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Compensa leer el manual de instrucciones

Vamos a suponer que usted tiene un carro nuevo. Como salió muy caro, usted decide ahorrar dinero en los costos de manutención.  Entonces ignora el manual de instrucciones y comienza a cuidar del carro de la manera que piensa ser la mejor. El manual dice que debe cambiar el aceite cada 10.000 kilómetros. Mas sabiendo que el aceite es muy caro, decide procurar un sustituto. Una mañana, usted derrama jugo de naranja en la mesa, y descubre que el jugo de naranja es mas barato. Entonces, cuando llega el tiempo de cambiar el aceite.  En vez de aceite, pone jugo de naranja. Y ya que el precio  de la gasolina está tan caro... Usted comienza a colocar un poco de agua en el tanque, cada vez que lo abastece con gasolina.  Tiene la esperanza de que con el tiempo, el motor puede funcionar con agua. Entonces, poco a poco va aumentando la cantidad de agua que mezcla con gasolina. ¿Cuánto tiempo piensa que será necesario para comenzar a tener problemas serios? ¿Cuánto tiempo llevaría para

¿Quién desfiguró a Dios?

El año 1741, en una pequeña ciudad Americana de Enfield, MA, un predicador de reavivamiento llamado Jonathan Edwards, se puso de pie y comenzó a predicar aquel que vino a tornarse un  famoso sermón en todo el mundo. Lo tituló: “Pecadores en las Manos de un Dios airado.” Él describe a Dios tomando a los pecadores no arrepentidos sobre las llamas del infierno: “El Dios que le agarra sobre la boca del inferno, tal como alguien agarra una araña, o algún insecto repugnante sobre el fuego está terriblemente indignado: Su ira por ustedes arde como el fuego”, dijo él. Amigos, ¿Será que la Bíblia enseña que Dios quema a los pecadores en el infierno  eternamente? Enseña la Biblia que Dios está tan enfurecido que su ira nunca se apaciguará?  Muchos predican la misma doctrina de Jonathan Edwards. Ellos hacen todo lo que pueden para aterrorizar a las personas con el infierno. Quieren que las personas tengan miedo de Dios.  Mas déjeme preguntarle: ¿Cómo es posible predicar de un Dios airado y

¿A dónde vamos cuando morimos?

El Tema de esta noche: “¿A dónde vamos cuando morimos?” ¿Qué sucede algunos segundos después de morir?  ¿Vamos al cielo, al infierno o al purgatorio?  ¿En la muerte, encontramos a nuestros antepasados?  ¿Somos reencarnados para vivir la vida nuevamente? En una entrevista transmitida a nivel nacional, una conocida actriz americana compartió su experiencia después de haber tenido hemorragia cerebral: “Cuando perdí el sentido,”- dice ella- “sentí como se hubiese sido baleada en la cabeza. Fue tan fuerte que caí inconsciente encima del sofá…Hice entonces, un verdadero viaje, que me llevó a lugares tanto de aqui como del más allá, un tipo de remolino gigante con luz blanca vino sobre mí y fuí rodeada por esta brillante luz blanca en dirección de un túnel. Mas fue muy rápido… De repente, ya estaba de vuelta. Estaba nuevamente en mi cuerpo, estaba en mi cuarto.” Antonio, entró al hospital para una cirugía de rutina. Mientras estaba en la cama, él sintió que dejaba su cu

Mil años en la Prisión

Cuando se aproximaba el año 2000, y con él, el nuevo Milenio, apareció también todo tipo de profecías hechas acerca de lo que sucedería ese año. Estas son algunas de esas predicciones: - Que la segunda venida de Cristo sería en ese año. - Que la batalla bíblica del Armagedón comenzaría. - Que el Anticristo, el líder político-militar maligno llegaría. - Que la tribulación de 7 años con gran sufrimiento y muerte comenzaría. - Que un Cometa chocaría con la tierra destruyéndola. - Que un alineamiento de los planetas desviaría la tierra de su eje. - Que la tierra sería destruida por una guerra nuclear. Una epidemia global acabaría con la vida sobre la tierra. - Que el virus de una computadora del año 2000 dispararía una depresión económica global causando un colapso financiero. - Que el pueblo de Dios seria arrebatado súbitamente de la tierra de manera secreta. Bien, amigos, ya pasaron algunos años. ¿Cuántas de esas cosas sucedieron? Una serie de libros religiosos y películas

Lapsus de Memoria o negocio de Macaco

Supongamos que usted está acampando en lo alto de una montaña, lejos de cualquier ciudad, en una oscura noche sin luna.      Usted mira el cielo resplandeciendo con luces brillantes extendiéndose de horizonte a horizonte. Las estrellas se esparcen en número incalculable. Usted es poseído por un sentimiento de espanto por su pequeñez al percibir cuán basto es el Universo. A través de todos los tiempos, los seres humanos han mirado al cielo y se han preguntado: ¿De dónde vinimos nosotros? ¿Cómo aparecimos aquí? ¿Qué propósito tiene el universo? De alguna forma, y casi instintivamente si encontramos la respuesta a la primera pregunta: “¿De dónde vinimos?”  Entonces, también tendremos las respuestas para las otras dos.    Cuando el hombre inventó el telescopio, el cielo quedó más cerca de nosotros. Fue en los años 60, que partimos del planeta tierra, aventurándonos a explorar el espacio. En 1969, pisamos la superficie de la luna. Ahora, el sueño es viajar a Marte y hasta incl