By Mario Pereyra Parece ser que el antiguo mito de Narciso ha retornado a la consideración de un importante número de pensadores actuales que lo han propuesto como emblema de nuestro tiempo. Christopher Lasch, en un best-seller titulado, “La cultura del narcisismo” (1989), declaraba: “El narcisismo se ha convertido en uno de los temas centrales de la cultura americana”.1 Asimismo, Gilles Lipovetsky (1993), un sociólogo francés de reconocida valía en el mundo intelectual, ha denominado la época actual como la “era de Narciso”.2 La tendencia puede observarse aun en los nombres de revistas americanas populares como Life, People, Us o Self. Según la leyenda, Narciso era un joven muy hermoso —y vanidoso—, que desdeñó los amores de la ninfa Eco y de Aminías. Esta última, herida en su orgullo, lo maldijo deseándole que nunca pudiera poseer el objeto de su amor. Un día, Narciso se inclinó en una cisterna para beber, vio su rostro reflejado en el agua y se enamoró de él. Quedó tan prenda...
Un espacio con sermones que procuran fortalecer la fe y la esperanza en Jesús.
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