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Él sabe qué hacer - Promesas de amor

“¿Dónde compraremos pan para esta gente? Pero decía esto para probarlo, porque él sabía lo que estaba por hacer”. Juan 6:5

PARA ROMPER EL HIELO
Pida a una o dos personas o todas, pero brevemente, que compartan una situación en su vida en la cual no sabían qué hacer.

INTRODUCCIÓN

Hace mucho tiempo, Jesús había predicado toda la mañana y se había juntado una gran multitud. Ya era muy tarde, casi noche. La multitud no había probado alimento. Consideremos el calor del sol en Palestina por la mañana y el frío al atardecer. Era una situación complicada. Nadie sabía qué hacer. Fue allí cuando Jesús desafió a sus discípulos. Ante esta historia la actitud de 3 personas se destacan. Pero Jesús destaca más trayendo solución al problema de muchos. Es que Jesús siempre sabe lo que tiene qué hacer; Él es el especialista resolviendo problemas. No importa si es hambre, o si es dinero, o si es salud, Dios siempre sabe lo que hay que hacer.

Para Pensar:
Quizás en este momento se encuentre agobiado por los problemas personales, laborales, etc. Descubrir cómo resolver un problema se puede volver muy difícil si no está en condiciones de ordenar sus ideas, cambiar de actitud y decidirse a hacer todo lo posible para solucionarlo.
Incluso haciendo todo esto, hay cierto tipo de problemas que parecen ser imposibles de solucionar. Siempre es grato saber que podemos acudir a alguien que siempre sabe qué hacer.


TEXTO PARA ESTUDIO: Juan 6:1-13

I. CONOCIENDO EL TEXTO
1. ¿Por qué la gente seguía a Jesús? Juan 6:1-2
2. ¿Qué importante pregunta le hizo Jesús a Felipe? Y, ¿por qué? Y, ¿para qué?
II. INTERPRETANDO EL TEXTO
1. ¿Cuál fue la reacción de Felipe frente al pedido de Jesús? ¿Felipe nunca vio un milagro de Jesús?
2. ¿Cuál fue la reacción de Andrés frente al pedido de Jesús? Destaque la iniciativa de Andrés. 
3. ¿Cuál fue la reacción del muchacho frente al pedido de Jesús?
Destaque el desprendimiento del muchacho. El muchacho pudo no haber manifestado que tenía un refrigerio. El muchacho pudo haberlo manifestado pero no estaba obligado a compartirlo.
4. Compare las reacciones de los dos discípulos y el muchacho.

III. APLICANDO EL TEXTO
Una vez un artista estaba pintando la bóveda de un templo, y con frecuencia daba unos pasos hacia atrás en el andamio, para contemplar su obra. Se encontraba tan absorto contemplando su trabajo, que no se había dado cuenta de que iba a caer en el pavimento que estaba a gran distancia del andamio.
Otro pintor, hermano de aquel, viéndolo en peligro y comprendiendo que una palabra podría apresurar su caída, arrojó una brocha sobre el cuadro que contemplaba el artista que estaba en peligro. Este pintor,
sorprendido y enojado, violentamente se dirigió hacia adelante: así se salvó de una caída que hubiera sido mortal. Así también como el hermano de este pintor supo qué hacer en el instante preciso en que su hermano necesitaba ayuda, nuestro buen Dios siempre sabe qué hacer para solucionar problemas que al ser humano le parecen imposibles de solucionar.

1. ¿Por qué nos desesperamos en situaciones difíciles? ¿Olvidamos que Jesús sí sabe lo que tiene que hacer y cómo hacerlo?
2. Aparte de Jesús y la multitud, ¿con qué personaje de la historia se identifica más? ¿Con Felipe, Andrés o el muchacho?
3. ¿Ya se dio cuenta de que lo poco que pueda dar, si es con desprendimiento y generosidad, puede ser parte de un milagro para una multitud?.

Discusión en grupo:
Frecuentemente, el ser humano cree que sabe cómo resolver sus problemas sin necesidad de acudir a Dios. ¿Cuáles son los resultados de esa actitud?
¿De qué maneras Dios nos ayuda en la solución de nuestros problemas?
Para Pensar:
“No comunique sus problemas a nadie, que puede no tener más sabiduría que usted mismo. Lleve sus problemas a Dios, que escucha, y responde la oración” (EGW Carta 119, 1900).

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