldo. Él lo hizo así.

Extendiendo el ángel de Jehová el cayado que tenía en su mano, tocó con la punta la carne y los panes sin levadura, y subió fuego de la peña, el cual consumió la carne y los panes sin levadura. Luego el ángel de Jehová desapareció de su vista. 

Al ver Gedeón que era el ángel de Jehová, dijo: 

—Ah, Señor Jehová, he visto al ángel de Jehová cara a cara. 

Pero Jehová le dijo: 

—La paz sea contigo. No tengas temor, no morirás. 

Gedeón edificó allí altar a Jehová y lo llamó Jehová-Shalom. Este altar permanece hasta hoy en Ofra de los abiezeritas. 

El relato bíblico indica la desgracia espiritual, social, familiar, económica y de inseguridad para Israel. 

a. Hicieron lo malo ante los ojos de Jehová.
b. Jehová los entregó en manos de Madián por siete años. 

c. La mano de Madián los oprimía cada vez más. 

d. Los hijos de Israel, por temor a los madianitas, se hicieron cuevas en los montes, cavernas y lugares fortificados. 

e. Sucedía que cuando Israel tenía algo sembrado, subían los madianitas y amalecitas y los hijos del oriente contra ellos; subían y los atacaban. 

f. Acampaban frente a ellos y destruían los frutos de la tierra, hasta llegar a Gaza.

g. No dejaban qué comer en Israel, ni ovejas ni bueyes ni asnos. 

h. Con sus tiendas y sus ganados, subían como una inmensa nube de langostas. 

i. Ellos y sus camellos eran innumerables, y venían a la tierra para devastarla. 

j. De este modo se empobrecía Israel en gran manera por causa de Madián. 

La condición en la que vivía Israel era desesperante. El pueblo de Dios estaba en una situación terrorífica permanente. 

Cada mañana al despertarse sabían, anticipadamente, que vivirían el peor de los días y subsistían ansiosos porque ese podría ser el último. 

Cuando la noche llegaba, no podían irse a dormir cómodamente. Ellos permanecían a la expectativa, en guardia, vigilantes... pensando: al menos hoy logramos sobrevivir. Cada día vivido era como una victoria anotada a su favor. 

Había temor, pobreza, humillación, incertidumbre, enfermedad, pánico. 

¿Qué más se necesita para sentirse muerto en vida? 

Fue en el momento de peor desgracia e inseguridad para Israel cuando se presentó el Ángel de Jehová y se sentó bajo la encina que está en Ofra, mientras Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar para esconderlo de los madianitas. 

Todos sabemos que el lagar es para exprimir uvas y no para sacudir trigo, pero tal era el temor al enemigo que Gedeón prefirió esconderse en el lagar. Y el ángel de Jehová, que no es otro sino Cristo, le dice: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente.

La opresión, el miedo y la angustia han hecho de los israelitas sus marionetas. Gedeón está temblando, tiene miedo a los madianitas, está arrinconado en un lagar mientras sacude algo de trigo, y sin embargo escucha del Ángel de Jehová las palabras: Varón esforzado y valiente. 

¡Qué Dios tan maravilloso! Aun viendo lo que somos en el presente, prefiere ignorar nuestra condición actual y nos comunica cómo nos percibe en el futuro. No nos busca por lo que somos sino por lo que podemos llegar a ser. 

Un poco antes de encontrarse con el Ángel, Gedeón no era nada esforzado sino un cobarde y miserable huidizo, pero a partir de su encuentro con Jehová, se iba a convertir en un varón esforzado y valiente. 

En la conversación con Jehová, le pregunta: ¿Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, por qué nos ha sobrevenido todo esto? Y dónde están todas sus maravillas que nuestros padres nos han contado diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas. 

Esa pregunta de Gedeón aún resuena en nuestros días:

• En el hospital donde yace el moribundo: Si tú estás conmigo ¿Por qué me tienes aquí?

• En la cama del abatido, en esa oscura habitación: Si tú estás conmigo ¿Por qué me tienes enfermo?

• En la mente del estudiante que ha reprobado un curso o una materia: Si tú estás conmigo ¿Por qué reprobé?

• En el hogar donde carecen de recursos económicos; Si tú estás conmigo ¿Por qué nuestra pobreza?

• En la vida del niño abandonado o huérfano: Si tú estás conmigo ¿Por qué no está papá? 

• En la lúgubre morada de aquella mujer o ese hombre cuyo hogar se ha desbaratado: Si tú estás conmigo ¿Por qué...?

• En el campo infructífero: Si tú estás conmigo ¿Por qué no hay cosechas?

• En el negocio sin ventas: Si tú estás conmigo ¿Por qué no tengo ganancias?

Lo cierto es que a Israel le iba mal no por castigo divino, ni por que Dios así lo quisiera, sino porque su condición era una consecuencia de sus decisiones equivocadas. 

Los actos vandálicos y terroristas, las destrucciones masivas de sus sembradíos, las pérdidas comestibles y la pobreza en la que vivían era el fruto de haber hecho lo malo ante los ojos de Dios. Por lo tanto, puedes estar seguro que tu condición angustiante no es la voluntad divina sino el resultado de alguna mala decisión o haberte alejado.

No obstante la historia sigue: “Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de mano de los madianitas” (Jueces 6:14) 

Quizá Gedeón se miró y dijo: ¿Yo? ¿Qué fuerza? ¡Si no tengo ninguna! 

Qué alivio debió haber sentido cuando el ángel le dijo: ¿No te envío yo? Eso hace una gran diferencia. 

Sería Jehová por medio de Gedeón quien iba a liberar a Israel. Algún momento después, Gedeón dijo al ángel de Jehová: “Te ruego que no te vayas de aquí hasta que vuelva a ti, y saque mi ofrenda y la ponga delante de ti. Y él respondió: Yo esperaré hasta que vuelvas.” (Jueces 6:18).

“Y entrando Gedeón, preparó un cabrito, y panes sin levadura de un efa de harina; y puso la carne en un canastillo, y el caldo en una olla, y sacándolo se lo presentó debajo de aquella misma encina. Entonces el ángel de Dios le dijo: Toma la carne y los panes sin levadura, y ponlos sobre esta peña, y vierte el caldo. Y él lo hizo así.” (Jueces 6:18-20).

¿Nota Ud. lo que está pasando? 

Todo quedó mojado. Pero aun así... “El ángel de Jehová extendió el cayado que tenía en su mano, tocó con la punta la carne y los panes sin levadura; enseguida subió fuego de la peña, el cual consumió la carne y los panes sin levadura. Y el ángel de Jehová desapareció de su vista”. (Jueces 6:21).

“Viendo entonces Gedeón que era el ángel de Jehová dijo: Ah, Señor Jehová, que he visto al ángel de Jehová cara a cara. Pero Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas temor, no morirás. Y edificó allí Gedeón altar a Jehová, y lo llamó Jehová Shalom, o Dios de paz” (Jueces 6:22-24).

Shalom es una palabra hebrea, con una gama mucho más rica de significados que la palabra castellana “paz”, la cual suele referirse solamente a la ausencia de conflicto externo o a un estado de tranquilidad interior. 

El concepto de Shalom incluye esas ideas pero va mas allá, pues significa “integridad”, “plenitud”, “desarrollo integral” “perfección”, “seguridad” “bienestar” “prosperidad”, “salud”, “satisfacción”. 

Shalom proviene de vivir en armonía con Dios. 

Shalom es un término común para saludar o despedirse en Israel. 

Cuando alguien dice Shalom, no dice simplemente “Hola” o “Que tengas un buen día”. 

En su significado más profundo, expresa la esperanza de que la persona a la que saluda esté bien en el pleno sentido de la palabra: realizado, feliz, satisfecho, próspero, estable económicamente, saludable y en armonía consigo mismo, con otros y con Dios. 

Shalom es una palabra de pacto, una expresión para la relación de Dios con su pueblo. 

Podría decirse que la palabra Shalom involucra el bienestar intelectual, emocional, espiritual, físico y económico de las personas. Shalom es un término completo para referirse al compromiso que Dios tiene con el bienestar integral del ser humano. 

Cuando el Ángel del Señor le dice “Paz a ti; no tengas temor, no morirás”. Justamente le estaba diciendo: que tengas bienestar intelectual, emocional, físico, espiritual y económico. 

Una declaración que comunica el deseo más sublime de Dios para la humanidad entera. Jeremías también captura claramente de los labios de Dios esa intención. 

Mire como lo expresa: "Porque yo sé los planes que tengo para vosotros-- declara el SEÑOR-- planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza". Jeremías 29:11.

Ciertamente, Dios fue quien quiso manifestarse como el Dios que otorga bienestar y prosperidad integral a los seres humanos. 

En respuesta a la intención divina “Gedeón edificó allí altar a Jehová y lo llamó Jehová-Shalom” (Jueces 6:24) reconociéndolo como el Dios del bienestar y la prosperidad. 

Así Gedeón se quitaba la idea expresada en su argumento: “Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros ¿Por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Dónde están todas esas maravillas que nuestros padres nos han contado? ¿No nos sacó Jehová de Egipto?” Y ahora Jehová nos ha desamparado y nos ha entregado en manos de los madianitas”. (Jueces 6:13).

¡Maravilloso el Dios nuestro! Que se presenta justamente como se le necesita y cuando se le necesita. 

Es en esa debacle espiritual, emocional y económica, que Israel atravesaba, donde Dios toma la iniciativa para mandarles un mensaje de esperanza por medio de Gedeón. Lo que Israel necesitaba era exactamente un Dios que neutralizara los conflictos y abuso, que proveyera seguridad, bienestar económico y les garantizara la preservación de la vida. 

¡Dios se presentó justo para lo que Israel necesitaba!. 

Conclusión 

En nuestros peores momentos, cuando, hayamos hecho lo malo ante los ojos de Jehová y como consecuencia estemos sufriendo el abandono, el terror, la angustia; 

- Cuando nuestros enemigos estén triunfando sobre nosotros, 

- Cuando la pobreza azote nuestra vida: ¡Todavía existe esperanza!

- Cuando llegue el momento de supremo apuro, en la hora mas angustiosa, 

- Cuando la enfermedad nos tenga postrados,

- Cuando la soledad nos suma en la desesperación, 

- Cuando el último refugio sea nuestra cueva emocional, 

- Cuando el último hilo de la soga de donde pendamos esté por romperse, 

- Cuando la alacena ya esté vacía, 

- Cuando la cuenta en el banco esté sin crédito a favor, 

- Cuando los últimos ahorros se hayan terminado, 

- Cuando todas las puertas estén cerradas, 

- Cuando todos nos hayan dado la espalda, 

- Cuando lleguemos a un punto sin salida, 

- Cuando nuestra propia vida haya tocado fondo podemos tener la seguridad que:

• Jehová-Shalom sigue estando a nuestra disposición para proveernos bienestar en todos los aspectos de la vida.

• Jehová-Shalom puede darnos paz al quitar nuestros conflictos internos y externos.

• Jehová-Shalom puede proveernos de bienestar y prosperidad.

• Jehová-Shalom puede tocar esos cuerpos enfermos para devolverle la salud, si esa es su voluntad.

• Jehová-Shalom puede abrir las puertas cerradas.

• Jehová-Shalom puede proveernos para nuestras necesidades.

• Jehová-Shalom sigue estando a nuestro alcance.

Hoy, damos gracias a Dios porque siempre se manifestará en nuestras vidas de la manera como lo necesitamos y en el momento justo y preciso. Él sabe el tiempo y la forma, aunque no coincida con los nuestros. 

Agradecemos a Jehová-Shalom porque siempre va a intervenir a favor nuestro, como dijera Jeremías 29:11, Él tiene planes para nosotros, planes de bienestar y no de calamidad, para darnos un futuro con esperanza.

Comentarios

  1. Hermosa predica. Dios lo bendiga por compartirla, ministró mi vida de una manera especial. Tiene más predicas?

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  2. Dios todopoderoso, Jehová de los Ejércitos, gracias por tu inmenso amor. Toma Padre el control de mi vida y de mi familia. Que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo.Bendiciones a toda la comunidad Cristiana.

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