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1844 ¿Coincidencia o Providencia? - Backstage

Ron du Preez 

¿Los eventos ocurridos en el año 1844 fueron solo un accidente? ¿O este año tiene un significado más profundo en la comprensión bíblica del plan de Dios en la historia de la redención? Como adventistas del séptimo día, debemos aceptar la segunda posición. Para nosotros, 1844 es el año que terminó con la profecía de 2300 días de Daniel 8:14, el hito que marca el comienzo del juicio en el cielo antes del Adviento y la culminación del período profético más largo de la Biblia, que proclama al mundo que el fin no será largo y la segunda venida de Jesús está cerca. Lo que muchos no saben, incluidos los adventistas, es que 1844 es importante no solo para la historia sagrada, sino también para otros eventos mundiales importantes que hacen de este año un momento decisivo. Pero primero, analicemos la importancia de 1844 para la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Desde un gran error hasta un poderoso mensaje Para 1840, muchos predicadores de todo el mundo proclamaban que Jesús estaba a punto de regresar. El investigador Le Roy Edwin Froom señala que entre estos predicadores de varias denominaciones cristianas había blancos, negros, mujeres e incluso niños. Había una chica de campo en Europa que atraía a tres o cuatro mil personas al predicar sobre el fin del mundo. Grande fue el impacto que tuvo en la vida de muchos.1 En los Estados Unidos, fue la predicación y la escritura de William Miller, un agricultor que se convirtió en predicador, lo que despertó la pasión de creyentes y no creyentes. Miller y sus asociados proclamaron el siguiente mensaje: “Así como el primer advenimiento de Jesucristo se predijo en Daniel 9, su segundo advenimiento se identifica en Daniel 8:14. Ya que la tierra debe ser el santuario 'para ser limpiado', esto sucederá a través del fuego cuando Jesús regrese. Comenzando con 457 aC, la profecía de 2300 días / año de Daniel 8:14 culminará alrededor de 1843-1844. Jesús vendrá de nuevo alrededor de este tiempo. ¡Así que prepárate para conocerlo! Su regreso será un evento literal y visible que precederá al milenio ". Esa fue la esencia de la proclamación Millerita. El veintidós de octubre de 1844 se estableció finalmente como el día en que terminaría la profecía. Ese fue el día en que la tierra sería limpiada por el regreso de Jesús. Miles de milleritas, varios miles, esperaron pacientemente, fervientemente, hasta que llegó el día. Así que esperaron todo el día, pero Jesús no vino, dejándolos profundamente decepcionados. Se vieron obligados a admitir que algo había salido mal. Algunos de los decepcionados han estudiado las Escrituras con mayor fervor. No pasó mucho tiempo antes de que se enteraran de que, aunque la fecha del 22 de octubre de 1844 era correcta, el evento estaba equivocado. Estos creyentes entendieron que el santuario a ser purificado no estaba en la tierra sino en el cielo. Jesús había entrado en el lugar santísimo del santuario celestial para comenzar su obra de juicio. Como Ellen White declaró más tarde: "El tema del santuario fue la clave que desentrañó el misterio de la decepción de 1844". 2 Ángel Manuel Rodríguez comenta: "Habiendo completado el trabajo sobre el que vino (Juan 17: 4, 5; 19:30), Cristo fue "elevado al cielo" (Hechos 1:11) para "salvar definitivamente a aquellos que a través de Él se acercan a Dios, porque Él vive siempre para interceder por ellos" (Hebreos 7:25), hasta que en su segunda venida, Él aparecerá "no para quitar el pecado, sino para traer salvación a los que lo esperan" (Hebreos 9:28). Entre estos dos polos, la cruz y el glorioso regreso del Señor, Cristo actúa como sacerdote real 'en el santuario, en el verdadero tabernáculo que el Señor ha erigido, y no como hombre' (Hebreos 8: 2), el abogado (I Juan 2: 1) e intercesor de los que creen en Él (Romanos 8:34). Como nuestro Sumo Sacerdote, Cristo está ministrando los beneficios de su sacrificio a aquellos que acuden a Él, un ministerio tan esencial para nuestra salvación como Su muerte sustitutiva. ”3 Así, la gran decepción del 22 de octubre de 1844 se convirtió en un poderoso mensaje. Es cierto que Jesús no vino como pensaban los milleristas. Pero un pequeño grupo de creyentes decepcionados ha encontrado una nueva luz bíblica: la verdad de que Cristo ha entrado en la fase final de su ministerio sacerdotal en el santuario celestial, después de lo cual finalmente regresará para redimir a su pueblo. Así nació la Iglesia Adventista del Séptimo Día, con su fe firmemente anclada en el pronto regreso de Jesús y el compromiso de predicar toda la verdad en Jesús. El año 1844 es ciertamente importante para el nacimiento del adventismo. Pero, 1844 es de interés en otras áreas también. Al mismo tiempo surgieron movimientos de fe sorprendentes y destructivos en la escena mundial, formando un entorno desafiante y urgente para la proclamación adventista, y llamando a los habitantes del mundo a observar la verdad genuina acerca de Dios y su papel al final de la historia humana. Examinaremos tres de estos movimientos. La aparición del marxismo En agosto de 1844, Frederick Engels conoció a Karl Marx y

París y se convirtieron en socios en una lucha revolucionaria: "una relación duradera que cambiaría el mundo", como dijo alguien.4 Mientras los cristianos creyentes en la Biblia predicaban que Jesús pronto volvería para llevar a su pueblo al cielo y terminar. para pecar y sufrir, y para proporcionar paz y felicidad eternas, Marx y Engels proclamaban que el camino a la verdadera felicidad era eliminar a Dios de la vida; que el camino hacia la paz y la seguridad era a través de los principios del socialismo y el comunismo; que podrían y deberían liberar a los cautivos del mundo y promover una sociedad armoniosa y sin clases en la tierra.5 Marx y Engels, por lo tanto, buscaron dirigir la esperanza humana de la segunda venida de Cristo a una utopía comunista bajo el control. Que millones fueron sometidos la mayor parte del siglo pasado. En el contexto de este desafío, el movimiento de Adviento de 1844 fue llamado a proclamar el evangelio eterno del santuario celestial donde todas nuestras esperanzas deben estar ancladas. Dispensacionalismo y falsas nociones de salvación A medida que el gran despertar del Segundo Advenimiento se extendía por muchos países, un predicador evangélico europeo itinerante llamado John Nelson Darby estaba comenzando a difundir una nueva teoría sobre la segunda venida de Jesús. Mientras predicaba en Suiza, Darby desarrolló la teoría del "dispensacionalismo", una teoría que divide la historia en siete épocas o dispensaciones, desde la era de la inocencia antes de la caída hasta la era de la restauración al final de los tiempos. Aunque Darby insistió en que había extraído su doctrina del dispensacionalismo solo de la Biblia, entre 1843 y 1845 introdujo una innovación sorprendente: el rapto secreto.6 La teoría del rapto secreto enseña que Cristo vendrá en secreto, raptará a los santos y los llevará al cielo. . Un comentario moderno sobre este rapto secreto es la ahora famosa serie de libros Dejados Atrás, de la cual se han vendido más de sesenta millones de copias en todo el mundo. Los autores de estos libros populares argumentan que mientras millones se quedarán atrás durante el rapto, no se quedarán sin esperanza. Tendrán una segunda oportunidad de salvación. Tim LaHaye y Jerry Jenkins, dos autores de la serie Dejados Atrás, promueven directamente la teoría de la "segunda oportunidad": "Millones de hombres, mujeres, niñas y niños reconocerán que aunque han perdido el éxtasis y, por lo tanto, se enfrentarán a los terrores". De la tribulación, Dios todavía los llama, deseando verlos a su lado ... Creemos que estos "santos de la tribulación" pueden muy bien contarse en los miles de millones. Y no se olvide: cada uno de estos nuevos creyentes se habrá quedado atrás después del Rapto, precisamente porque él (ella) había rechazado (hasta ese momento) la oferta de salvación de Dios. Pero incluso entonces el Señor no se rendirá ante él. ”7 Esta es la parte más alarmante y peligrosa de la teoría del rapto: la creencia de que las personas tendrán una segunda oportunidad de salvación. Pero la Biblia en ninguna parte enseña el rapto secreto y mucho menos una segunda oportunidad de salvación después de la muerte. La enseñanza consistente de las Escrituras es que el segundo advenimiento de Jesús ocurrirá solo como un gran evento: será personal y literal (Hechos 1:11), visible y audible (Apocalipsis 1: 7; 1 Tesalonicenses 4:16), glorioso y triunfante (Mateo 24:30), cataclísmico (Daniel 2:44; 2 Pedro 3:10) y repentino (Mateo 24:38, 39, 42-44). Varias señales, algunas de las cuales ya han ocurrido, precederán a este evento, en el mundo natural (Apocalipsis 6: 12-13), en el mundo moral con una ilegalidad creciente y corazones saturados de pecado (Mateo 24: 37-39), y en el mundo religioso con falsos profetas que engañan a muchos (v. 24). Cuando todas las señales que apuntan al segundo advenimiento se hayan cumplido, entonces Jesús regresará: para reunir a su pueblo, para resucitar a los justos muertos, para transformar y recibir a todos los santos, para destruir los poderes malignos y malvados, para reivindicar el carácter de Dios. ¡Dios, para restaurar la tierra y restaurar la comunión con Dios! El lenguaje bíblico sobre la Segunda Venida no da lugar a un rapto secreto. Las Escrituras tampoco hablan de una segunda oportunidad para la salvación después de la muerte. La posición bíblica es clara: después de la muerte no hay posibilidad de una segunda oportunidad; Sólo hay un juicio. “El hombre está destinado a morir una vez y luego para enfrentar el juicio” (Hebreos 9:27 - NVI). Pero cuán siniestra y cuán sutil es la teoría del rapto. Definitivamente es un ataque al cristianismo, un asalto a la preciosa doctrina de la salvación y la segunda venida de Cristo.8 Sería solo un accidente que Dios eligiera el movimiento del advenimiento en 1844 para proclamar las verdades genuinas de la segunda venida y la venida. ¿El juicio, casi al mismo tiempo que tales doctrinas engañosas, como el rapto secreto y el dispensacionalismo, entraron en el mundo? Darwin y el surgimiento de la evolución natural.

Después de cinco años de un viaje científico a bordo del HMS Beagle, Charles Darwin regresó a su hogar en Inglaterra en 1836. El viaje lo llevó a "pensar mucho sobre la religión" y comenzó a "no creer en el cristianismo como una revelación divina. 9 Más tarde, Darwin declaró: “En junio de 1842, tuve la satisfacción de escribir un breve resumen de mi teoría [de la evolución] a lápiz en 35 páginas; este resumen se amplió en el verano de 1844 a 230 páginas ”. Así comenzó el Origen de las especies de Darwin, un libro que revolucionó el pensamiento científico y marcó el comienzo de la negación del relato bíblico de la creación. Sin embargo, en el mismo año de 1844, Dios estaba sacando a la luz una verdad bíblica descuidada durante mucho tiempo: el sábado, que celebra a Dios como el Creador. Una denominación relativamente pequeña, los bautistas del séptimo día de América del Norte, habían estado muy preocupados en 1843 por la amenaza de la reciente legislación dominical que podría afectar sus libertades. De este modo, se dedicaron a orar y a involucrarse más activamente en favor del sábado del séptimo día, separándose un día en 1843 y luego otro en 1844 para el ayuno y la oración, para que Dios "se levantara y defendiera su santo sábado. " En el invierno de 1844, una señora llamada Rachel Oakes, bautista de Nueva York durante el séptimo día, visitaba a su hija en New Hampshire. Allí visitó la Iglesia Cristiana de Washington, donde Frederick Wheeler, un ministro metodista que había aceptado el mensaje Millerita, estaba sirviendo un servicio de comunión. La Sra. Oakes se sorprendió al escuchar a Wheeler decir: “Cualquier persona que confiese tener comunión con Cristo en una ceremonia así debería estar dispuesto a obedecer a Dios y guardar Sus mandamientos en todas las cosas”. Cuando el Pastor Wheeler visitó a la familia Oakes poco más tarde, la señora Oakes le dijo que casi se había levantado ese día en la iglesia para decirle que sería mejor que no asistiera a la ceremonia hasta que él mismo estuviera dispuesto a guardar todos los mandamientos de Dios, incluido el sábado. Al regresar a casa, Frederick Wheeler estudió seriamente su Biblia, y unas semanas más tarde aceptó la enseñanza bíblica sobre la santidad del séptimo día, el sábado, y predicó su primer sermón sobre el tema en marzo de 1844. Muchos miembros de su iglesia abrazaron la Biblia. Sábado verdad. De las aproximadamente sesenta personas en ese vecindario que experimentaron la gran decepción de 1844, unas cuarenta aceptaron la doctrina del sábado y luego se convirtieron en miembros de la primera iglesia adventista en guardar el sábado. Otro predicador Millerita, un Bautista llamado Thomas Preble, escuchó que el mensaje del sábado se predicaba en New Hampshire y decidió investigarlo. También, en agosto de 1844, abrazó la verdad del sábado. Aproximadamente cuatro meses después de la gran decepción, Preble escribió un artículo sobre el sábado en la revista Millerita The Hope of Israel. José Bates, un capitán de barco retirado, lo leyó y no solo aceptó el sábado, sino que comenzó a publicar una serie de artículos sobre el tema. A partir de ese momento, Joseph Bates, uno de los fundadores de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, se convirtió en un líder en la proclamación del mensaje del sábado. Como es bien sabido, el tema del sábado fue tan importante que se convirtió en parte del nombre mismo de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Ellen White habló directamente sobre la importancia del sábado al destacar a un Dios Creador. “La suposición infiel de que los eventos de la primera semana requirieron siete períodos vastos e indefinidos de tiempo para alcanzar el cuarto sábado del mandamiento directamente en su base.” 10 Sería una mera coincidencia que Dios levantara una iglesia para predicar la verdad. El sábado y el poder creativo divino, mientras que Darwin escribió su teoría evolutiva, ¿niega la actividad creativa de Dios? El mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14 y el compromiso adventista de proclamarlo seriamente, como la advertencia final de Dios para el mundo, no son una coincidencia. De hecho, son parte del plan de los últimos tiempos de Dios. El científico adventista Ariel Roth comenta sobre el siguiente desafío: “Nuestra confianza en que la Biblia es la Palabra de Dios no da lugar a alternativas a la creación [bíblica], como la creación progresiva, la evolución teísta o la evolución naturalista. No debemos participar en especulaciones infructuosas. Como 'la gente del Libro', tenemos la oportunidad sagrada de presentar toda la Biblia, incluido su mensaje de creación, a un mundo que está desorientado por la gran pregunta de cómo comenzó la vida en la tierra. "11 Nada que temer Hacia el futuro En nuestro breve pero esclarecedor viaje de regreso a la década de 1840, repasamos el surgimiento de algunos de los movimientos globales más grandes, el marxismo, el dispensacionalismo y el evolucionismo, que desafiaron verdades importantes acerca de Dios en estos tiempos finales. Además, también deberíamos haber examinado otros eventos importantes que ocurren

pero al mismo tiempo, como el surgimiento del espiritualismo moderno, el comienzo de la religión bahai en el este y el surgimiento del existencialismo en Europa. Pero la verdad nunca se dejó sin sus defensores. Dios, en su gracia y providencia, siempre ha levantado a un pequeño pero valiente grupo de creyentes de la Biblia para descubrir la verdad en su totalidad y convertirla en su prioridad para la misión y el testimonio mundial. ¡No, 1844 y el auge del adventismo no son un accidente! Son el plan de Dios para mantener viva la llama de la verdad en medio de la oscuridad del engaño que envolvió la historia humana al mismo tiempo. El año 1844 y su gran importancia nunca pueden ser minimizados u olvidados. El consejo de Ellen White es oportuno: “Al recapitular nuestra historia pasada, después de haber recorrido todos los pasos de nuestro progreso hacia nuestro estado actual, puedo decir: ¡Alabado sea Dios! Cuando veo lo que Dios ha hecho, me siento maravillado y confiado en el liderazgo de Cristo. No tenemos nada que temer por el futuro a menos que olvidemos la forma en que el Señor nos ha guiado y las enseñanzas que nos ha ministrado en el pasado ”12.

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